Ezentis está en serios problemas tras el preconcurso de acreedores, ahogado por la deuda financiera de 150 millones de euros y por la negativa de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) a firmar su rescate. Y Telefónica es su principal cliente como subcontrata para la construcción y mantenimiento de sus redes fijas y móviles. La operadora de telecomunicaciones española vigila de cerca lo que está sucediendo en la compañía controlada por José Elías aunque no tomará medidas drásticas mientras el servicio se mantenga sin cambios.
Para Ezentis, Telefónica es un arma de doble filo debido al peso que ésta tiene en su cuenta de resultados. En el año 2021, último con cifras completas, la facturación procedente del grupo de telecomunicaciones representaba el 51% del total (cuatro puntos menos que un año antes) de los casi 370 millones de euros. Eso supone una concentración de riesgo muy relevante. Pero también se trata de un cliente solvente. Precisamente en el informe anual aseguraba que no existían antecedentes históricos de facturas no atendidas por el grupo presidido por Emilio Gayo en España.
En el caso de la teleco, Ezentis es un proveedor significativo, aunque el peso está bastante repartido entre otras subcontratistas de obra civil como Cobra, Dominion, Elecnor o Comfica. La compañía ahora en situación de preconcurso cuenta con proyectos significativos tanto en España y Alemania como en mercados latinoamericanos. Éstos últimos no pudieron ser vendidos a la empresa Integrum por 44 millones a finales del pasado año después de que ésta desistiera 'in extremis'. Uno de los últimos contratos firmados con la operadora es en el mercado germano. Se encargará de la planificación, diseño de redes, ingeniería, supervisión y puesta en marcha de la red de fibra óptica de la 'joint venture' creada junto con Allianz. El ingreso total: unos 50 millones de euros durante dos años.
Desde el grupo de telecomunicaciones insisten en que seguirán trabajando con total normalidad como con cualquier otro proveedor siempre que mantengan el servicio y la situación económica y financiera no afecte a los tiempos de entrega. En caso de que sucediera algo relevante en un futuro cercano, la empresa tomaría medidas. Esa diversificación entre los clientes, permite tener cierta flexibilidad. Entre el resto de operadoras de telecomunicaciones en España, Ezentis tiene una presencia muy limitada. Trabajan para Orange y también para Másmóvil. En esta última cuenta con un contrato renovado en el año 2021 vinculado a dos provincias andaluzas (Jaén y Córdoba) para la gestión de averías e instalaciones de fibra hasta el hogar (FTTH).
El propio accionista mayoritario, Javier Elías, se ha agarrado en varias ocasiones durante los últimos meses a la relación comercial estable con Telefónica. El pasado mes de junio señaló que había quedado "gratamente sorprendido" por el comportamiento de la operadora durante los primeros meses de 2022, cuando empeoraron las condiciones económicas. En el hecho relevante remitido la pasada semana a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) anunciando la presentación del preconcurso para negociar con los acreedores, la compañía insistía en que habían contado con el "apoyo" de su principal cliente, es decir, Telefónica.
Una de las claves reside en las cláusulas de rescisión de los contratos firmados con estos operadores, con Telefónica a la cabeza. En la mayoría de estos acuerdos se incluyen premisas a partir de las cuales se puede romper la relación comercial. Y, lógicamente, la insolvencia económica o un concurso de acreedores podría serlo. Aún así, según explicaron este martes desde los principales sindicatos, la dirección de la compañía les insiste en que en principio no existen esas cláusulas y reitera el respaldo de estas compañías.
Pese a esos 'avales' que exhibe, la compañía admite que no se da una premisa clara para la viabilidad: la entrada relevante de caja. Ezentis pidió un rescate de 70 millones al fondo de solvencia de la Sepi, que fue rechazado. La deuda del grupo asciende a 150 millones. En los primeros meses de este año contrató los servicios de Deloitte como asesor para tratar de refinanciar un crédito sindicado de varias entidades financieras como BBVA, Caixabank o Santander de 117 millones de euros, como avanzó La Información. La empresa afirmó en junio que tras las 'calabazas' de la sociedad pública continuaba analizando otras alternativas para esa refinanciación.
Mientras tanto, la empresa trata de calmar los ánimos entre la plantilla. La dirección trasladó a los sindicatos del comité de empresa que la situación de preconcurso no afectará en los próximos meses al pago de las nóminas de los empleados. También descartó la ejecución de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) o un ERTE. Eso sí, se ha planteado la subrogación de contratos para así evitar los despidos. A cierre de 2021 contaba con una plantilla de algo más de 9.200 empleados entre todos los mercados.
Durante el primer trimestre de este año, la deuda neta financiera superó los 150 millones de euros. Ingresó 83 millones, lo que supone una caída de más del 12% debido al cierre de las operaciones en Chile y Perú, dentro de la estrategia seguida para esquivar mercados y contratos no rentables y centrarse en Europa (España supone el 50% de las ventas) y Brasil. Desde CCOO entienden que esta decisión de ir abandonando Latinoamérica es el origen de la coyuntura actual. Ahora tiene por delante cuatro meses para lograr dos objetivos: renegociar el pasivo con las entidades financieras y alargar los plazos de pago y, por otro lado, conseguir un nuevo inversor que inyecte más capital. Hoy, Elías controla el 28,5% del capital. El resto de accionistas tienen menos del 5%.
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