El descuento de 20 céntimos sobre el precio de los combustibles podría tener los días contados. La vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera, ha abogado hoy por que esta ayuda, que finaliza el próximo 31 de diciembre, deje de ser universal y pase a prestarse sólo a los sectores y familias que más lo necesitan.
En las últimas semanas, Ribera ha intensificado su discurso contra el descuento de 20 céntimos, tratando de marcar el paso del Gobierno para que decida. Hace unos días admitió que las rentas más altas son las más beneficiadas por la medida, y ha sumado a su favor el debate sobre el coste que supone para las arcas públicas, que podría ascender a 6.270 millones de euros a fin de año.
"La subvención de 20 céntimos por litro fue una decisión de emergencia de este verano, con precios muy elevados de los combustibles, en los que la reacción rápida requería que fuera una medida generalizada y de aplicación sencilla, pero cada vez es más importante concentrar el esfuerzo en quien más lo necesita, ya sea por razones profesionales, ya sea por nivel de rentas de las familias", ha señalado.
Los abonos de Cercanías son "más inclusivos"
En declaraciones a RNE, Ribera ha asegurado que el Gobierno sigue estudiando qué medidas de las que se adoptaron para paliar las consecuencias de la guerra deben prorrogarse "durante todo el año 2023, cuáles deben ser matizadas y cuáles deben ser reforzadas". Eso, ha precisado, obliga al Ejecutivo "a pensar hasta dónde y cómo" se seguirá utilizando la ayuda al combustible.
En esa línea, la también ministra de Transición Ecológica ha subrayado que el establecimiento de los abonos gratuitos al transporte es una medida "más inclusiva" que la bonificación a los carburantes, que se adoptó en un momento muy concreto. "Sabemos que antes del verano era imposible ser preciso y discriminar entre familias, pero en estos momentos hemos ido aprendiendo cómo concentrar el esfuerzo fiscal y presupuestario en aquellos ámbitos en los que es más eficaz y justo", ha defendido.
Debe ser asumible por las familias
La vicepresidenta tercera ha insistido en que no se deben subvencionar los combustibles fósiles, ni establecer para ellos un tratamiento fiscal favorable, pues se trata de un principio fundamental para el impulso de la transformación del sistema energético. No obstante, es consciente de que esto no puede producirse "de la noche a la mañana y con los precios disparados" y que debe ser asumible para las familias.
Se necesita una transición justa también con los consumidores", ha explicado. "Para nosotros es muy importante el facilitar que toda la transformación del sistema energético sea asumible por las familias. La señal de precio es importante, pero no puede suponer una barrera infranqueable desde el punto de vista de la inclusión social", ha enfatizado.
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