Su 'obsesión'

Zegona busca calcar el 'plan Euskaltel' en Vodafone: de los recortes a la cúpula

Coloca las cifras de la operadora vasca como baremo principal para medir la reducción de costes. Insiste en que propondrán el fichaje de José Miguel García, con el que aún tendrán que pactar el contrato y su 'bonus'.

Eamonn-O'Hare, CEO de Zegona
Zegona busca calcar el 'plan Euskaltel' en Vodafone: de los recortes a la cúpula.
Zegona

Decenas de menciones en el folleto de la ampliación de capital presentado esta semana. Euskaltel es una 'obsesión' para Zegona. El plan del fondo británico para la división española de Vodafone tiene en la operadora vasca prácticamente el único espejo en el que mirarse. Coloca las cifras logradas bajo su gestión en la firma hoy bajo el paraguas de Másmóvil para justificar los recortes de costes de adquisición de clientes o de estructura laboral. En esa repetición del 'libreto' usado hace más de tres años, insiste en que propondrá como primer ejecutivo a José Miguel García, exCEO de la teleco del norte, con el que tendrá que negociar términos exactos y su 'bonus'.

Ese 'espejo' se utiliza en el plan de recortes. A los inversores que acudan a la ampliación, entre ellos los accionistas actuales de la gestora cotizada en Reino Unido, se les ha repetido la comparativa con la operadora vasca y los números de un 2020 muy distinto al actual en el que Digi estaba en los primeros pasos de su expansión más fuerte. En varias ocasiones, Zegona tiene la necesidad de explicar que el 'benchmark' utilizado con Euskaltel para los ingresos o para los costes se basa en cálculos anualizados de los nueve primeros meses de ese ejercicio -en los que ellos eran accionistas mayoritarios y lideraban la gestión-. 

En los costes, los británicos dirigidos por Eamonn O´Hare colocan a los vascos como ejemplo. Insisten en que hay que mejorar el margen de flujo de caja de Vodafone España al obtenido por Euskaltel en ese año 2020. Una de las grandes promesas que ha puesto sobre la mesa se centra en la eficiencia: apretará más las tuercas. Y los ahorros también se ponen en comparación con los obtenidos hace tres ejercicios: creen que si la diferencia actual entre los márgenes de caja de su futura 'criatura' y los vascos se reduce un 50% implicaría ahorros de 320 millones de euros.

En cada uno de los capítulos donde quiere actuar para lograr esas eficiencias introduce datos de Euskaltel. Desde los costes vinculados a la captación de clientes (339 euros) hasta las deudas incobradas pasando por el contenido televisivo, los gastos e inversiones en tecnología o el negocio mayorista. Hay que tener en cuenta que se trata de dos negocios diferentes y en momentos de mercado muy diferentes. Entre esos recortes se encuentran "despidos selectivos". En esto también echan mano de su 'libreto': aseguran que a 31 de marzo de 2023 había más de 4.000 empleados en Vodafone frente a los 2.400 de Másmóvil -que adquirió Euskaltel-.

¿Qué sucedió en la teleco del norte? Hubo una externalización a ZTE -que supuso la salida de unos 40 empleados- en las tareas de mantenimiento de red, salidas de directivos y también despidos sin ejecutar ningún Expediente de Regulación de Empleo (ERE) frente a un comité de empresa con conexiones políticas. Desde los sindicatos no ha habido ningún tipo de pronunciamiento hasta que no existe un cambio de manos y se planteen las medidas. Lo que resulta evidente es que Zegona interpreta la existencia de una representación sindical como la de Vodafone -UGT y CCOO como las dos organizaciones relevantes- como un "riesgo" para tomar las medidas de racionalización con la que rentabilizar su inversión.

La 'netCo' y el primer ejecutivo

También tratará de revivir lo logrado en 2020 en el lado de la gestión. Insiste en "inyectar" equipo ejecutivo senior "con gran experiencia". Este será dirigido por José Miguel García, ex CEO de Jazztel y de Euskaltel y un 'viejo conocido' del sector de las telecomunicaciones español. No hay ningún contrato firmado por ambas partes hasta ahora y se deben perfilar los flecos últimos, como avanza Zegona. Asegura que esa es su apuesta pero aún no está cerrada. 

Deberá poner sobre la mesa una oferta jugosa para un ejecutivo que pactó un plan de 'stock options' con los británicos que le habría permitido ingresar más de 8 de los casi 30 millones de euros del pago que se repartió a la cúpula tras la OPA lanzada por Másmóvil en 2021. En esta ocasión también estaría vinculado a una potencial transacción de venta o de salida a bolsa y se basaría en creación de valor para los accionistas.  Los propios cofundadores de Zegona, Eamonn O´Hare y Robert Samuelson, también cuentan con su propio plan de incentivos. Según queda reflejado en ese folleto de la ampliación, los gestores se aseguran el derecho a recibir en el momento del ejercicio hasta un máximo del 15% del crecimiento en valor.

En el 'plan Euskaltel' también está la desinversión de las redes fijas para aligerar la estructura de activos -y sus costes vinculados- en el balance. En este sentido, apunta a la venta a un inversor de estos activos o la fusión con un operador existente "como Telefónica u Orange/Másmóvil, suponiendo que se complete la fusión". En el primer caso, quien se encargara tendría que llevar a cabo una actualización que supondría, según sus cálculos, entre 600 y 700 millones de inversión. "Zegona tiene experiencia en realizar estas operaciones que se persiguieron con Euskaltel en 2020/2021 y que no se concluyeron por la venta a Másmóvil", apostilla. Apunta a que esta última transacción que no se dio "podría haber resultado en una red de 2,4 millones de hogares con un precio de transacción negociado de aproximadamente 1.100 millones, 15 veces el Ebitda previsto".

¿Y la venta?

Los británicos autodenominan su estrategia como 'Comprar, arreglar y vender'. El primer paso ya lo han completado, a falta de lograr las autorizaciones regulatorias en el primer semestre de 2024. El segundo ya se está planificando y con Euskaltel como el modelo a seguir. El último y más relevante es la venta. Con la operadora vasca se lanzaron a una transacción agresiva cuando la consolidación aún estaba pendiente y la compañía entonces cotizada formaba parte del 'plan b' de las grandes telecos para salir de compras. 

Ahora, tres años después de esa venta 'in extremis' a Másmóvil, resalta a sus inversores los múltiplos logrados en la transacción ante la necesidad imperiosa de vender en el lado de Vodafone: los 5.000 millones representan 3,9 veces el Ebitda previsto, frente a las 10,1 veces que se firmó en la propia Euskaltel o las 7,2 y 8,7 veces para Orange y Másmóvil en su fusión. Para lograr hacer atractivos esos ratios deberá apretar más las tuercas para salir en los próximos años con plusvalías.

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