Nuevo modelo en el textil 

Zara, Nike, H&M... la segunda mano coge fuerza en la moda al hilo de la legislación

El gigante gallego ha sido el último en sumarse a una tendencia con la que ya han flirteado numerosas compañías de moda, impulsadas por el aumento de la presión legislativa en materia de reciclaje.

Tienda de Zara, Inditex
Zara, Nike, H&M... la segunda mano coge fuerza en la moda al hilo de la legislación
Rober Solsona / Europa Press

Lo viejo está de moda. El consejero delegado de Inditex, Óscar García Maceiras, ya adelantó el pasado marzo en la presentación de resultados anuales de la compañía, que la empresa tenía previsto implantar su servicio Pre-Owned de Zara en España, y finalmente empezará el 12 de diciembre. La compañía se suma así a una tendencia a la que ya se han sumado H&M o Nike, que viene impulsada por una legislación más dura en materia de reciclaje y por la voluntad de capitalizar un negocio que ha estado años dominado por los operadores especializados.

Zara habilitará un apartado dedicado a Pre-Owned en su página web, en los clientes podrán vender sus productos subiendo una fotografía y la empresa se encargará de ofrecer información detallada del producto, así como un servicio de reparación (también disponible en tienda) y de donación (donde los clientes pueden solicitar la recogida de prendas usadas a domicilio). La empresa ya tenía habilitado este servicio en otros mercados como Reino Unido, Francia o Alemania, después de lanzarlo por primera vez en noviembre de 2022.

Los pasos de H&M 

Donde ya se puede comprar ropa de segunda mano es en la flagship de Paseo de Gracia de H&M, el mayor competidor de Zara. La segunda mayor compañía de distribución de moda del mundo abrió el pasado mayo un espacio dedicado a la ropa usada que está gestionado por la compañía especializada Flamingos Vintage Kilo y donde se puede encontrar ropa de otras marcas como Levi’s, Champions o Gap, rival de H&M.

El grupo sueco lleva explorando la segunda mano desde 2015, cuando entró en el capital de la start up Sellpy, especializada en lo que se denomina resale-as-a-service (RaaS). “La segunda mano es uno de los negocios que más crecen en la industria de la moda, permitiendo una experiencia más sostenible, moderna y personalizada”, argumentó entonces la empresa.

Desde entonces, muchas más empresas de moda han hecho sus primeras incursiones en la compraventa de ropa usada. Una de las compañías que ha implementado su propio programa para la reutilización, en este caso de calzado, es Nike. El gigante de la moda deportiva extendió este mismo octubre su programa Nike Refurbished, lanzado en 2021 en tiendas en Estados Unidos, con una plataforma web. A través de esta área de negocio, la compañía con sede en Oregón comercializa zapatillas usadas o con taras con descuentos de hasta el 50%.

La estrategia de Nike 

Con la puesta en marcha de esta plataforma, la compañía busca sacar tajada de un mercado del que ya era protagonista de forma indirecta. Nike es una de las marcas más populares en plataformas de venta de segunda mano como StockX, un martketplace C2C (consumer to consumer) donde los clientes pueden revender sus zapatillas. El intercambio entre consumidores está catapultando compañías como Vinted, un marketplace de ropa de segunda de origen lituano que suma unos 75 millones de usuarios y está preparando su salida a bolsa.

Moda del ultra 'fast fashion' 

La segunda mano ha llegado incluso al llamado ultra fast fashion. La compañía china de moda ultrarápida Shein, sobre la que existen críticas por su opacidad y poca transparencia, ha realizado su propia incursión en el sector lanzando una plataforma de compraventa de ropa usada, Shein Exchange. En ella, los propios consumidores gestionan el proceso de venta, y la compañía se queda con un 5% de la operación.

A pesar de los intentos del fast fashion para hacerse un hueco en la compraventa de ropa usada, el lujo es uno de los sectores donde más se ha desarrollado la segunda mano, aunque de forma más tímida. Gucci empezó a colaborar en marzo de este año con Vestiaire Collective en un servicio de venta de bolsos usados en el que la marca es directamente partícipe en la autentificación y calificación de las piezas.

Sector del lujo 

La propia Vestiaire Collective anunció hace unas semanas que dejaría de vender prendas de Zara, Mango y H&M en la plataforma, sumándolas a una lista de más de treinta marcas que ha vetado en el último año. El objetivo de Vestiaire Collective es que en 2024 sólo se distribuyan en su plataforma prendas de marcas de slow fashion. Otras marcas que también han sido excluidas de la compañía francesa han sido Bershka, Gap, TopShop o Boohoo.

Según los datos de la plataforma de venta de ropa de segunda mano Thredup, este mercado alcanzará los 51.000 millones de dólares en 2023. El crecimiento viene motivado en gran parte por el volumen de compradores, pero también por una creciente legislación. En concreto, la regulación de la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP), que entrará en vigor en España en 2025, obligará a realizar una recogida textil selectiva y hará a los retailers responsables de financiar el reciclaje.

Con la nueva legislación proveniente de Bruselas, los productores o retailers que coloquen un producto en el mercado tendrán que cubrir los costes de gestión de los residuos textiles, por lo que desde Bruselas apuntan que “incentivará la reducción del gasto y aumentará la circularidad de la producción textil, diseñando mejores productos desde el inicio”.

Marco normativo de Bruselas 

El marco normativo de la RAP ya existe desde hace años en Francia, mientras que en España se introdujo en 2021 con la Ley de Residuos y Suelos Contaminados. En este sentido, a principios de año Inditex, Decathlon, H&M, Ikea, Kiabi, Mango y Tendam crearon el primer sistema colectivo de responsabilidad ampliada del productor (Scrap) para la moda en España, al que siguió poco después uno para el calzado impulsado por los principales operadores especializados.

A pesar de la creciente presencia de legislación, la moda de segunda mano sigue siendo una minoría en el sector: sólo el 5% de las empresas ha integrado en su modelo de negocio la segunda mano, según el informe Circular Fashion Index (CFX) elaborado por la consultora Kearney.

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