Tras el parón por la Covid-19

Telefónica y Orange se enzarzan en una pelea comercial por clientes con fútbol

Las dos operadoras lanzan descuentos del 50% en sus tarifas con este contenido premium para traer de vuelta a los clientes en el regreso de La Liga.

Foto LaLiga
LaLiga se reinicia la próxima semana.
EFE

Arranca La Liga en España tras un parón de tres meses por las restricciones vinculadas a la pandemia del coronavirus. Y con este reinicio llega también la pelea de las dos grandes operadoras de telecomunicaciones de este mercado, para arañar el mayor número de clientes con fútbol en sus paquetes de fibra y móvil. En esta ocasión, Telefónica y Orange se juegan mucho. Deben traer de vuelta a aquellos usuarios que decidieron abandonar este contenido premium mientras no se disputaban partidos.  Para ello los dos han puesto sobre la mesa descuentos de hasta el 50% en sus productos más caros.

Jueves 13 de marzo. Un comunicado oficial del Real Madrid confirmando la cuarentena por un caso positivo fue el detonante de una suspensión que, en un primer momento, iba a ser para dos semanas y que acabó siendo indefinida. La medida acarreó expedientes temporales de regulación de empleo en los clubes y puso en alerta a las dos grandes telecos en España. Hasta ese momento, Telefónica había abonado a LaLiga cerca del 90% de todo el dinero para explotar los derechos de retransmisión, mientras que Orange había hecho lo propio a su competidor, que es quien se los revende mediante la oferta regulada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). En juego estaba la base de clientes más fiel y con ingresos medios más altos de todo el mercado.

Los partidos se suspendían 'sine die' y miles de clientes exigían un recorte de su factura. El consejero delegado de Orange en España, Laurent Paillassot, defendió que el porcentaje de fuga de contratos fue "muy pequeño". Trataron de contenerla emitiendo partidos históricos y otros contenidos relacionados. "Estamos viendo que hay bastante audiencia y sigue habiendo un apetito fuerte", apuntó. En el caso de Telefónica, los analistas de New Street Research apuntaban: los descensos a paquetes más económicos podrían llegar al 20% de la totalidad de clientes. Pero es una cantidad recuperable con la reanudación de los partidos. "Los ingresos normalmente reservados para el segundo trimestre cambiarían al tercero", apuntó. Es decir, en las cuentas del periodo que concluirá este mes se podría notar un impacto significativo. La operadora presidida en España por Emilio Gayo también hizo algunos gestos para retener al mayor número posible, ofreciendo gratis Disney+.

Ahora, llega el ansiado momento de ese reinicio para ambas. Y Telefónica ha decidido sacar la artillería, con descuentos importantes del 50% para los paquetes de Fusión que tienen fútbol. Orange también le ha respondido con medidas similares en las tarifas Love ilimitadas de fibra y móvil, que son las únicas que tienen posibilidad de incluir el paquete de fútbol. Ambos quieren recuperar a esos clientes que se marcharon por la falta de competición y también tratar de 'robarle' otros tantos al rival. La duración de estos recortes de precio es de tres meses o seis meses, algo que sigue estando muy lejos del año o, incluso, los dos años que se llegaron a firmar durante la llamada 'guerra del fútbol' del año 2018, desatada con el 'no' de Vodafone a la compra de los derechos.

A puerta cerrada

Aunque la presión competitiva no es como la de aquel verano, las dos operadoras se guardan también el as en la manga de las ofertas privadas al margen de lo ofrecido de manera 'oficial'. Hay que tener en cuenta que se están jugando mucho. En un momento en el que el mercado español vira hacia productos de más bajo coste, el fútbol es uno de los pocos 'reductos' para lograr ingresos medios por contrato (ARPU) que superen los 80 o 90 euros. En el caso de Telefónica, según diversas estimaciones de los analistas, suman 1,5 millones de clientes con este contenido premium. En Orange el nivel es muy inferior, pues cuenta con 698.000 abonados de su televisión, aunque no todos lo tienen en sus paquetes.

Una de las grandes incógnitas en esta particular 'guerrilla' entre los dos operadores tiene que ver con el efecto que tendrá en el mercado el hecho de que todos los partidos se reanuden a puerta cerrada. La Liga ha decidido mantenerlo así por el riesgo de contagio, al menos durante lo que resta de temporada. ¿Animará más a la contratación de estos paquetes a seguidores que no lo tenían hasta ahora ante la imposibilidad de ir al campo de fútbol? Fuentes conocedoras del mercado aseguran a La Información que el solapamiento entre aquellos asistentes a las instalaciones y los que pagan todos los meses a las telecos por este servicio es casi total. Por tanto, no se espera que haya un incremento significativo.

Sin fútbol en abierto

Hay otro frente abierto para Telefónica vinculado al fútbol. La puja por los derechos televisivos de la UEFA Champions League en España para el próximo trienio (entre 2021 y 2024) sigue aún pendiente del pronunciamiento oficial del organizador. Según confirmaron fuentes conocedoras a mediados del mes de abril, la operadora negociaba los últimos flecos con la propia UEFA para hacerse con estos activos, después de haber ganado en primer término al grupo audiovisual Mediapro (Jaume Roures), que también se había postulado. Sin embargo, este último trámite se está alargando. En la sede de Las Tablas de Madrid esperan que se pueda formalizar en las próximas semanas, con el objetivo de despejar el futuro.

Este movimiento de Telefónica augura, por tanto, que la vida sin fútbol tendrá que esperar. El alto precio que ha de pagarse por los derechos nacionales e internacionales (a Telefónica le cuesta más de 1.200 millones de euros al año de media) había despertado ciertas dudas sobre qué hacer con este contenido premium. Sin embargo, la decisión de comprar la Champions League hasta 2024 implicará también que acudirá -y comprará- los de La Liga a partir de 2022, cuya subasta debería empezar el próximo año. ¿La razón? Básicamente, porque no tiene ningún sentido comercial adquirir un campeonato y no otro. En el lado de Orange, deberán estudiar este verano qué hacen para la próxima campaña (esta le costó un esfuerzo económico superior a los 300 millones de euros). Tanto una compañía como la otra están planteando en sus ofertas del 50% iniciadas esta misma semana una permanencia de un año.

Por último había un posible frente para Telefónica y el resto de operadores, entre los que se encuentra el grupo Mediaset (que ofrece su suscripción a la plataforma online MitelePlus para ver los partidos en streaming) y Mediapro, que era el del fútbol en abierto. El Consejo Superior de Deportes (CSD) tanteó a LaLiga para arrancar más partidos al margen de las ofertas de pago en plena crisis por el coronavirus. Incluso, llegó a esgrimir la llamada 'ley Cascos' para justificar el interés general de la medida. La contestación de la patronal de los clubes fue señalar a Telefónica. Y ésta última no llegó nunca a recibir una propuesta formal. El Gobierno entendió que el coste iba a ser alto, pues la operadora presidida por Gayo se vería obligada a defender sus intereses tras haber pagado una cantidad importante de los derechos.

En un mercado especialmente marcado por la deriva del 'bajo coste', esta será una prueba de fuego de cómo puede afectar la crisis del coronavirus al consumo de los clientes y a su capacidad para afrontar el pago de los paquetes más caros de telecomunicaciones. Las operadoras quieren allanar el primer golpe con los descuentos. A finales del mes de junio se sabrá el resultado del desempeño comercial en las portabilidades.

Mostrar comentarios