Cataluña resiste la 'tormenta' de la Covid-19 y la fuga de empresas amparada en el paraguas de su capital humano y gracias al empeño de "los pequeños empresarios" que actúan como "caballería ligera". Así lo afirma Joan Capdevila, diputado de ERC en el Congreso y presidente de la Comisión de Industria, Comercio y Turismo. Han pasado cuatro años desde la celebración del referéndum de independencia, una fecha que supuso un punto de inflexión en Cataluña, con el 'pistoletazo' a la fuga de empresas y un estallido social que mantuvo en alerta a Europa con recomendaciones de no viajar a la Comunidad. Tras ese tiempo, el tejido empresarial mantiene la economía a flote tras sumarse el 'hachazo' de la pandemia, aunque muy tocada y con un dato abrumador: desde octubre de 2017 han salido 7.071 empresas, en contraste con las 2.087 que se han instalado en Cataluña. Así, el saldo negativo de empresas asciende a un total de 4.984 entidades, según datos recogidos del Colegio de Registradores Mercantiles.
En el marco del inicio de las negociaciones de los presupuestos, la llegada de los fondos europeos y la mesa de diálogo, Cataluña tiene tres claves para recibir flujo de capital. Pero, a efectos prácticos, la 'fuga' empresarial no es, defiende ERC, el factor que más ha mermado la economía catalana sino los estragos de la pandemia, que han tenido efectos desiguales en los sectores catalanes. Ha 'pulverizado', sobre todo, empresas del sector comercial, turístico e industrial. Sin embargo, el saldo negativo de empresas afecta a la atracción de inversión por la 'imagen' de inseguridad. "Al margen de lo que provoque el 1-O considero muy menor el daño dentro de la crisis de la Covid, que sí que ha sido durísima por el cierre de negocios", explica el diputado de ERC. Negocios de la "economía real".
Actualmente, en pleno aniversario del 1-O, el Govern se enfrenta a retos económicos completamente diferentes a los de hace cuatro años. La gestión de los fondos europeos, de los que Cataluña se verá gratamente beneficiada, son claves para sanear el tejido empresarial y reactivar la economía. Además, las preocupaciones se han reubicado. La intranquilidad por el traslado de sedes sociales catalanas a otras regiones se ha desplazado a otras problemáticas mayores como la moratoria del ERTE, las ayudas a autónomos y pymes y el requerimiento de suministro y materia prima en el contexto de la escalada del precio de la luz. Esta última preocupación, subrayan desde ERC, es mucho más urgente y acuciante por la desconfianza "a la capacidad de reacción del Gobierno" a dicha realidad.
Una sombra de sospecha que también se cierne sobre los fondos europeos y los presupuestos por parte del Govern. En contra de la gestión central, Cataluña reclama la creación de organismos autonómicos que repartan las ayudas europeas, tal y como pidió en junio el conseller de Economía, Jaume Giró, de JxCAT. La posición de ERC también es que las administraciones locales y autonómicas gestionen dichos fondos por agilizar la respuesta a la crisis. "No se deben aplicar recetas que no funcionan y que suponen trámites administrativos que dificultan las ayudas", especifican. Critican que se cierren convocatorias por el poco margen de tiempo para tramitar las solicitudes a ofertas públicas ayudas. Y por eso, ante la previsión de la 'lluvia de millones' de los fondos de la UE, son prudentes. "Eso solo lo aguanta el papel, hay que ver cómo se ejecuta", reclaman, sospechando que las ayudas podrían aumentar la morosidad en las grandes empresas al quedarse al margen de las pymes.
El mismo 'muro de hielo' de desconfianza se mantiene con los presupuestos. El año pasado ERC y el PSOE pactaron aprobar una inversión presupuestaria para Cataluña de 2.339 millones, 100 millones más de los que tenía previstos en un inicio. El Gobierno espera contar este año con el apoyo de los partidos del Govern para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado y se auguran 'tiras y aflojas' para recibir una cantidad generosa también este año. Sin embargo, según denuncia el miembro de ERC, hay una lista de faltas en la ejecución de esa previsión presupuestaria en algunos campos, como en "salvamento marítimo" y "corredores humanitarios". Las tácticas de 'seducción' por parte del Gobierno ya se iniciaron en verano cuando la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, puso sobre la mesa 1.024 millones de euros de deuda a cambio de aprobar los presupuestos.
Además del Govern, el PSC también trabaja 'a la sombra' por la reactivación económica. De la mano de la 'agenda del reencuentro', la formación de Salvador Illa trabaja desde inicios de año junto con un equipo de empresarios afines y economistas en propuestas fiscales y sociales que ayuden a solventar la crisis de la pandemia. El partido espera tener una hoja de ruta consolidada con apuestas claras de inversiones y con el beneplácito del tejido empresarial, previamente atraído, para estar preparado en un futuro ante un posible salto a la presidencia de la Generalitat. Para ello, Illa confía en que se desvanezca el conflicto y avancen las negociaciones con el Ejecutivo español.
Así, ante una economía maltrecha, la resiliencia de Cataluña se mide por miles de pequeñas y medianas empresas con plantillas en ERTE que luchan por no cerrar. Ahora las pymes buscan aferrarse ahora a las ayudas europeas como un bote salvavidas, sobre todo el sector hostelero, muy afectado por el cierre que ha sufrido durante más de un año. Aún así, a pesar de las distancias y las críticas, fuentes de ERC recalcan que han sido fundamentales las "muletas" de las moratorias del ERTE y la prórroga de ingresos de impuestos para dar oxígeno a las pymes.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios