En un escenario 'low cost'

Telefónica crea un rival de Netflix con cine y fútbol para retener clientes de televisión

Lanza Movistar Plus+, que mejora Lite, incluyendo un partido de Primera y de Champions cada jornada y estrenos de cine por 14 euros para no clientes. Ataca a la ‘gama media-baja’ aunque con un riesgo de canibalización.

El fútbol español alcanzará los ingresos prepandemia y superará los 3.900 millones.
Telefónica crea un rival de Netflix con cine y fútbol para retener clientes de televisión.
DPA vía Europa Press

Telefónica quiere retener clientes de televisión y ganar algo más de cuota en un contexto en el que la TV de pago ‘paquetizada’ se complica ante el crecimiento en los últimos años de las plataformas de streaming. La operadora lanzará a partir de agosto un nuevo servicio que incluirá un partido de Primera División y uno de Champions cada jornada junto con estrenos cinematográficos tanto para usuarios de los paquetes de MiMovistar como los que no están en las filas de la teleco. Para éstos últimos tendrá un precio de 14 euros. Es un incremento relevante respecto a Lite, lanzado en el año 2019 para atacar al segmento más ‘low cost’. El grupo busca enfocarse en quien busca más contenido pero sin llegar al premium (con facturas mensuales superiores a los 100 euros incluida la conectividad). Aunque existe un riesgo de canibalización.

El producto es Movistar Plus+. Incluye, según explica la compañía, un estreno de cine al día; las series originales de Movistar junto con una selección de las internacionales; algunas de las principales citas deportivas; documentales; entretenimiento junto con canales de TDT e internacionales. Uno de los reclamos más relevantes es que contará con un partido de LaLiga y otro de la Champions por jornada, que se seleccionarán semanalmente sin asegurar que haya uno del Real Madrid, FC Barcelona o Atlético de Madrid. Estos encuentros se elegirán sólo entre los que obran en poder del grupo español, que cuenta con el 55% de los derechos de retransmisión -el otro 45% lo tiene en exclusiva Dazn-.

El formato elegido es el de un conjunto de canales con emisiones lineales de contenido -que potencialmente se puede consultar bajo demanda- en el que se incluyen todos estos verticales. Uno de esos canales ejercerá de 'bandera' con una selección de lo mejor. A esto hay que sumar otros cuatro temáticos: Cine, Series, Música y Documentales. También se incorporan a la oferta Originales y un canal temporal cada mes, además de Vamos, un canal de La Resistencia 24 horas, además de las autonómicas y la TDT. 

Está destinado para clientes de MiMovistar con un precio de 11 euros -este producto sustituye al paquete de televisión esencial que era de obligada contratación para acceder a productos premium con Fútbol Total o con todas las películas y series-. También en formato de plataforma para otros que no sean clientes, con un coste de 14 euros. Por ese dinero se tendrá derecho al consumo a través de dos pantallas.

Esta factura mensual no lo hace una propuesta puramente ‘low cost’, pues el paquete de Netflix con dos pantallas tiene un coste tras las subidas del año pasado de 13 euros. Ese planteamiento más bajo coste sí era Lite (con 8 euros). Ésta última se lanzó en 2019 y trataba precisamente de poner sobre la mesa una oferta mucho más accesible en precio. Pero ahora la operadora trata de poner sobre la mesa una propuesta más completa, pero también más cara. Para un cliente que busca contenidos más relevantes, pero que opta por ajustar los costes al no buscar todo el fútbol o toda la propuesta de cine y series.

Con este tipo de productos siempre existe la duda sobre si esto canibalizará y llevará a muchos clientes con un producto audiovisual premium -y pagos mensuales de entre 100 y 120 euros- a reducir su consumo y contratar este nuevo Movistar Plus+, lo que impactaría claramente en la cuenta de resultados. Esa duda también sobrevolaba la compañía tras el lanzamiento de Lite en 2019. Sin embargo, la potencial comercial de ésta última fue limitada -este lanzamiento sustituirá ese antiguo producto, que no desaparecerá del portfolio pero no se venderá de manera proactiva con el objetivo de que los usuarios vayan dando el salto-. La clave radica ahora en los partidos de fútbol que finalmente se vayan incluyendo y el ‘fondo de armario’ con el que se dote. Eso le obliga a hilar fino para evitar esa potencial fuga.

El movimiento comercial de la compañía busca retener clientes de televisión y también incrementar la base con nuevos de otras operadoras. Hay que tener en cuenta que Telefónica ha ido reduciendo su base de usuarios de TV de pago durante los últimos años. En el último trimestre recortaron en 49.000 euros su base. Y lo justificaban precisamente por “la mayor presencia de O2 en la base” -la segunda marca ‘low cost’ de la teleco- y por el “descenso continuado” de los clientes de sólo satélite. Desde principios de 2021 ha perdido más de 400.000 clientes en este segmento, que es clave precisamente para blindar el ingreso medio por hogar en un contexto de bajo coste.

Sin regulación de la CNMC

La configuración de este producto audiovisual se ha llevado a cabo por el equipo liderado en España por Sergio Oslé después de que la operadora haya dejado de estar obligada a cumplir con las restricciones comerciales impuestas tras la compra de Digital+ en el año 2015. Esta adquisición llevó a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a exigir una serie de medidas para evitar su dominio en el sector de la televisión de pago. Por ejemplo, exigía que pusiera a disposición de sus rivales a precio regulado una serie de paquetes de derechos deportivos premium.

Mientras todo esto se produce, la compañía sigue negociando con Orange para un acuerdo con el que la firma francesa cuente con los derechos de retransmisión de LaLiga y la Champions para el año que viene. Es el primer año en el que las negociaciones no se llevan a cabo bajo el paraguas de la regulación de la CNMC. Telefónica no tiene obligación de ceder esos derechos en base a una fórmula de coste vigilada por el organismo. Según explican fuentes del sector, el acuerdo estaría cerca pero aún faltan flecos que limar.

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