La próxima cumbre de la OTAN, que tendrá lugar los días 28,29 y 30 de junio (en menos de dos semanas), está marcado en rojo por Moncloa. Así, y según confirman fuentes del Ministerio del Interior, el presidente Pedro Sánchez está supervisando "estrechísimamente" cada detalle con una periodicidad "muy elevada". Son reuniones en el palacio presidencial para analizar la preparación desde ópticas muy diferentes. El trabajo de preparación lleva más de un año y, aunque dicen que hoy "están" donde se habían marcado "estar", estos próximos 15 días serán "clave" ya que van a ser los más complejos hasta que culmine la fase crítica (que será durante los propios días de la celebración).
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, tiene como objetivo para esta cumbre mantener la "paz social" y que no exista ningún tipo de alteración o colapso en las calles. Para ello, han propuesto una serie de medidas -por medio de la Operación Eirene (en honor a la diosa griega de la paz)- para que la cumbre discurra de la forma más tranquila posible. Entre estas, cabe mencionar el mayor dispositivo de seguridad de la historia de España (6.500 policías nacionales o 2.400 guardias civiles, entre otros), minimizar el uso del transporte privado y la petición expresa por parte del Ministerio del Interior para que se teletrabaje durante los tres días que tenga lugar la reunión multilateral.
Aunque en el recinto ferial de Ifema tendrán lugar los principales actos de la cumbre de la OTAN, habrá también otros espacios de la capital que albergarán reuniones. Uno de ellos será en una sala "especial" del Museo del Prado. Allí tendrá lugar una cena 'euroatlántica' con los 40 líderes para tratar la relación entre la UE y la OTAN. Un día antes, los líderes de los países miembros de la organización y también de los invitados (Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda) cenarán en el Palacio Real junto con los Reyes. Por otro lado, la llegada del presidente ucraniano Zelensky se espera, aunque no se sabrá hasta última hora si podrá asistir.
Desde Interior remarcan que los días 28, 29 y 30 de junio van a ser "muy exigentes". Por lo que se prevé un blindaje absoluto, sobre todo en el núcleo de la cumbre (Ifema), cuya seguridad va a estar dirigida por un equipo específico que estará conformado por el CNI (Centro Nacional de Inteligencia), el CITCO (Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado), la seguridad diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores, la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Policía Municipal. Además, también habrá seguridad de la OTAN, del Ayuntamiento de Madrid, de la Comunidad y del recinto ferial.
Uno de los aspectos relevantes de los preparativos previos ha sido la modificación del decreto que otorgaba exclusividad en la contratación de todo lo relacionado con la cumbre al Ministerio de Asuntos Exteriores. Ahora, este decreto se abre al resto de ministerios porque se ha entendido que es necesario "ampliar el espacio". Por otro lado, mientras tengan lugar los diversos actos, Sánchez mantendrá reuniones bilaterales con sus homólogos. Hasta ahora, se desconoce si el presidente de EEUU, Joe Biden, acudirá a La Moncloa, pero -sin duda- esta cita debe ser una de las que más se esté trabajando en Presidencia.
Un presupuesto total de 50 millones
El coste total de la celebración de la cumbre de la OTAN llegará, como mucho, a los 50 millones de euros. No obstante, la cifra oficial no se sabrá hasta después del 30 de junio. En este presupuesto hay que tener en cuenta dos gastos importantes: los 37 millones que han supuesto la licitación del recinto de Ifema y toda la seguridad desplegada de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (por ejemplo, muchos policías y guardias civiles cobran dietas distintas al proceder de lugares diferentes). Un presupuesto que será inferior al de otras cumbres -como la de Polonia- que llegó a sumar varios cientos de millones en gastos.
Fuentes de Interior aseguran que la colaboración con el Ayuntamiento de Madrid, que dirige José Luis Martínez-Almeida, y la Comunidad de Madrid, presidido por Isabel Díaz Ayuso, esta siendo "muy buena". Destacan la buena coordinación con las dos administraciones. "Estamos remando muy bien juntos". Pese a que la preocupación es "total", las mismas fuentes confirman que no aprecian hasta ahora ningún clima adverso que desestabilice la próxima cumbre.
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