Miles de científicos participan en la carrera por la vacuna contra la Covid-19 en el mundo, pero las iniciativas de Pfizer y Moderna son las que presentan más adelantos. El consejero delegado de Pfizer, Albert Bourla, asegura que la firma podrá saber si su fármaco es efectivo a finales de este mes de octubre, por lo que hará la petición para su autorización en Estados Unidos durante noviembre. Moderna no se queda muy atrás. Sus directivos confían en que el Gobierno de EEUU tenga en sus manos el 'papeleo' que permita dar luz verde al uso de su vacuna en diciembre.
Aún así, todavía queda mucho camino por recorrer. Los datos de eficacia y seguridad tienen que ser revisados por expertos de la FDA y un panel independiente para garantizar el lanzamiento de la vacuna y reducir en lo posible los recelos del público hacia ella. "La seguridad es nuestra prioridad número uno", declaró al 'Wall Street Journal' el alto directivo de Pfizer. Bourla considera que las inversiones ya realizadas en asegurar una rápida fabricación de la vacuna dentro de unos estándares de calidad homogéneos permitirán tener garantías.
Johnson & Johnson o AstraZeneca también cuentan con productos en fases avanzadas de desarrollo, pero los efectos secundarios reportados durante los ensayos han bloqueado su progreso. El regulador estadounidense de medicamentos ha establecido requisitos estrictos que amenazan con retrasar los calendarios, como el de dar seguimiento a la evolución de los voluntarios en la fase tres, donde están todas las grandes compañías, durante dos meses.
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