La batalla del 4-M

Barrio de Salamanca: el feudo de Ayuso vuelve al confinamiento un año después

Es territorio del PP aunque el Círculo de Podemos del barrio es uno de los más numerosos de Madrid. La mayoría apela al voto útil que representa el PP para "frenar al comunismo".

EFE
Barrio de Salamanca: el feudo de Ayuso vuelve al confinamiento un año después
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"Hoy 22 abril estamos vacunando por los 77-76 años. Vamos llamando por los 75 años. Llamamos por teléfono. Estén atentos. ¡¡Vacuna Pfizer!!". El centro de salud que ha colocado en su puerta este cartel, escrito con rotulador negro y rojo en una pizarra de vinilo blanco, no está en la 'España vacía'. Se encuentra en la calle Castelló, el corazón del madrileño barrio de Salamanca, justo frente al Colegio del Pilar, donde estudiaron los expresidentes José María Aznar y Alfredo Pérez Rubalcaba, entre otros. Un barrio que ostenta la mayor renta media de la capital (24.433 euros) y que encara las elecciones autonómicas del 4-M como 'territorio' de Isabel Díaz Ayuso. Un feudo del PP... en el que Vox ha ganado presencia. 

"Vengo a informarme sobre cuándo me toca vacunarme porque es complicado contactar por teléfono. Siempre comunica. Tengo 73 años y a algunas de mis amigas ya les han llamado. Por lo que veo en este cartel, todavía tendré que esperar un poco. (El proceso) va muy lento. Será que el Gobierno de Pedro Sánchez no da a la Comunidad de Madrid las vacunas que necesita y que le corresponden", opina Antonia ante el centro de salud. Para ella, el 'sosegado' ritmo de la campaña de vacunación no es responsabilidad del Ejecutivo regional, aunque las competencias en Sanidad estén en sus manos. "Es cierto, pero este Gobierno de socialistas y comunistas castiga a Madrid porque su presidenta les ha plantado cara y lo está haciendo muy bien. Aquí, en este barrio, todos vamos a votar por Ayuso el 4-M", sentencia.

El barrio de Salamanca describe un cuadrado casi perfecto 'perimetrado' por el Paseo de la Castellana, las calles de Alcalá y O’Donnell, la M-30 -al este- y la Avenida de América -al norte-. Es un barrio 'envejecido' -la edad media de sus 145.000 habitantes supera los 50 años-, una de las más áreas comerciales más importantes de la capital -con la llamada 'milla de oro', en torno a las calles Serrano, Claudio Coello y Ortega y Gasset- y el cuarto barrio más rico de España tras La Moraleja (Alcobendas, Madrid), Vallvidriera-Tibidabo (Barcelona) y Somosaguas (Pozuelo de Alarcón, Madrid).

Aquí, el precio medio del metro cuadrado de una vivienda ronda los 6.000 euros y el del alquiler de un local comercial, los 3.500. "Yo, por suerte y por haber trabajado mucho, pude, en su día, comprar el bar. Si no, en las circunstancias actuales, no hubiera podido hacer frente a un alquiler”, confiesa Pedro, propietario de una cafetería ("de toda la vida") en la calle General Pardiñas. No duda de que votará por Isabel Díaz Ayuso, en gran medida porque comparte el lema del campaña del PP. "Éste no es un barrio de señoritos, es de gente trabajadora que ha sabido hacer las cosas bien a base de mucho esfuerzo. Ahora solo pedimos eso, que nos sigan dejando trabajar con libertad. De este bar dependen mi familia y las de los seis empleados. ¿Y quién nos deja trabajar? La respuesta está clara: Ayuso. Y que quede claro que yo no soy de derechas. En el 82 voté a Felipe González", sentencia. 

Cerca de la cafetería de Pedro, en la misma calle, hay otro bar, que refleja otro de los fenómenos que han marcado la vida de este barrio en los últimos años: la llegada de venezolanos que huyen del chavismo. 'Amasando, Comida venezolana' es un buen ejemplo: aquí el plato 'estrella' no es la tortilla de patatas, es la arepa. "Como dice el PP de Ayuso (no pocos en el barrio hablan del 'PP de Ayuso', no del PP de Casado) la elección es entre socialismo o libertad", cuenta Francisco a las puertas del bar, "y esta cafetería venezolana a miles de kilómetros de su tierra deja claro cuál debe de ser la elección: libertad".

Antonio no dice a quién votará -"el voto es secreto"- pero sí admite que ha sufrido en carne propia el alza de los alquileres en la zona. Hace unos meses se vio obligado a trasladar su tienda de deportes de la esquina entre General Pardiñas y la calle Goya, donde llevaba más de 40 años y pagaba 6.000 euros al mes, a otro local en la misma calle "más pequeño, más barato y más escondido". Carga contra nuestros gobernantes, "de cualquier color", y se queja por los impuestos y la falta de ayudas en estos tiempos de pandemia. “En esta zona los alquileres son altísimos; todos son gastos porque pagamos los mismos seguros sociales, autónomos, luz, agua, teléfono... Es una vergüenza seguir pagando lo mismo si no ingresamos porque no tenemos ventas. ¿De dónde sacamos el dinero? Así han tenido que cerrar más de 35.000 tiendas en Madrid", lamenta. 

El resultado en el barrio de Salamanca en las elecciones generales de noviembre de 2019 vaticina por dónde irán los tiros el 4-M. En aquellos comicios, el PP se hizo con el 40,87% de los votos, Vox ocupó el segundo lugar con el 20,21% y el PSOE fue tercero (16,84%), seguido de Ciudadanos (9,61%), Unidas Podemos (6,57%) y Más País (4,3%). En números redondos, 61.000 votos (71%) para PP, Vox y Ciudadanos y 24.000 (29%) para PSOE, Unidas Podemos y Más País.

En el barrio de Salamanca no abundan los vecinos que votan a la izquierda pero sí que los hay. De hecho, el círculo de Podemos es de los primeros que se formó en el año 2014 y uno de los más numerosos de Madrid. Ignacio, de 53 años, 'ejerció' como apoderado de la formación en las generales de 2019 en las mesas electorales instaladas en el Colegio del Pilar. Allí votó, por ejemplo, un Pablo Casado recién elegido como máximo dirigente del PP. "Las papeletas de PP y Vox ‘volaban’ entonces de las mesas a las urnas... Y a nosotros no nos votaba casi nadie. No vamos a engañarnos: ahora, por eso del voto útil, va a arrasar Díaz Ayuso en detrimento de Vox. El barrio de Salamanca va a votar el 4-M masivamente a Ayuso. Es lo que hay. Esperemos que nosotros podamos rascar algo", dice.

Apenas hay 200 metros desde el Colegio del Pilar donde Ignacio fue apoderado de UP hasta Núñez de Balboa, entre las calles Hermosilla y Don Ramón de la Cruz, epicentro hace casi un año de la llamada 'revuelta de los cayetanos’ contra el confinamiento y el estado de alarma decretado por el Gobierno de Sánchez e Iglesias.

La zona -donde destaca la ausencia casi total de carteles electorales en la mayoría de arterias del barrio, excepto en Serrano o Velázquez- está otra vez confinada perimetralmente hasta el 3 de mayo, un día antes de las elecciones, junto a otras 15 zonas básicas de salud y cinco municipios de la Comunidad de Madrid. "¿Ah, estamos confinados? No lo sabía. Yo salgo y entro del barrio sin problemas, como siempre, y aquí hago la vida de siempre. Aquí quienes nos confinaron fueron Sánchez y 'El Coletas’ (sic). ¿Cómo nos va a confinar Ayuso? Ella nos deja trabajar y vivir en libertad. Yo voté a Vox en las últimas tres elecciones, pero ahora todos estamos con Ayuso. Va a parar al comunismo", dice Raúl, un joven universitario.

Muy cerca, en el Mercado de la Paz de la calle Lagasca, la terraza de Casa Dani, donde se hace la mejor tortilla de patatas de Madrid según la mayoría de guías gastronómicas , está a rebosar. Grupos de jóvenes que ya han finalizado su jornada disfrutan del 'after work'. Nadie quiere hablar de política. "Ahora estamos disfrutando", dice uno de ellos.

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