El operativo de rescate de Julen rellena el túnel con arena para volverlo a perforar

  • Los técnicos estaban teniendo problemas en el encamisado del túnel vertical porque los tubos no encajaban a la perfección. 
Surgen dificultades técnicas en el encamisado del pozo paralelo al de Julen.
Surgen dificultades técnicas en el encamisado del pozo paralelo al de Julen.
EP

El encamisado del túnel vertical de 60 metros perforado para rescatar a Julen, el niño de 2 años que cayó a un pozo en Totalán (Málaga), tiene dificultades con el último de los tramos de tubo que debe introducirse al encontrarse con algún tipo de desviación o saliente. Para solucionar este imprevisto el equipo ha decidido ensanchar el túnel vertical abierto ante las dificultades para que los tubos del encamisado pasen de los 40 metros de profundidad. El operativo, que trabaja a contrarreloj, rellena el túnel con arena para volver a perforarlo. 

La fase de encamisado de la galería vertical tenía previsto durar entre 12 y 14 horas, sin embargo, no está cumpliendo los plazos porque al encajar los tubos, estos no llegan más allá de los 40 metros. Los tubos no sobrepasan esa cota dentro del túnel de 60 metros y, ante el riesgo de que puedan quedar atascados, se ha decidido sacarlos para preservarlos en perfecto estado, han informado fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Málaga.

Se han barajado varias opciones y se ha optado por la que se considera más segura, que consiste en rellenar el túnel con tierra fina y volver a perforarlo con un engrosamiento un poco mayor, según dichas fuentes, que han añadido que no es posible dar una estimación de tiempo y que esta maniobra ya ha comenzado. Este imprevisto que ha surgido en el encamisado se debe a la profundidad a la que se realizó la perforación. En España este tipo de tareas se realizan con una profundidad de hasta 40 metros

Este nuevo contratiempo provocará un retraso en las previsiones ya que la Brigada de Salvamento Minero de Asturias iba a empezar este mediodía a excavar una galería horizontal de cuatro metros que conectara el túnel con el pozo. El encamisado de la galería vertical es vital para garantizar la seguridad de los mineros.

Al terminarse anoche el túnel vertical, había que acometer el encamisado de la galería vertical y recrear la cota de la boca del pozo en 12 metros, además de rellenar el foso donde la maquina perforadora estaba posicionada, con el fin de crear una plataforma segura. Cuando se finalicen estas tareas la brigada de salvamento minero accederá a ejecutar -de forma manual- una galería horizontal de cuatro metros que conectará con el pozo donde se cree que está Julen, lo que estaba previsto inicialmente para este mediodía. Está por determinar la influencia de las últimas dificultades en los plazos previstos para el inicio de la labor de los mineros.

Un trabajo "realmente duro"

La Brigada de Salvamento Minero de Hunosa, llegada desde Asturias la semana pasada, está formada por 8 mineros expertos en rescates bajo tierra. Los mineros excavarán manualmente y de rodillas o tumbados esta galería horizontal de unos cuatro metros para conectar con el pozo donde está Julen, en lo que pueden emplear unas 24 horas. Bajarán de dos en dos en la cápsula de rescate, de 1,05 metros de diámetro por 2,5 de altura, diseñada por el director técnico del Consorcio Provincial de Bomberos de Málaga, Julián Moreno, y fabricada por herreros del municipio malagueño de Alhaurín de la Torre. Esta cápsula, que parece un ascensor, se maneja a través de una grúa de precisión, y tiene conductos preparados de aire; además de un adosado para cargar casi 500 kilos de tierra.

Desde la jaula "trabajarán a distancia del suelo con el fin de dejarlo como caldera para que se lleve el escombro que van produciendo". Cuando la galería alcance 1 o 2 metros, desplazarán la jaula hacia arriba. En ese momento empezarán a abrir el acceso horizontal ascendente y lo harán picando con martillo neumático de aire comprimido y con "una pala echando el material hacia atrás", ha explicado Suárez. A medida que los mineros avancen, sostendrán el techo y los laterales mediante el sistema de posteo típico de la minería de carbón. "Se va colocando una pieza en el techo de la galería y luego apuntalando con madera", ha explicado. En el caso de que encuentren roca muy dura, tendrán que ir a "microvoladuras" llevadas a cabo con explosivos no rompedores.

Los mineros trabajarán de dos en dos, uno picará y otro apuntalará, y en turnos de entre 40 y 60 minutos. Además, irán equipados con mascarillas y detectores de oxígeno y se comunicarán con el resto de técnicos encargados del operativo vía telefónica. Para facilitar los trabajos cavarán una galería ascendente, que permitirá que no se acumulen los escombros, y establecerán una atmósfera respirable para que no tengan problemas con el oxígeno, uno de los principales problemas de trabajar a tantos metros bajo tierra.

La brigada minera ha acudido esta mañana al puesto de mando del operativo de rescate de Julen. Cuando se finalicen los trabajos para encajar los tubos, será su turno, para lo que podrían tardar unas 24 horas, aunque dependerá de los materiales que encuentren.  Suárez ha dicho que si no aciertan con la altura a la que se supone que está el niño, tendrán que picar hacia arriba y a partir de ahí agrandar el pozo. "Los espacios confinados para esta gente no van a suponer ningún tipo de problema", ha concluido Suárez.

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