En su informe periódico

Telefónica se cubre ante la SEC por el riesgo de retraso en los fondos europeos

La teleco señala que esa demora en la ejecución "podría limitar su efecto". Solo en digitalización esperaba capturar en tres años hasta 2.000 millones de ingresos, un 10% del total de ayudas no reembolsables.

El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete.
El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete.
Agencia EFE

Los fondos europeos están llamados a ser un particular 'maná' para las grandes operadoras de telecomunicaciones. Pero ante un potencial retraso, las compañías buscan cubrirse ante los inversores. Es el caso de Telefónica, que ha advertido en un informe ante la SEC estadounidense que esa demora en la implementación podría limitar su efecto. Esta es una derivada que preocupa en el grupo presidido por José María Álvarez-Pallete, que ya había advertido anteriormente sobre la influencia negativa que tenía la fragmentación política en las necesarias reformas para poder recibir ese dinero público de Europa.

En febrero de 2021 fue la primera vez que Telefónica puso sobre la mesa la importancia de los fondos europeos de recuperación tras el estallido de la Covid. El consejero delegado, Ángel Vilá, destacó las oportunidades en los 140.000 millones presupuestados inicialmente, de los que una parte relevante iban a ir destinados a digitalización. En aquellas fechas ya presentaron sus primeras propuestas, con el llamado 'Kit Digital' de ayudas directas para pymes como una de las armas más destacadas. Pero han ido pasando los meses y la implementación está siendo mucho más lenta de lo esperado.

Esto ha obligado a la operadora a curarse en salud ante un potencial retraso que pueda generar problemas o que reduzca su potencial. Es por eso que en la actualización del informe anual (conocido en el argot como el 20-K) presentado ante la SEC estadounidense ha incluido esto como un riesgo real dentro del mercado español. "Los fondos europeos y las reformas necesarias para seguir accediendo a ellos podrían elevar el crecimiento potencial del país, aunque los retrasos en su implementación podrían limitar su efecto", asegura en dicho documento fechado en octubre pero registrado hace varias semanas.

En ese punto ha eliminado uno de los riesgos que repitió en las anteriores versiones del informe: el de la fragmentación política. Entendía que había incertidumbre respecto a los fondos y las necesarias reformas (la laboral y la de las pensiones entre las más importantes) para seguir accediendo a ellos. "Uno de los riesgos deriva del alto grado de fragmentación parlamentaria y la falta de acuerdo sobre temas clave", aseguraba. Ambas reformas han sido aprobadas y puestas sobre la mesa de Europa por parte del Ejecutivo español. Esto ha permitido dos desembolsos, el último de ellos en junio pasado con 12.000 millones. 

Aún así, desde Bruselas advirtieron hace dos semanas que analizarán la sostenibilidad de las pensiones para plantear el siguiente desembolso. El Ejecutivo anunció a principios del mes de noviembre que iban a solicitar otros 6.000 millones de euros de abono. La ministra de Economía confió en que no habría problemas para lograr el dinero pues, según ella, "se está cumpliendo con las reformas exigidas". El Ejecutivo europeo tiene dos meses para estudiar la petición antes de dar la 'luz verde'. En el caso de los proyectos estratégicos para la recuperación y transformación económica (conocidos como PERTE) se ha adjudicado una parte muy pequeña del dinero presupuestado.

Telefónica había previsto capturar hasta 2025 un total de 2.000 millones de euros, un 10% de todo lo previsto en ayudas no reembolsables para digitalización

El de las telecomunicaciones es un sector que está llamado a ser uno de los grandes beneficiados de las ayudas directas provenientes de los fondos europeos. El propio CEO de Telefónica ponía cifras de lo que había en juego el pasado mes de julio durante la conferencia con analistas. Apuntaba a que ya veían algunos resultados en su cuenta de resultados en España. Pero sobre todo hablaba de la oportunidad en el futuro con 20.000 de los 70.000 millones de euros de ayudas no reembolsables que se dedicarán a digitalización. "Nuestro objetivo es capturar hasta 2025 hasta 2.000 millones de euros, alrededor de un 10% del total", apuntaba.

El llamado 'kit digital', es decir las ayudas directas para digitalización de las pequeñas y medianas empresas, ha sufrido varios retrasos en las convocatorias. Unos retrasos que también han sido alertados por parte la cúpula de Vodafone, que ya alertó ante los analistas de esta dilación que estaba afectando a sus optimistas previsiones de negocio en España. La entonces responsable financiera, Margherita Della Valle, aseguraba: "Han sido retrasados por razones administrativas". Telefónica ha creado, como comentaba Vilá, productos y procesos específicos para hacerse con parte de la cuota de estas pymes que reciben bonos que luego deben gastar en servicios digitales.

El riesgo de la guerra para Telefónica

Al margen de los riesgos vinculados a la gestión de los fondos europeos, Telefónica vuelve a poner el dedo en la llaga, como ya hiciera en informes anteriores, sobre los "altos niveles de deuda pública" que pueden ser un problema "en caso de estrés financiero" y también sobre los efectos en la cadena de suministro por la Covid y también la guerra de Ucrania. Precisamente, ese conflicto bélico es el nuevo riesgo que incluye en cuanto al mercado europeo en general. Insiste en que el efecto ya se ha dejado sentir en una bajada generalizada del crecimiento del PIB en la zona euro. El impacto económico por país dependerá principalmente de su exposición comercial, financiera y, sobre todo energética, concluye. "Un fuerte aumento de los precios mundiales de las materias primas, producto del conflicto, ya está teniendo un impacto negativo", apostilla. En este sentido, desde la operadora defienden que los paquetes fiscales anunciados en España, Alemania o Reino Unido para compensar el aumento de precios de la energía podrían solo amortiguar parte del impacto.

La Covid ha perdido relevancia como riesgo en su relato y se pone el acento en las consecuencias de un "endurecimiento excesivo" de las condiciones de financiación, tanto pública como privada, con un impacto negativo en la renta disponible que podrían llegar incluso a "provocar episodios de estrés financiero". El factor relevante para llegar a ese escenario, según la teleco, podrían ser factores globales derivados del impacto del reciente repunte de la inflación o domésticos como la fragmentación financiera provocada por el proceso de subida de tipos de interés. 

Respecto a los otros dos mercados concretos en los que opera, Alemania y Reino Unido, introduce algunos riesgos 'extra'. Sobre el país germano habla de los problemas de suministro energético (el 35% de lo que consume proviene de Rusia) y los "cuellos de botella" en materias primas que afectarían a sus exportaciones, suprimiendo las referencias al nuevo gobierno y los potenciales problemas a corto plazo. En cuanto a la plaza británica, además de las consecuencias del Brexit, la compañía sí pone el foco en el plano político, por la "baja popularidad" del actual gobierno junto con el creciente apoyo obtenido en las últimas encuestas por el Partido Laborista. "Esto podría restar capital político al ejecutivo entrante, convirtiéndose en otra fuente de incertidumbre", apunta. 

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