Rajoy afronta en solitario su 'duelo' por el 'procés' tras verse con sus exministros

  • Génova decide que Pablo Casado no acuda al Tribunal Supremo para apoyar a su predecesor. El expresidente ha pasado estos días "haciendo memoria".
Mariano Rajoy y Pablo Casado
Mariano Rajoy y Pablo Casado
EFE

Mariano Rajoy anfilará en torno a las 16:00 horas (está citado a las 16:30) el 'paseíllo' del Tribunal Supremo. Será la segunda vez que el expresidente del Gobierno encare una citación ante un tribunal como testigo, después de haber comparecido en la misma calidad el 26 de julio en 2017 por el caso Gürtel. En esta ocasión el gallego librará el 'duelo' del proceso independentista de Cataluña, enfrentándose a las defensas de los doce procesados, así como a la acusación popular que ejerce Vox. Asistirá, además, solo, sin el apoyo personal de la cúpula de su partido.

Génova ya ha confirmado que Pablo Casado no acudirá hasta las puertas del alto tribunal para arropar a su predecesor. Rajoy, por tanto, librará esta batalla en soledad, una situación que también ha sido buscada por él mismo ya que no quiere convertir en noticia destacada su paso por la sala donde se libra el juicio. Quizá con una de las personas con las que coincida en algún momento sea con su antigua lugarteniente, María Dolores de Cospedal, que ejerce actualmente de abogada del Estado en la sala contencioso-administrativo del Supremo.

Cuentan en el entorno a Rajoy que los últimos días los ha pasado "haciendo memoria". Anticipan que no habrá grandes titulares en su declaración y que se limitará a explicar cuáles fueron sus obligaciones como presidente del Gobierno durante la aplicación del artículo 155. Con ese objetivo acude al Supremo y sin haber preparado excesivamente su declaración con el que fue su equipo en La Moncloa, ahora desperdigado y alejado de la política: Soraya Sáenz de Santamaría en el Consejo de Estado y Jorge Moragas en la embajada de Filipinas.

Rajoy sí que ha mantenido recientemente reuniones privadas algunos de sus exministros, explican fuentes de su antiguo equipo. El formato elegido, normalmente, ha sido el de almuerzo. Y es que el expresidente decide ahora comer a menudo con antiguos amigos y colaboradores a los que en Moncloa no tenía tiempo de atender. Por las noches sí que suele recluirse en su casa de las afueras de Madrid para cenar junto a su mujer y sus hijos.

Explica uno de los comensales que ha compartido mesa con Rajoy en los últimos días que estas comidas con el expresidente se han convertido en una especie de tertulias. En ellas el gallego presume de lo que hizo al frente del Ejecutivo durante sus seis años y medio de mandato. Destaca, por tanto, sus principales logros, como haber evitado el rescate soberano o haber aplicado con éxito el citado artículo 155 en Cataluña. 

Pero Rajoy también demuestra en estas comidas que no se fue de la presidencia del Gobierno como él había deseado, siempre según su entorno. "Está herido", dicen sobre el que definen como un animal político que sigue aún muy de cerca toda la actualidad. "Herido" por cómo se marchó de la residencia presidencial, de forma precipitada tras la traición del PNV, y con Pedro Sánchez ganando la primera moción de censura de la historia.

Dicen también los allegados de Rajoy que él solo sabe de política tras 23 años en diferentes administraciones y que le está costando adaptarse al día a día en el Registro de la Propiedad. Por eso esperan que en el juicio centre su declaración en la actuación puramente política que hizo su Gobierno durante el 'procés'.

Después de Rajoy pasarán por el tribunal tres de sus exministros: Soraya Sáenz de Santamaría, Cristóbal Montoro y Juan Ignacio Zoido. Y, en este punto, quien más tiene que aportar es el extitular de Hacienda, que deberá enfrentarse al interrogatorio de las defensas de los exdirigentes de la Generalitat sobre el supuesto uso de fondos públicos para financiar el referéndum del 1 de octubre. 

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