Un nuevo curso

Las startups encaran el final de año con la inversión de los fondos aún por despegar

El verano se salda con pocas operaciones y centradas en fases muy iniciales. Las ampliaciones internas se repiten en el mercado español. Las gestoras de capital riesgo encuentran dificultades para levantar nuevos fondos.

El equipo fundador de Paack.
La ronda de Paack ha sido la más relevante.
L.I.

El verano tocará a su fin formalmente en algo menos de dos semanas. Y éste no pasará a la historia por ser, ni mucho menos, el más activo en cuanto a inversión en compañías tecnológicas españolas. El periodo estival se salda con escasas operaciones y centradas en fases semilla o muy iniciales. Las ampliaciones de capital cubiertas con accionistas actuales, para tratar de aportar más efectivo ante el ajuste del mercado en valoraciones, se siguen sucediendo. Y, mientras tanto, las gestoras de capital riesgo no encuentran un camino sencillo para levantar sus nuevos vehículos de inversión.

A nivel europeo, la situación se mantiene: la inversión del capital riesgo en el sector se volvió a recortar a la mitad durante el segundo trimestre del año, según los datos de las firmas de análisis Crunchbase y Dealroom. Ambas firmas hacen una contabilidad diferente respecto a las transacciones de deuda y otras modalidades. Pero la conclusión es la misma. En Estados Unidos se ha registrado, de acuerdo a Dealroom, el trimestre más bajo desde principios de 2018. En España no hay datos concretos, pero todas las fuentes consultadas por La Información coinciden en que el enfriamiento sigue siendo evidente con descensos que se acercan a esas cifras. La clausura del ‘curso’ en julio apenas tuvo cierres de ampliaciones sobre la bocina, como ha sucedido tradicionalmente en el sector.

Desde el capital riesgo español coinciden en que el ‘dealflow’, es decir el número de oportunidades que llegan a sus mesas para invertir, se ha ralentizado en fases más avanzadas. Y diversas fuentes del sector coinciden en afirmar que se debe al cambio que se ha dado en el mercado, con empresas evitando salir a fijar valoración y cerrando transacciones con socios actuales para alargar la vida de su efectivo en caja y con la utilización de más deuda ‘tradicional’. El trasfondo macroeconómico, con los tipos de interés al alza y una menor liquidez, sigue teniendo peso.

La operación más relevante en los tres últimos meses es la llevada a cabo por parte de la startup de logística Paack, adelantada por La Información. Y resume la situación actual. Primero por la estructura de la transacción: ronda interna a la que acuden socios actuales -no liderada por Softbank- que mezcla deuda tradicional con capital hasta superar los 40 millones. En segundo lugar por el destino de los fondos: acercar la rentabilidad después de años de fuertes pérdidas por el acelerado crecimiento -en 2022 las pérdidas acumuladas entre todas las filiales saltaron la barrera de los 60 millones-. Este es un esquema que se ha ido repitiendo.

Con estos mimbres, el sector mira a la recta final de este año en el que los más optimistas fijan un cierto rebote. Otras voces más cautelosas creen que esa mayor fluidez del dinero se producirá bien entrado el ejercicio 2024. De todas formas, las gestoras cuentan con un mandato de sus accionistas para que inviertan el dinero. Y lo previsible es que se abra más el grifo. Los fondos internacionales tienen mucho que decir, pues son los que han mantenido el pulso en rondas más grandes. En los últimos meses, irrupciones nuevas -no rondas internas- de firmas internacionales en compañías españolas han sido realmente escasas. Queda por ver su comportamiento a partir de ahora.

¿Y los fondos?

Los fondos españoles siguen preservando liquidez en sus vehículos para invertir en este nuevo rebote. Aunque, según explican las mismas fuentes del sector, la captación de recursos está siendo aún más complicada de lo que solía ser históricamente. Levantar capital para invertir en startups no ha sido muy sencillo en España, debido entre otros factores a la menor predisposición de la gran corporación y de otros actores más ‘tradicionales’ a invertir. Esto ha ido cambiando, pero el giro en las condiciones macroeconómicas no está haciéndolo sencillo. 

Prueba de la situación es que hoy por hoy el fondo público Next Tech del Fondico, que tiene más de 4.000 millones de dinero público ‘listos’ para desembolsar para movilizar hasta 8.000 millones de fondos privados, ha comprometido una parte muy pequeña. Hasta marzo había entrado en cuatro firmas: Leadwind (K Fund), Andromeda (Seaya), P103 y Cathay, junto con las participaciones en rondas de compañías directas como Cabify o Trucksters. Desde esa fecha no se ha comunicado la entrada en ningún otro, pese a que algunas gestoras incluyen en los folletos de su nuevo vehículo la posibilidad de recurrir al 'megafondo'.

Los unicornios

¿Cómo llegan los unicornios españoles -empresas valoradas en más de 1.000 millones de euros- a esta recta final? Algunos de ellos, como es el caso de Fever o Wallapop, recurrieron a rondas internas en el arranque del año y cuentan con financiación suficiente. Otros como Cabify arrancaron ‘in extremis’ una ampliación que les da oxígeno. Jobandtalent no capta capital nuevo desde la ‘megarronda’ de finales de 2021, pero en este tiempo ha ajustado el cinturón para tratar de acercar las cuentas a un resultado operativo (Ebitda) positivo. Idealista, tal y como queda claro en sus cuentas anuales de 2022, es un negocio con una fuerte rentabilidad que no necesita inyecciones relevantes de capital. Aunque no es un unicornio formal, pero Typeform casi lo fue tras la ampliación de marzo de 2022. La compañía ha llevado ajustes significativos en sus costes -con un ERE importante en España- y ha preservado una parte relevante de su caja, según explican fuentes conocedoras.

Con el verano ya por detrás en el calendario las startups y sus inversores afrontan un final de año clave. Muchos ven este periodo como un particular ‘examen’. Muchas de esas rondas ‘avanzadas’ que ahora se han esquivado se arrancarán de nuevo. Y queda por ver cómo será la recepción. Por lo pronto, el escenario actual ha devuelto al sector a cifras de 2019, antes del frenesí vivido 'post-pandemia'.

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