Tira y afloja con el Ibex

De la Agenda del Cambio a España 2050: aluvión de actos para engatusar a la UE 

Moncloa volvió a convocar a los grandes empresarios, con ausencias significativas, para presentar el cuarto macroproyecto de país. La iniciativa nace coja por la ausencia de negociación que exige Bruselas.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez,
De la Agenda del Cambio a España 2050: Sánchez tira del Ibex para atraer a la UE
Europa Press

Moncloa e Ibex 35. Una relación que en este momento es tensa, salvo algunas excepciones, y que ha estado guiada por un denominador común desde la moción de censura de junio de 2018. Cuando el Gobierno ha atravesado un momento de debilidad política, el movimiento de piezas ha sido el mismo: una fotografía del presidente junto a lo más granado del empresariado español. Ha habido una estrategia. Esta semana la imagen se ha vuelto a repetir, con Sánchez rodeado de una parte de los poderes financieros nacionales en plena elaboración de los PERTE que darán acceso a los fondos europeos. De momento se han anunciado dos, automoción y salud, pero habrá más. La expectación es máxima entre el tejido empresarial y la foto no es casual. Se produce, además, en plena negociación de las reformas.

El Gobierno ha organizado cuatro grandes actos con empresarios y sociedad civil desde que Sánchez llegó al poder. Todo empezó con la "Agenda del Cambio", un documento definido por el Gobierno como "la brújula con la que pretendemos guiar al país". Continuó con el "Avanzamos", más tarde con el "España Puede" y esta semana el círculo se ha cerrado con el "España 2050". Un póker de proyectos de país mejorados, uno tras otro, con algunos cambios (en el primero, por ejemplo, aparecía la mochila austriaca que hoy ha desaparecido de la agenda del Gobierno de coalición), pero que nacen de un mismo sujeto: el poder ejecutivo. Se configuran, por tanto, como un planteamiento de reformas a medio y largo plazo sin negociar con la oposición ni con los agentes sociales, lo que ha llevado al PP, el partido con el que debería pactarse esta hoja de ruta, a calificarla como papel mojado. En la UE opinan los mismo: las reformas deben negociarse o no serán duraderas.

España 2050, en concreto, es un documento elaborado por especialistas independientes. Destaca, por ejemplo, el nombre de Rafael Doménech, responsable de BBVA Research y defensor de la citada mochila austriaca. O el de Ángel de la Fuente, director ejecutivo de FEDEA, Sara de la Rica y Florentino Felgueroso. Todos ellos profesionales de larga trayectoria. Es el proyecto que ha contado con un mayor número de expertos que, coordinados por Diego Rubio, director de la Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia de Moncloa, han trabajado durante los últimos meses. Con este plantel, por tanto, el Gobierno ha querido ganarse el interés de Bruselas, precisamente en un momento en el que se están desplegando, tanto con los agentes sociales como con la Comisión, las tres grandes reformas pendientes que darán acceso a los fondos europeos: la laboral, la de pensiones y la fiscal. De estos tres componentes dependen buena parte de los fondos comunitarios.

Sánchez buscaba este jueves una foto de familia con el Ibex y la consiguió de forma parcial. Fuentes gubernamentales destacan que "nunca un presidente había recibido tanto apoyo del Ibex", en general, y remarcan ese hecho de que la asistencia superó a la que se registraba en los inicios de curso en la Casa de América, sin pandemia incluso. Comparan listados y añaden que Mariano Rajoy no tuvo tanta afluencia de grandes empresarios a sus actos políticos. En el Reina Sofía, donde Moncloa quiso celebrar la presentación de España 2050, acudieron José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica, un fijo en todas estas convocatorias; Josu Jon Imaz, de Repsol, Ignacio Sánchez Galán, otro de los que siempre suele acudir a la llamada de Moncloa; Carlos Torres, de BBVA; Josep Oliu, de Sabadell; Antonio Huertas, de Mapfre... Moncloa les agradeció su presencia en un día importante.

Pero la convocatoria, como decimos, estuvo marcada por cinco grandes ausencias: Ana Botín, presidenta del Santander, que delegó la invitación en su número dos, José Antonio Álvarez, y en la directora del Servicio de Estudios y Public Policy, Alejandra Kindelán; Gonzalo Gortazar y José Ignacio Goirigolzarri, máximos responsables de CaixaBank, que fueron sustituidos por Enric Fernández, economista jefe de la entidad fusionada; Florentino Pérez, presidente de ACS y habitual en estos grandes actos; Antonio Brufau, de Repsol; y Marta Álvarez, máxima responsable de El Corte Inglés. Su decisión de no acudir se produce en un momento, como decimos, especialmente tenso en la relación entre el Gobierno de coalición y una parte de esta gran empresa, especialmente la banca, por las críticas del presidente y varios de sus ministros a los elevados sueldos que cobra la cúpula de las principales compañías que "son ganadores de la transformación digital" y, de forma paralela, han planteado ERE que afectarán a miles de empleados.

No es la primera vez que Sánchez recurre a una entente con la 'familia del Ibex' en momentos de debilidad política

No es la primera vez, en efecto, que Sánchez recurre a una entente con la 'familia del Ibex' en momentos de debilidad política. Un cargo del Gobierno habla de "foto de unidad para momentos convulsos". Basta echar la vista atrás para comprobar que la escena se repite periódicamente. El pasado mes de agosto, por ejemplo, Moncloa convocó a grandes empresarios a un acto de inicio de curso político. Fue en la Casa de América y asistieron, esta vez sí, todos los VIP financieros de compañías como Santander, BBVA, CaixaBank, Iberdrola, Naturgy, Telefónica, ACS... ¿El objetivo? Lograr "unidad" de cara a un otoño que se avecinaba complicado y en el que se buscaba aprobar los primeros Presupuestos de la coalición tras el mayor 'shock' desde la Guerra Civil. En ese acto estuvo, por ejemplo, el pianista James Rhodes, que el pasado mes de octubre interpretó en Moncloa el Himno de la Alegría con motivo de la presentación del Plan de Recuperación.

Anteriormente, en septiembre de 2018, Moncloa celebró una cumbre con el Ibex por los 100 días de Gobierno. Bajo el título "Avanzamos", Sánchez contó también  con la asistencia de destacados presidentes y CEOs del mundo de los negocios, así como con conocidos artistas. Allí estuvieron, por ejemplo, Los Javis o Joaquín Sabina, junto a la élite empresarial representada por Florentino Pérez, Galán, Pallete o Gortázar, entre otros. 

La siguiente gran cita de Sánchez con grandes empresarios tuvo lugar en enero de 2019. El Gobierno del PSOE presentó ese mes unos Presupuestos pactados con Unidas Podemos que luego naufragaron pero que contenían una importante reforma fiscal. ¿Qué hizo entonces Moncloa? Convocar al Ibex a una cita en el palacio presidencial para explicarles ese proyecto de cuentas públicas y hacerles ver que España es un buen lugar para invertir, con seguridad jurídica e institucional. A esa cita acudieron nombres como José Manuel Entrecanales (Acciona), Antonio Llarden (Enagas), Marcelino Fernández Verdes (ACS), Jesús Nuño de la Rosa (El Corte Inglés) o Antonio Vázquez (IAG), entre otros.

La relación Sánchez-Ibex tuvo también un punto de inflexión importante en febrero de ese 2019 con motivo de la publicación del libro del presidente, 'Manual de Resistencia'. En él acusaba a la gran empresa de haber querido acabar con el PSOE y de haber paralizado el país. "Ha habido un poder económico que ha jugado a la división de la izquierda y verdaderamente ha coqueteado con la idea de que el PSOE dejara de ser una opción, pero no porque creyeran que Podemos era una fuerza regeneradora, sino porque sabían que no es una fuerza de Gobierno. Querían pasar de un sistema pluripartidista a un sistema monopartidista. Fueron los principales aliados de Rajoy", dejó escrito. La desconfianza mutua sigue latente hoy en día.

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