Empresas que han dado el paso

"Somos más productivos y facturamos más": la jornada de cuatro días ya existe

Firmas como La Francachela, primera dedicada a la hostelería que reduce a cuatro jornadas la asistencia laboral, o Software DelSol, la pionera en hacerlo desde enero, destacan todas las ventajas de su aplicación.

Los establecimientos de La Francachela en Madrid han sido de los primeros en aplicar los cuatro días laborales.
Los establecimientos de La Francachela en Madrid han sido de los primeros en aplicar los cuatro días laborales.
La Francachela

"La realidad es que si preguntas en muchas empresas del Ibex 35, hay bastantes que están aplicando medidas sobre sus jornadas laborales que van más allá de la semana de cuatro días. Aunque no lo verbalizan, las grandes empresas están experimentando con jornadas laborales flexibles o reducciones de jornada que, en el fondo, van mucho más allá de los cuatro días. Lo que ocurre es que no hacen bandera de ello". María Álvarez es empresaria. "Como tal, busco la rentabilidad de mis negocios", y se ha convertido de las primeras en aplicar oficialmente en España la semana laboral de cuatro días en una de sus empresas, la cadena de restaurantes la Francachela. 

Es además creadora de la plataforma 4Suma!, en el mes de mayo, en plena pandemia, que defiende la implantación de la semana laboral de 4 días en España. "Cada vez se está hablando más del tema en todo el mundo. Es un movimiento que se está acelerando una barbaridad y creo que esta va a ser una realidad generalizada en un plazo corto de tiempo".

Trabajar cuatro días y librar tres. La semana laboral de cuatro días vuelve a estar en el debate después de que el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, admitiera en una entrevista televisiva de que Trabajo "exploraba" esta medida en el marco del diálogo social y que incluso la titular del área, Yolanda Díaz, fuera más allá y anunciara que se planteaba reducir la semana laboral a 32 horas al estar incluida esta propuesta en el acuerdo de gobierno de coalición.

Los miembros de Podemos en el Ejecutivo azuzaban este debate pese a que la pasada semana, como otros 329 de los 350 diputados, habían votado en contra de una enmienda a los Presupuestos Generales del Estado de Más País, el partido de Íñigo Errejón, en la que se planteaba destinar 50 millones de euros a incentivos para reducir a cuatro días la jornada semanal. Un dinero que se nutriría del fondo de Recuperación y Resiliencia y con el que se ayudaría a las empresas a que secundaran la iniciativa. 

Una iniciativa que, por otro lado, ya planean implantar en la Comunidad Valenciana presidida por el socialista Ximo Puig. De cualquier manera, el Ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, zanjó esta misma semana el que parece ser el enésimo desencuentro en el gobierno de coalición asegurando que no creía que España tuviera "margen" para implantar una semana laboral de cuatro días e indicando que no consideraba "que España sea un país que, con sus niveles de productividad y competitividad, tenga que dar prioridad a ese asunto", en referencia a una jornada de 32 horas semanales. 

De las intenciones a los hechos, hay ya empresas que han dado el paso por sí mismas. La ya citada La Francachela, la valenciana Zataca Systems, la startup Campus o la que realmente fue la pionera en España, Software DelSol, de Mengíbar (Jaén), que comenzó a aplicarla el 1 de enero de este año para sus 186 empleados. Sin ayudas ni decisiones oficiales. Solo como una manera distinta de afrontar el trabajo pendiente.

¿Y cómo les va? "El experimento funciona", asegura Patricia Draghici, fundadora y CEO de Campus, que organiza el mayor evento de emprendimiento joven del sur de Europa, el Biscay Bay Startup Campus (BBSC). La semana laboral de cuatro días "empezó como un experimento y se va a quedar como una política de la empresa". Tras el periodo de adaptación a la nueva situación por parte de los trabajadores de Campus, que pese a la reducción de jornada no han visto reducido su sueldo, "el coste de la medida, si es que hay coste, es infinitamente menor que los beneficios que aporta".

Pero como decimos, en la implantación de la semana de cuatro días laborables en España hay un pionero y éste es Software DelSol. Una compañía creada hace 28 años y dedicada a soluciones profesionales y software de gestión, facturación, contabilidad y laboral para pymes, con más de 56.000 clientes, y que además, desde el inicio de la pandemia, tiene al 100% de la plantilla trabajando desde sus casas. "Once meses después de implantarse la medida de la semana de 4 días puede decirse que ha sido un éxito total. En retorno de la inversión, en bienestar de los trabajadores y satisfacción de los cliente y en producción porque facturamos un 20% más que antes", cuenta Luis Salido, responsable de marca de la compañía jiennense.

Los tres últimos meses de 2019 la empresa se preparó para "aplicar esta iniciativa novedosa casi a nivel mundial" e invirtió 450.000 euros en formación, material, costes salariales e incluso aumentó su plantilla en 16 personas. Una plantilla que ha pasado de las 40 horas semanales a trabajar 36 horas a la semana en invierno y 28 en verano. "Obviamente la empresa no cierra", explica Salido, "y hay parte de los trabajadores que descansamos los viernes y hay otra parte de la plantilla, la que tiene ver con atención al cliente y que tiene un contacto más directo con él, que tiene un sistema de rotación y descansa un día laborable semanal alternativo y cada cinco semanas descansa un jueves y el lunes siguiente y tiene así un puente cada cinco semanas. Hemos reducido el horario de trabajo de los trabajadores, pero hemos ampliado el horario de atención al público".

El representante de Software DelSol, sin embargo, reconoce que en la implantación de este modelo "exitoso" han existido los inconvenientes propios de "ser pioneros". Por ejemplo "amarrar todas las cuestiones legales y laborales con el comité de empresa y luego hacer que funcione una organización como si fuera un castillo de naipes. Administración, recursos humanos, ventas... Dar sentido a la medida y que esta no sea efímera ni una búsqueda de notoriedad sino una medida, desde la responsabilidad y el convencimiento, que busca sostenibilidad económica y social y, por supuesto, rentabilidad".

Software DelSol recibió, en la primera semana de enero, 1.200 currículums al adoptar la semana de cuatro días y además no ha ‘tocado’ el sueldo a sus empleados e incluso ha aplicado una subida salarial para 2020 ha sido del 3,2%. En los próximos días volverá a contratar a otras once personas. Además, el absentismo laboral se ha reducido un 30% y el índice de satisfacción de sus clientes es de más de 8,5 sobre 10. 

Carmen es una de las trabajadoras de esta empresa creada por Fulgencio Meseguer en 1992. "Tengo más tiempo para mí y mi familia", dice. No en vano, trabaja cuatro días y libra tres, "pero estoy si cabe más motivada. Si antes dabas el 100% ahora das el 120%".

¿Quién dijo que el sistema de la semana de cuatro días no se puede implantar en la hostelería y es solo cosa de compañías tecnológicas? Incluso, el secretario general de Hostelería de España, Emilio Gallego, considera que "no es el momento del debate de los cuatro días de trabajo a la semana porque estamos muy preocupados por la recuperación de la actividad completa para el sector de hostelería y turismo", pero en La Francachela, con cincuenta empleados, dos restaurantes en Madrid, en Medialab Prado y en Matadero, y un servicio de catering, quiere demostrar que un camarero también puede trabajar cuatro días y librar tres.

La Francachela se convirtió así "en el primer negocio de hostelería que introduce la semana laboral de 4 días" porque "estamos convencidas de que todos y todas debemos aprender de esta pandemia para transformar lo que no funciona", explica María Álvarez, una de sus fundadoras. Y por eso, en su reapertura tras el confinamiento, en el mes de mayo, La Francachela decidió convertirse en el primer restaurante de nuestro país que introduce la semana laboral de 4 días. María, tras asegurar que ahora son "más productivos y rentables" que antes de la medida, explica que "después de estos meses de incertidumbre, no podíamos volver como si nada hubiera pasado. Hemos aprendido que trabajar y cuidar a la vez es casi imposible, que tenemos que acostumbrarnos a nuevas formas de relacionarnos y de organizar el tiempo, evitar aglomeraciones y cuidar más el medio ambiente y la vida". 

Pero, ¿cómo se hace en un restaurante? "Con más personal y menos horas de trabajo por el mismo sueldo. Para hacer posible la conciliación, para evitar aglomeraciones en el transporte público y en el privado, y en los espacios de trabajo, para trabajar menos horas y trabajar más personas, trabajar mejor y ser más eficaces y productivas, con más tiempo para el ocio y la vida". Así, "contratamos a 40 personas más en plantilla; hemos estructurado los horarios para hacer turnos continuos y dos equipos que se crucen lo menos posible, para reducir el riesgo de contagio; la jornada máxima se reduce a 35 horas, con el mismo salario; hemos retirado platos que requerían mucha elaboración al servir y vamos a externalizar algunas preparaciones al comercio local (como, por ejemplo, que el carnicero nos traiga hechas las hamburguesas); cambiamos la forma de atender y a partir de ahora, el cliente podrá pedir por WhatsApp. Pensamos que, entre otras cosas, de esta forma vamos a agilizar y mejorar la atención... Y así, como está sucediendo, contamos con incrementar la productividad y mejorar la experiencia del cliente".

Sin embargo, y pese a estas experiencias positivas, la cultura de la semana de cuatro días aún no está implantada ni en España ni en el mundo en general. De hecho, la duración de la jornada laboral se encuentra, por ejemplo, en el germen del conflicto laboral que afecta ahora mismo en Valencia a los empaquetadores de naranjas -unos 60.000, de los que el 90% son mujeres- y que llevará a los trabajadores a la huelga esta próxima semana. El conflicto parte porque los sindicatos, CCOO y UGT, no aceptan la implantación de la ‘novena’ hora en la jornada laboral (una prolongación de la jornada de ocho horas obligatoria y sin aviso previo) ni la ampliación de esta a los sábados, mientras que la patronal, el Comité de Gestión de Cítricos y las Cooperativas Agro-alimentarias de la Comunidad Valenciana aseguran que su propuesta es poder trabajar algunos sábados cuando lo requiera la demanda, respetando la jornada semanal de 40 horas en los almacenes de cítricos, y ven "irresponsable" la huelga convocada.

Sea como fuere, María Álvarez habla de que "creo que éste es un cambio de modelo que suscita un consenso amplísimo, aunque otra cosa es que no nos pongamos de acuerdo en cómo y cuándo aplicarlo". Está convencida de que "cada vez van a ser más las empresas que adopten esta reducción de jornada, como va a probar durante un año Unilever en Nueva Zelanda". Y es que "desde que nosotras lanzamos la campaña 4Suma! en mayo han salido a la palestra defendiendo la semana de cuatro días laborables la primera ministra de Nueva Zelanda, de Finlandia, el partido Laborista británico ya lo pedía, también salió a defenderlo el ministro de Trabajo alemán, el primer sindicato alemán... Es un movimiento que se está acelerando una barbaridad, en los últimos cinco meses, en el panorama internacional".

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