La revolución tecnológica que está generando la inteligencia artificial ya se puede observar en muchos de los actos del día a día. Desde la desaparición del ticket de compra porque se envía al correo electrónico hasta organizar nuestro próximo viaje con ChatGPT. Ahora también está haciendo cambiar uno de los sectores más señalados de los últimos tiempos, la logística. Especialmente las fases finales de la misma, que requieren del transporte de bienes hasta los centros urbanos o directamente al consumidor, y que eran difíciles de compaginar con las nuevas exigencias medioambientales o acústicas de las grandes ciudades.
Uno de los grandes actores del sector, la compañía de transportes XPO Logistics, lleva años desarrollando su propia tecnología con el apoyo de la IA para tratar de adaptarse a los retos que le exigen la legislación y sus propios clientes, cada vez más exigentes en aspectos como el medioambiental. Aunque el grueso del negocio de la firma está en el transporte de palets —aseguran mover uno cada dos segundos—, la transformación digital del comercio ha obligado a los actores del sector logístico a reconvertirse y experimentar nuevas fórmulas.
La que más peso ha cobrado en los últimos años, especialmente durante la pandemia, es el llamado transporte de última milla, que implica el envío de todo tipo de paquetes en ciudades al cliente final. Acoge desde pequeños productos —normalmente entregados por carteros a pie o repartidores en bici— hasta paquetes muy voluminosos, que requieren otra operativa. Hace unos años, XPO también volcó sus esfuerzos en esta nueva rama de negocio, aprovechando el 'know-how' acumulado en el transporte interurbano y de larga distancia y apoyado por varios de sus clientes.
Leroy Merlin e IKEA son dos de las grandes empresas que han confiado en su fórmula para el transporte urbano. "Cuando empezamos en 2018 hacíamos unas 1.400 entregas diarias de productos voluminosos procedentes de e-commerce en la llamada última milla. Ahora estamos llegando a 5.000 en toda España", explica Massimo Marsili, director general de XPO para el sur de Europa y Marruecos, en conversación con este medio.
Tecnología adaptada a la última milla
La compañía, uno de los grandes actores globales en el sector del transporte y la logística, ha puesto en marcha su propio ecosistema tecnológico dedicado al transporte, XPO Connect, con el que trazan en tiempo real las mercancías. "Permite analizar el movimiento de la carga, geolocalizarla, adaptarse a las condiciones meteorológicas, al estado del tráfico y otros factores relevantes que nos ayudan a reducir el kilómetro en vacío. Este es un indicador fundamental, y así logramos optimizar al máximo el servicio y disminuir el coste de la operativa", cuenta.
Aunque este ecosistema surgió hace un lustro, está en permanente actualización con nuevos sistemas enfocados a mejorar la experiencia de transportistas y cargadores, que pueden acceder así a toda la gama de servicios de la compañía. "Utiliza machine learning (aprendizaje automático) para analizar en segundos todos los datos históricos y las condiciones del mercado. Combina la arquitectura multimodal con el aprendizaje automático y el análisis predictivo, de modo que permite analizar las tendencias futuras de la actividad. Es cada vez más inteligente".
XPO ha extendido esta fórmula a las entregas de última milla con vistas a mejorar la experiencia del consumidor final. Una de las novedades pasa por que su sistema calcula la hora estimada de llegada del conductor a la vivienda del cliente, en función de la ruta y de la posición GPS del vehículo. Inmediatamente, genera una llamada automática y le comunica cuándo va a llegar. "Es importante que el cliente esté en casa, que sepa que está llegando esta mercancía, y así no tiene que esperar mucho tiempo", explica a La Información.
La gran novedad: que el cliente cambie su entrega
La incorporación de inteligencia artificial a este desarrollo les ha permitido ofrecer una nueva alternativa: que el cliente elija dónde quiere recibir esta mercancía. Lo han hecho mediante un chatbot que, a través de Whatsapp, permite al cliente decidir la hora y el lugar en el que quiere que le sea entregada. "Por ejemplo, para un televisor pequeño, puede decidir recibirlo en el trabajo o dejárselo al vecino. Ofrecemos una flexibilidad adicional que no nos ayuda sólo a nosotros, sino también al cliente, que nos lo agradece muchísimo".
Desde XPO aseguran que su inversión anual en tecnología asciende a más de 300 millones de dólares, ejecutada de la mano de 900 profesionales dedicados a optimizar las rutas de recogida y reparto. "Somos plenamente conscientes de que la tecnología puede aportar muchísimo a la productividad, eficiencia y operativa diaria", explica.
El siguiente reto pasa por hacer compatible su actividad con las exigencias en materia de sostenibilidad. Desde hace unos años mantienen activo un proyecto piloto con Inditex para entregar sus palets de ropa con camiones eléctricos, una operativa que, por ejemplo, realizan en sus instalaciones del centro de Madrid en horario nocturno. "Nos permite poner a prueba la capacidad del camión eléctrico", expresa. El experimento resultó positivo, porque acaban de adquirir 100 camiones movidos por electricidad para sus clientes en Francia. La logística del futuro ya está aquí.
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