Seis meses después del choque con Calviño

El Gobierno negocia con Bildu cambios en la reforma laboral pero mima al PNV

Sánchez se vio en privado este miércoles con Ortuzar. El PSOE guarda silencio por la negociación con la izquierda abertzale a la vez que cuida los contactos con Cs. UP y ERC celebran el 'sí' en diferido de Otegi.

El Gobierno explora con Bildu cambios en la reforma laboral al margen de PGE
El Gobierno negocia con Bildu cambios en la reforma laboral pero mima al PNV
Dani Gago

El Gobierno vive un momento de ebullición por la negociación de los Presupuestos Generales de 2021. Los dos partidos que conforman la coalición están protagonizando discretas conversaciones encaminadas a prefijar los socios con los que cada uno de ellos quiere aprobar el proyecto de ley que les pondría en bandeja de plata completar la legislatura. Los grupos a los que mima cada formación son antagónicos: el PSOE conserva puentes muy fluidos con Ciudadanos y con el PNV, mientras que Unidas Podemos ya ha conseguido que EH Bildu sea la primera formación que diga 'sí' y avanza también la vía de ERC. Cinco diputados más ya en el bolsillo, de entrada. El Ejecutivo ya tiene 160 votos afirmativos en un escenario que no tiene precedentes: es la primera vez que la izquierda abertzale no presenta una enmienda a la totalidad y colabora en la tramitación de las cuentas públicas. La partida política se juega con intensidad.

El pulso es evidente en la coalición. Los de Pablo Iglesias no quieren a Ciudadanos y los socialistas ven problemas en la negociación que hay abierta con Bildu. El anuncio de ayer de Arnaldo Otegi dando el primer 'sí' a la coalición provocó reacciones muy diferentes. El PSOE sabe que es un movimiento que tiene aristas, como quedó demostrado el pasado mes de mayo cuando el grupo parlamentario pactó la derogación laboral "íntegra" de la reforma laboral. Tuvo que intervenir hasta la vicepresidenta Nadia Calviño. En la formación morada, en cambio, la sensación es la opuesta. Lo dijo el propio vicepresidente segundo: "La disponibilidad de la EH Bildu para votar sí a los PGE es una buena noticia. Demuestra responsabilidad y compromiso para avanzar con políticas de izquierdas. El bloque de la investidura se refuerza y será de legislatura y de dirección de Estado".

Negociaciones entre Gobierno y EH Bildu hay, explican desde ambas partes. Son discretas pero hay avances. Y se están llevando a cabo a alto nivel. Lo desveló el propio Otegi. Y quedó visualizado el pasado jueves en una reunión de María Jesús Montero y Nacho Álvarez con Mertxe Aizpurúa y Oskar Matute. La fotografía no quería difundirla el PSOE, sí Unidas Podemos. También ERC. Sobre la mesa hay negociaciones con la izquierda abertzale para acabar con algunos aspectos de la reforma laboral, como las limitaciones al ámbito temporal del convenio colectivo y la prioridad aplicativa de los convenios de empresa sobre los sectoriales. Los "aspectos más lesivos" en la norma de Fátima Báñez, en definitiva, que no chirrían a Calviño y que ya fueron pactados en segunda instancia en julio. Pero son los las únicas medidas sobre la mesa. En cualquier caso, el Gobierno mantiene una máxima: cualquier cambio se hará en negociación con sindicatos y patronal. Las sensaciones, en definitiva, son buenas y el preacuerdo ya está ahí. Con sumar a los 13 diputados del grupo de Gabriel Rufián estaría prácticamente hecho.

Las conversaciones con Bildu están provocando tensión en el PSOE, que guarda silencio. No sólo en algunos ministros, que siempre han renegado de esta vía, sino también entre los barones del partido. El más gráfico fue ayer Guillermo Fernández Vara. El presidente de Extremadura aseguró que "ver a Otegi siendo clave para decidir los PGE, del Estado que combatió desde un grupo terrorista, me produce una sensación muy dolorosa. Por un lado, de fracaso como país por no ser capaces de que sean irrelevantes. En lo personal iré a la farmacia a buscar un antiemético". En el PSOE hay quien prefiere otros compañeros de viaje que no sean los independentistas vascos.

Sánchez interlocuta con Ortuzar y cuida la vía Cs

De forma paralela, el PSOE está a otro socio de investidura, el PNV. Este miércoles, en el Congreso, Sánchez se reunió en su despacho de la zona de Gobierno con Andoni Ortuzar, presidente del EBB, la Ejecutiva de los 'jeltzales'. Cuentan que cuando el máximo representante de Sabin Etxea acude a Madrid es para "cosas importantes". Desde su entorno confirman una intensa agenda de trabajo en la capital y desde el PSOE prefieren no hacer comentarios. El grupo parlamentario vasco dirigido por Aitor Esteban sigue negociando con el Gobierno aspectos de los Presupuestos como la eliminación de la subida del impuesto al diésel que aún figura en las cuentas públicas. También hay buenas sensaciones en esta mesa.

La cuarta vía de negociación abierta, además de con ERC, PNV y EH Bildu, es con Ciudadanos. Hay contactos fluidos por tres carriles: el de Inés Arrimadas con Pedro Sánchez; el de Carlos Cuadrado con Félix Bolaños; y el de Montero y Álvarez con el grupo parlamentario naranja. Desde la formación lo tienen claro: "Vamos a negociar hasta el final", aseguran. No les importa, aseguran, la fotografía final si se cumplen las "líneas naranjas" fijadas. Una de ellas es la eliminación de la enmienda que suprime el castellano como lengua vehicular, puesta sobre la mesa esta semana. No es menor, opinan en el Gobierno. 

Amplia mayoría para superar el debate de enmiendas

Mientras se suceden las conversaciones, el Gobierno de coalición va a conseguir sacar adelante este jueves en el Congreso la votación de totalidad con una amplia mayoría. Si nada falla serían 199 votos a favor de tramitar las cuentas públicas: PSOE y Unidas Podemos, ERC, Ciudadanos, PNV, EH Bildu, PDeCAT, Más País, Nueva Canarias, Teruel Existe, PRC y Compromís. Se da la paradoja que esta victoria parlamentaria se produce un 12 de noviembre, junto un año después de que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias anunciaran la conformación del Ejecutivo en común tras las elecciones del 10-N.

El PSOE aprovechó el debate de este miércoles en el Congreso para arremeter contra los vetos cruzados de unos y otros. La ministra Montero habló de la "imperiosa necesidad" de tener unas nuevas cuentas públicas. A mediados de enero podrían estar aprobadas, poniendo punto y final a los PGE de 2018 prorrogados ya en dos ocasiones y que llevan el sello de Cristóbal Montoro. "¿Si no es ahora, en medio de una pandemia que ha generado la peor crisis sanitaria, económica y social desde la guerra, cuándo podemos de acuerdo para aprobar unas cuentas para el país?", pidió Montero. PP y Vox han presentado enmienda a la totalidad pero no lograrán que prosperen.

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