Según el Barómetro de noviembre del Instituto Dym para La Información, el 71,1% de los ciudadanos está en desacuerdo con la reforma del delito de malversación, y únicamente el 10,6% de los encuestados se ha posicionado a favor. La tendencia en contra a la medida es transversal al electorado de las formaciones políticas, aunque los votantes del PSOE y de Unidas Podemos cuentan con un porcentaje en desacuerdo menor, 67,2% y 61,2%, respectivamente. Mientras que las formaciones a la derecha, Ciudadanos, PP y Vox, tienen un 89,8%, 79,5% y 92,2% de votantes contrarios a la reforma, respectivamente.
La polémica sobre la posible rebaja de las penas por malversación de caudales públicos ha llevado a que el 56,3% de la ciudadanía considere que esto afectará negativamente a los votos del partido que encabeza el Gobierno. Solo un 6,7% opina que la medida le hará ganar electores. En concreto, más del 70% de los votantes de Vox, del PP y de Ciudadanos responde que la reforma del delito de malversación hará caer los votos al Partido Socialista, mientras que entre el 50% y el 60% de los votantes de Unidas Podemos y del propio PSOE aseguran también un descenso de votantes. Por otro lado, una cantidad importante de encuestados que se consideran sí mismos de izquierda, el 30,5%, no prevén influencia en las urnas, mientras que en la derecha el porcentaje cae al 18,4%.
Sustitución del delito de sedición
El Barómetro de DYM de noviembre también señala que el 61,9% de los participantes consideran que están poco o nada de acuerdo con la sustitución del delito de sedición por el de desorden público agravado y la rebaja de las penas, posicionándose a favor únicamente el el 16,7% de la población. Concretamente, son los votantes del partido Unidas Podemos, con un 43,6%, los que más se posicionan de acuerdo a la reforma, aunque cuentan con una cifra de 34,1% contraria. Por su parte, el 17,8% de los electores del PSOE están a favor de la medida y un 57,6% en contra. Entre los votantes de Ciudadanos únicamente un 10,2% serían partidarios del cambio legal, mientras que los que están en desacuerdo escalan al y un 80,2%. En el caso de los votantes de Vox, casi un 91% se opone al cambio en la estipulación del delito. Mientras tanto, en el caso del PP la oposición sigue siendo muy alta, aunque retrocede al 77,5% de sus electores.
Esta tendencia contraria al cambio del Código Penal se puede deber a que más de la mitad de los españoles (56,5%) opina que el principal motivo para llevar a cabo la reforma ha sido “contentar a algunas formaciones políticas”, en plenas negociaciones de los Presupuestos Generales del Estado para 2023, y solo un 28,9% entiende que, tal y como indicó el Gobierno, la medida se hace con “fin de equipararlo con otros países de nuestro entorno”.
Incluso un 47% de los electores del PSOE rechaza el enfoque aportado por el Ejecutivo y lo relaciona con las negociaciones políticas. El cambio legal forma parte de la lista de peticiones de ERC, uno de los socios clave de esta legislatura para el Gobierno.
De acuerdo con la encuesta del Instituto Dym, más de la mitad de los encuestados (un 52,9%), augura que la transformación del delito vendrá seguida de una caída de los votantes del PSOE. Una proporción (51,5%) que casi se repite entre los votantes socialistas. Esta idea está más arraigada, no obstante, entre los seguidores de Ciudadanos (69,9%), del Partido Popular (72,1%) y de Vox (68,3%). Solo en el caso de los de Unidas Podemos el impacto se valora con otra perspectiva y el porcentaje de quienes esperan una penalización en las urnas para el PSOE se reduce al 40,5%.
Intención de voto
En cuanto a la intención de voto, los resultados del Barómetro de noviembre, dan una nueva victoria al PP, aunque cede unas décimas respecto al sondeo de octubre. En concreto, hasta un 29,7% de los encuestados afirman que votarían a la formación presidida por Alberto Nuñez Feijóo. Hace un mes, el porcentaje era de un 30,8%. Un terreno que, sin embargo, no recoge el PSOE, para quien la intención de voto se contrae un décima entre octubre y noviembre y cae al 26,8%.
Vox, por el contrario se refuerza. La intención de voto para el partido que lidera Santiago Abascal, sube al 16,8% desde el 15,5% de octubre.
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