Antes de la próxima temporada

Telefónica negocia con CNMC para blindar los cinco años de derechos de TV de LaLiga

La teleco mantiene un "diálogo" con el regulador de Competencia para ampliar el periodo insistiendo en que las restricciones que le obligaban a pujar por tres años "ya no están vigentes".

Álvarez-Pallete
Telefónica negocia con CNMC para blindar los cinco años de derechos de TV de LaLiga
Europa Press

Telefónica mantiene conversaciones con la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para asegurar que cuenta con dos años 'extra' hasta los cinco en los derechos de retransmisión de LaLiga. La operadora insiste en que las restricciones impuestas tras la compra de Canal+, que ponían un tope de tres temporadas en la adquisición de estos activos, estaban vigentes en la firma del contrato inicial en 2022, pero "ya no lo están". Ese final de esos 'remedies', que acabaron a finales del pasado mes de abril, le darán "más flexibilidad" en la gestión de sus productos audiovisuales.

Como ya avanzó La Información, el organismo regulador presidido por Cani Fernández no se había pronunciado sobre la duración del contrato de compraventa de derechos con LaLiga. Tenía previsto hacerlo en 2022, pero no lo hizo. Tampoco lo hizo en los cuatro primeros meses del año. El 30 de abril caducaron, sin que se hayan aprobado otros nuevos, los 'remedies' impuestos en 2015. Y, según ha confirmado el consejero delegado, Ángel Vilá, a preguntas de los analistas tras la presentación de resultados, están "en diálogo" con la Comisión para certificar esa ampliación.

"La última subasta de LaLiga comprendía 5 años. Con los 'remedies' previos había una restricción que nos impedía adquirir derechos más de tres años; esos 'remedies' ya no están vigentes. Mantenemos un diálogo con la CNMC", ha apuntado Vilá. Los analistas quieren saber si existe estabilidad en los precios de los derechos durante dos años más. En su momento se pactó el pago de 520 millones de euros por cada una de las temporadas por tener la exclusividad sobre el 55% de los partidos. El resto, que suponían unos 480 millones, corría a cargo de Dazn.

El acuerdo que Telefónica firmó con la patronal de los clubes presidida por Javier Tebas tras la subasta a principios de 2022 era a cinco años. Sin embargo, este pacto estaba supeditado a que la Comisión respaldara la ampliación por ese periodo. Es decir, en caso de que el regulador se niegue a otorgar la 'luz verde', el periodo se reduciría a tres años pero, en teoría, no habría ningún tipo de penalización para la operadora. No hay un plazo marcado para pronunciarse sobre este asunto. Y la teleco tiene en su haber las dos próximas temporadas aseguradas

Más allá del periodo de vigencia, la caducidad de las restricciones regulatorias de Canal+ van a permitir a Telefónica tener las manos libres para la gestión de los derechos. Como ha asegurado Vilá ante los analistas, esto otorgará "más flexibilidad", tanto en la decisión de compartir y mantener en exclusiva los contratos o en la asignación de precios. No se ha pronunciado sobre si mantendrá a Orange dentro del juego y le revenderá el acceso. Sí que ha insistido en que serán "respetuosos con mantener la naturaleza competitiva" del mercado.

Hasta ahora, la operadora no sólo tenía la obligación de ofrecer los contenidos premium de los canales a terceros competidores como Orange. También debía hacerlo con un precio regulado a través de una fórmula establecida para compartir el coste. Ahora, eso desaparecería y podría mantener sus partidos en exclusiva, tanto el 55% de LaLiga como los de la Champions u otros activos deportivos. 

La realidad es poco probable que la dueña de Movistar vaya a excluir a sus rivales, pues esos más de 200 millones de euros de ingresos mayoristas no serían fáciles de compensar en un ecosistema donde ya no tiene la exclusiva absoluta y debe convivir con el streaming de Dazn. Orange se mostró convencida de que logrará alcanzar un acuerdo con Telefónica, con la que ya había mantenido los primeros contactos, de cara a la nueva temporada. "Estamos seguros de que se tiene que dar en condiciones donde pueda haber competencia y así ha sido hasta esta temporada", aseguraba Diego Martínez, responsable del área comercial de Orange España. 

El fútbol es un activo relevante en la oferta comercial en España, que representa más de una cuarta parte de todo el volumen de negocio del grupo. Y Telefónica debe pisar el acelerador en los ingresos durante los próximos trimestres para cumplir con la recuperación de márgenes prometida. Durante el primer trimestre del año, las ventas totales han crecido apenas un 0,3% en el mercado local hasta los 3.088 millones de euros. El Ebitda sigue cayendo pero lo hace a menor ritmo que hace un año: un 1,7% menos frente al 4,9% del mismo periodo de 2022.

Las cifras en España

Pese a que a mediados de enero ejecutaron una subida media del 6,8% en los precios para amortiguar el impacto de la inflación, la operadora no ha subido en el mismo ritmo el ingreso medio por cliente (Arpu) que se ha situado en 92,6 euros. La razón que ha esgrimido Vilá ante los analistas es que el incremento se llevó a cabo en Movistar y no en O2, la marca de 'bajo coste'. Aún así, esperan que esta cifra se siga incrementando en los próximos meses.

Y una de las razones más relevantes es que, según el 'número 2' de la teleco, la presión comercial más allá del 'low cost' puro se ha reducido ostensiblemente. El ejecutivo cree que el mercado confirma que gira hacia una mayor "racionalidad" entre las primeras marcas de los grandes operadoras, sin grandes promociones. Ellos han visto cómo clientes de la primera enseña pasan a la segunda, pero el efecto, según él, es "muy limitado". Esperan que el volumen de negocio siga creciendo en los próximos trimestres, mientras el mayorista seguirá su corrección, al no contar con el 100% de los partidos de LaLiga para revender.

En cuanto a la rentabilidad en el mercado local, Vilá ha señalado que "en algún momento de la segunda parte del año" se logrará la estabilización del Ebitda tras numerosos trimestres de descensos. Esperan que el margen se sitúe entre el 30% y el 40%. Tras haber alcanzado pactos con la plantilla para ajustar salarios, esperan que los costes personales no tengan grandes cambios, frente a una caída en los precios de la energía. Prometen eficiencias en la red y en la operativa.

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