"No son las camas, falta personal"

Madrid se cubre las espaldas y 'estira' sus UCI para aguantar otro envite Covid

La vida no ha vuelto a ser igual en los hospitales de la región, que se están adaptando a los 'planes de elasticidad', en una contrarreloj contra los rebrotes. 

Enfermeros y médicos en una UCI.
Madrid se cubre las espaldas y 'estira' sus UCI para aguantar otro envite Covid
EFE/Marcial Guillén/Archivo

La vida en los hospitales madrileños no ha vuelto a ser la misma. Las UCI se convirtieron en el campo de batalla donde los sanitarios libraban cada guerra cruzando los dedos para que no fuera la última. Las vergüenzas de unos hospitales demasiados rígidos para resistir una oleada de pacientes quedaron al descubierto. "Desde la desescalada y con la vista puesta en la nueva normalidad, hemos trabajado sin cesar en desarrollar los planes de elasticidad", explican a La Información desde la Consejería de Sanidad del que fue el epicentro de la pandemia. La telaraña de los rebrotes no deja de crecer. Madrid debe 'estirar' sus UCI a tiempo para un segundo envite, del que ya se hacen eco los expertos. La puesta a punto es crucial para evitar otra debacle.

"La obra no es nueva... es algo que se inició durante el estado de alarma y que se ha decidido mantener", afirman a este medio fuentes de la UCI del Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla. Urge garantizar un espacio limpio y otro 'sucio'. "Se está procediendo según la normativa de la Comunidad de Madrid", explican desde el centro de Carabanchel. "Todos los movimientos se están destinando a tener la unidad lista para que, en un escenario donde haya un repunte de nuevos casos, podamos disponer de la unidad separada estructuralmente en dos circuitos bien diferenciados". 

La experiencia manda. Mientras que en el pico de la pandemia, los hospitales fueron poniendo baldosas al tiempo que la Covid avanzaba, ahora la región vive una 'calma chicha' de las que impiden bajar la guardia. "En nuestro caso nunca llegamos a retirar los respiradores del gimnasio", aseguran desde el Hospital Infanta Leonor, uno de los más golpeados por la expansión del brote de todo el Servicio Madrileño de Salud (SERMAS).

La idea de un 'plan de elasticidad' no es nueva. "La Comunidad de Madrid ya lo firmó en la desescalada y, desde entonces, la adaptación de las UCI se ha ido haciendo con este fin", relatan desde el departamento que lidera Enrique Ruiz Escudero. "Que se esté trabajando en ampliar las capacidades de las unidades de intensivos no implica que se haga movidos por el temor a otra oleada, ni porque hayamos percibido un aumento de infectados que nos haga acelerar. Se trata, ni más ni menos, de la continuidad de una hoja de ruta que ya se adoptó durante el avance de la comunidad por las fases de la desescalada", zanjan en una llamada con este diario.

Doblegar la curva fue el mantra de la cruzada contra el coronavirus. En el pico, 4.000 pacientes llegaron a dormir a la vez en una cama de cuidados intensivos. El conjunto de los hospitales públicos de España disponen de poco más de 4.500. A simple vista, las cifras cuadran, a pie de camilla, faltaron catres. La ola Covid fue tan desigual en todo el territorio nacional que, mientras las UCI de ciertos hospitales funcionaron casi con normalidad, las de otros lo hacían al 300% de su capacidad. En la previsión estará la llave para evitar que los pacientes vuelvan a amontonarse en los pasillos

La mosca detrás de la oreja. Las direcciones médicas han instado a los sanitarios madrileños a cogerse las vacaciones antes de septiembre. Todo es niebla tras el verano. Este miércoles, el Ministerio de Sanidad notificó 730 nuevos casos. La peor cifra desde el 8 de mayo. La cascada de focos ya ha cristalizado en un repunte de contagios, que ha puesto a Aragón y Navarra en el centro, pero del que Madrid tampoco sale indemne. La comunidad que lidera Isabel Díaz Ayuso ha pasado de contabilizar poco más de 100 positivos en una semana a informar de 70 en 24 horas. Teniendo en cuenta que los casos asintomáticos son cada vez más y que el rastreo apenas localiza a 3 contactos por nuevo infectado... la escena deja poco margen para el respiro. 

"El problema no son las camas... sino la falta de personal"

Buena parte de los hospitales madrileños son antiguos y están llenos de recovecos. Esta particularidad impidió, durante el pico, doblar camas de críticos con la agilidad con que se necesitaban. El limitado espacio tampoco favoreció la labor de los equipos. Muchas veces, apenas había espacio para que un par de internistas trabajasen a la vez. La sanidad madrileña trabaja con el tiempo en contra para apuntalar un escenario con garantías. La primera, que los pacientes sospechosos de infección o con el SARS-CoV-2 como diagnóstico, no se cruzarán con el resto. Los planes de elasticidad también aspiran a una mayor capacidad, que ya no se limita a aumentar las camas de críticos, sino a asegurar espacio suficiente para que hasta cinco sanitarios trabajen a la vez. 

El verano siempre ha sido mal momento para captar celadores y enfermeras. En Madrid el agujero toca desde a los centros de Atención Primaria a los servicios de Salud Pública. "Los contratos que no se cubren es porque no encontramos especialistas", admitía la consejería a La Información hace unos días. La primera son las legiones contra el virus. Los segundos son el muro de contención. "Lo difícil no es aumentar la capacidad...  el problema sigue siendo el personal", aseveran desde el Gómez. La elasticidad de las UCI se asemeja a un milagro y Madrid parece bien encaminada en la multiplicación de las camas y los respiradores... pero los sanitarios no entienden de milagros. 

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