Ante el pujante 'low cost'

Telefónica y Dazn ultiman un pacto con el fin de esquivar una guerra comercial

Ambos buscan atar los últimos flecos de un acuerdo sin que exista intercambio de derechos que lleve al gigante del streaming a ofrecer todo el fútbol en su plataforma, lo que llevaría a una batalla por los clientes.

El defensa del Real Madrid, Dani Carvajal
Telefónica juega su partido con los derechos de retransmisión.
EFE

Telefónica juega uno de los partidos más complicados de los últimos años en el mercado de la televisión de pago. La operadora de telecomunicaciones española ata los últimos flecos del acuerdo de compraventa de derechos de retransmisión del fútbol con el gigante del streaming Dazn. Ambas partes lo hacen ante el riesgo de una guerra comercial en un terreno de juego que hasta ahora ha estado dominado por la teleco. En caso de que la británica no pacte con Orange o con otros operadores para la ‘reventa’ de sus partidos, puede optar por comprar a precio regulado por Competencia los encuentros en manos del grupo presidido por José María Álvarez-Pallete. Esto desencadenaría una batalla que podría recortar una parte de los más de 1,5 millones de clientes con este contenido en su cartera.

La última subasta de derechos de La Liga desembocó en la pérdida de la exclusividad de los derechos por parte de Telefónica. Hasta ese momento, en las dos subasta centralizadas anteriores, ya fuera de manera directa o recomprándoselo a Mediapro, la operadora había sido la única adjudicataria. Esto le daba mucho más poder para configurar la oferta dentro de sus paquetes convergentes de Fusión más caros (por encima de 100 euros al mes en la inmensa mayoría de los casos). Con la irrupción de Dazn, dueño del 45% de todos los partidos de la competición doméstica, todo cambió. Obligó a la teleco a mover ficha para comprar esos partidos. Esas negociaciones arrancaron, como avanzó La Información, a finales del año pasado y pese a que se quería un acuerdo ‘exprés’ aún no se han estampado las firmas.

La clave reside en lo que haga Dazn después del pacto. La británica del streaming tiene el derecho a elegir en primera opción en un total de 17 partidos. El precio a pagar por la teleco para poder incorporar esos encuentros en su oferta audiovisual se situaría entre 250 y 300 millones de euros por temporada. La multinacional propiedad del magnate de origen ucraniano Len Blavatnik comprometió el desembolso a LaLiga de 460 millones por cada una de las cinco próximas. Tiene dos opciones. Por un lado, girar la cabeza hacia Orange y pactar otra ‘reventa’ que eleve sus ingresos más y ofrecer a través de su plataforma de manera directa sus cinco partidos a los usuarios que estén dispuestos a pagar al margen de los paquetes convergentes.

La opción que más preocuparía en el seno de Telefónica es que eso no suceda y se decante por una ‘opción b’: no vender a nadie más, recomprar el 55% de los partidos en manos de la teleco y venderlo de manera directa. Esto lógicamente golpearía a las dos operadoras de telecomunicaciones que hoy ofrecen este contenido, aunque la presidida por Álvarez-Pallete tendría más riesgo pues el volumen de clientes es muy superior. El precio a pagar por Dazn no sería especialmente relevante, pues hoy pagaría sólo por los usuarios de pago de su plataforma. Sus números son una incógnita -no están obligados a reportar los números a la CNMC- pero estaría ampliamente por encima de los 100.000. Esto recortaría su inversión en esta primera temporada por debajo de los 100 millones de euros ‘extra’ (que se sumarían a los 460 que ya pagó).

Ese sería el peaje a pagar por la OTT por tener libertad total para distribuirlo de manera directa al consumidor sin depender de paquetes. Eso sí, las operadoras podrían incluir una aplicación en su descodificador para que el usuario que ya está registrado (y pagando) en Dazn pueda disfrutarlo dentro de su plataforma, pero lógicamente no se puede incluir en los paquetes convergentes y en sus facturas. La rentabilización de esa inversión en el corto plazo es muy complicada. Sólo para evitar pérdidas e igualar la inversión no compensada con lo pagado por Telefónica, debería superar la barrera del medio millón de suscriptores de pago con un precio mensual de 30 euros -sin estar atado a ningún paquete y, por tanto, permitiendo irse a una oferta de más bajo coste-. Pero precisamente el hecho de contar con cinco años por delante de derechos podría permitirle estar en números rojos en esta primera campaña a la espera de construir su base de clientes.

La clave reside en Dazn: el temor de Telefónica reside en que acuda al mercado mayorista a comprar los partidos que le faltan y haga una oferta competidora en su plataforma

Lo que se juega Telefónica

Telefónica tiene mucho en juego. En casi dos años ha perdido algo más de 300.000 clientes de televisión hasta los 3,7 millones. Todos ellos situados en paquetes de alto valor con ingresos medios (Arpu) elevados. El fútbol se ha convertido en una de las formas más relevantes para fidelizar a hogares con facturas elevadas en un momento marcado por la pujanza del ‘low cost’ y de ofertas muy económicas (incluso dentro de la propia Telefónica con O2). La operadora no hace distinción, pero algunos analistas estiman que cuenta con una cartera de clientes con el ‘deporte rey’ de entre 1,5 y 2 millones. La penetración es realmente alta. Teniendo una opción desagregada y separada de la conectividad existe el riesgo de una salida significativa. Aún así, tal y como reconocen varias fuentes del mercado, el usuario de Movistar Fusión no es el más sensible al precio, lo que hace pensar a los más optimistas que no sería un éxodo masivo.

Por su parte, Orange busca reducir la factura a pagar a Dazn. En años anteriores tuvo que abonar hasta 330 millones de euros en base a la oferta regulada, cuando los derechos estaban en manos exclusivamente de Telefónica. Su consejero delegado en España, Jean François Fallacher, reconoció el pasado mes de febrero que con el nuevo escenario de derechos existe una “pequeña posibilidad” de que Orange deje de emitir fútbol. Lo esperable sería que lo mantuviera en su oferta. Aunque el papel de la operadora francesa ganaría importancia pues si acaba comprando al gigante del streaming reduciría las posibilidades de que Dazn acuda a la oferta mayorista y compita de tú a tú con una oferta ‘directa al consumidor’.

Dazn, en números rojos

En todo esto está como telón de fondo la situación económica de Dazn. Durante los últimos años ha hecho un esfuerzo enorme de inversión en derechos del fútbol y de otros deportes para convertirse el ‘Netflix’ de este contenido. Len Blavatnik, dueño de la compañía, tuvo que salir al paso hace un par de semanas para recapitalizar la compañía y cancelar la deuda con 4.300 millones de dólares y otros 250 millones ‘extra’ lo que le permitiría al grupo “mantener su fuerte impulso comercial”.

Hay que tener en cuenta que en el año 2020, marcado por la pandemia del coronavirus, el grupo cerró con unas pérdidas gigantescas de 1.300 millones de dólares -un 7% menos- después de elevar sus ingresos apenas un 6,4% hasta los 871,8 millones. En España los números son una incógnita, porque aún no ha presentado cuentas. Lo que sí resulta evidente es que ha tenido que revisar al alza las tarifas. Este mes de marzo las ha subido de 9,99 a 12,99 euros, un 30% más. Todo ello después de haber incorporado algunas competiciones relevantes.

Esos precios se quedarán antiguos en la próxima temporada, cuando los tenga que elevar para afrontar La Liga. Queda por ver si lo hará de manera moderada porque no recompre los partidos en manos de Telefónica o si lo multiplicará por más de dos para sufragar la adquisición en la oferta mayorista. Sus negociaciones con Telefónica continúan precisamente con la intención de no convertirse en toda una batalla comercial después de una subasta liderada por Tebas en la que apenas ha habido una rebaja de precio de en torno al 7% por partido respecto al anterior periodo de 2019-2022.

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