Red Eléctrica alerta

Los impagos de la luz abocan al trasvase en masa de clientes a grandes eléctricas

La escalada en los precios ha disparado la morosidad entre las pequeñas comercializadoras, que podrían verse obligadas a enviar a sus consumidores a otras empresas más resistentes a los envites del mercado.

Galán y Bogas Energía
El presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, y su homólogo en Endesa, José Bogas 
La Información

David lleva años ganando terreno a Goliat en la batalla por los contratos de suministro eléctrico. Pero la fuerte escalada del precio de la luz ha disparado la morosidad entre las pequeñas comercializadoras ('independientes' en la jerga energética), cuyo negocio está mucho más expuesto a los altibajos del mercado mayorista que el de los gigantes del sector, según fuentes del sector consultadas por La Información. El horizonte de precios desbocados hasta, como mínimo, el próximo año ha activado las alarmas de estos operadores alternativos que temen no poder hacer frente al sobrecoste derivado del descontrol del pool. 

De darse el peor escenario, una ola de quiebras que diezme el número de independientes, habrá un trasvase masivo de clientes que favorecerá a las 'grandes' en primer lugar. Pueden darse dos procesos. Cuando un operador decide suspender su actividad, debe transmitírselo con varias semanas de antelación a sus clientes para que estos firmen un nuevo contrato con otro suministrador de su elección. Pero la Ley 24/2013, de 26 de diciembre, del Sector Eléctrico recoge una serie de circunstancias en las que el Ministerio para la Transición Ecológica está avalado para decretar el cese de actividad de una comercializadora. 

Entre las exigencias que impone la ley está la de abonar el peaje de acceso a las redes de transporte y distribución, así como el pago de precios y cargos fijados previamente, todo ello, "con independencia de su cobro del consumidor final". La escalada de la electricidad ha disparado los impagos entre estos últimos, como ya ocurrió con la subida de los precios de la luz de 2018 o, más recientemente, a consecuencia de la crisis sanitaria y económica del coronavirus. 

Red Eléctrica (REE) ha empezado a alertar de episodios de morosidad por parte de algunas pequeñas comercializadoras que, dada su tradicional diligencia en los pagos, no eran sospechosas habituales del gestor de la infraestructura del sistema eléctrico. Por el momento, son solo casos puntuales, pero las fuentes consultadas advierten de que podrían producirse en mayor medida si el descontrol de precios en el mercado mayorista sigue al ritmo actual. Se debe tener en cuenta que durante la temporada invernal el coste de la energía tiende a subir. 

En caso de que los impagos lleven al departamento que dirige Teresa Ribera a inhabilitar a estas compañías, es la autoridad competente la encargada de gestionar el cambio de sus clientes a una de las llamadas comercializadoras 'de referencia' que operan en el mercado regulado. De las ocho compañías de referencia que existen en España, la mitad están en manos de propiedad de Endesa, Iberdrola, Naturgy, TotalEnergies (antes EDP Residencial) y Repsol.

El último informe de supervisión de la CNMC, correspondiente al tercer trimestre de 2020, refleja que las cuatro 'grandes' acaparaban por esa fecha cerca del 79% del total de contratos en el mercado libre. Tres años antes este dato rondaba el 87%. La cuota de las pequeñas comercializadoras ascendía al 21,4% en 2020, lo que se traduce en alrededor de 4 millones de de contratos de luz del mercado libre de los casi 30 millones que hay en España. Y tres años más atrás, esta amalgama de firmas no llegaba al 14%, lo que se traduce en 2,5 millones de puntos de suministro.

El horizonte de precios desbocados a largo plazo amenaza con revertir esta tendencia. Fuera de España también hay antecedentes. Iberdrola sumó 130.000 consumidores domésticos a su base de 3,53 millones de clientes en Reino Unido el año pasado tras la quiebra de una de sus competidoras, Tonik Energy. El cese de actividad de esta pequeña comercializadora llevó a las autoridades británicas a sacar a concurso sus contratos de suministro y la eléctrica que preside Ignacio Sánchez Galán, a través de su filial Scottish Power, se llevó el gato al agua. La misma situación podría darse en nuestro país si las medidas del Gobierno no logran amainar la tormenta eléctrica.

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