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El unicornio de IA generativa Stability pone en marcha su propia filial en España

La compañía con sede en Londres es la creadora de la herramienta para generar imágenes desde texto Stable Difussion. Cuenta con un pequeño equipo en este mercado. 

Equipo de Stability AI
Equipo de Stability AI
Stability AI

Stability AI es uno de los grandes nombres de la inteligencia artificial generativa (IA). Es la startup que está detrás de la herramienta para crear imágenes con texto llamada Stable Difussion. Y ahora, la compañía acaba de poner en marcha su propia filial española. La tecnológica, que está valorada en más de 1.000 millones de dólares, cuenta con un pequeño equipo en el país. El año pasado hubo una suerte de 'carrera' para acoger la división europea del gigante OpenAI siendo Irlanda la que finalmente fue elegida por la dueña de ChatGPT.

Las operaciones de Stability AI Spain SL arrancaron el pasado 8 de enero, tal y como queda reflejado en los registros públicos consultados por La Información. La matriz de la que va a depender -como sucede con otras subsidiarias en Europa- es la sociedad británica de la compañía, Stability AI Limited, con sede en Londres. Como sucede con otras muchas tecnológicas, su sociedad holding última está en Estados Unidos -en el estado de Delaware-. Nace con el capital mínimo de 3.000 euros.

Stability AI es uno de los nombres destacados de la inteligencia artificial generativa. Se fundó en el año 2019, aunque y hasta la fecha ha levantado más de 170 millones de dólares a través de varias rondas. La última inyección de capital se produjo a finales del año pasado cuando Intel puso sobre la mesa una nota convertible de 50 millones de dólares -no se señalaron cambios de valoración, pero la realidad es que medios especializados precisaban que su intención era fijar un 'precio' de 4.000 millones de dólares-. Entre los accionistas relevantes están los fondos americanos Lightspeed o Coatue Management. Pugna con otros gigantes como Cohere AI, Anthropic o la propia OpenAI.

La estructura con la que lanzan en España la filial es similar a la que tienen otras tecnológicas. El objeto social con el que nace es el de desarrollar actividades comerciales de inteligencia artificial incluyendo la venta, el marketing y la comercialización de sus productos y modelos de cualquier otro negocio relacionado con la IA. Por tanto, todo hace pensar que los servicios de sus productos no se harán desde el mercado español.

La apertura de esta nueva filial, que cuenta como administradores a varios abogados del bufete Baker and Mckenzie, se hace con directivos internacionales y con parte del equipo local que la compañía tiene, pese a que no cuenta con una oficina como tal en el país. En concreto están como administradores Carlos Riquelme, que es responsable de 'modelos de lenguaje' en la compañía y trabaja desde Madrid. Hay ejecutivos vinculados a las finanzas como Andres Tcach, Philip Harrison y Peter O'Donoghue (este último es el responsable financiero global). Hay varios empleados más en este país trabajando en remoto.

Varias pugnas jurídicas

La compañía que ahora aterriza en España se encuentra en medio de varias batallas legales relevantes vinculadas a la propiedad intelectual. La más relevante es la que mantiene con Getty Images que le demandó por haber utilizado su material para entrenar modelos de inteligencia artificial. Un tribunal de Reino Unido dictaminó el pasado mes de diciembre que debía investigarse más a fondo esa demanda. También uno de los cofundadores de la compañía, Tayab Waseem, la ha demandado y ha exigido hasta 300 millones por no haber cumplido la promesa de una participación del 10% del grupo.

El otro frente abierto es el que tiene que ver con la salida de directivos que se ha ido produciendo en los últimos meses. El fondo Coatue, accionista significativo, envió una carta exigiendo cambios en el equipo directivo, liderado por el consejero delegado, Emad Mostaque. Esto llevó a un 'éxodo' de ejecutivos, entre los que estaban el responsable de operaciones y el jefe de Investigación. Según publicaba la agencia de noticias Bloomberg, exploró la posibilidad de una venta a finales de 2023.

Por su parte, OpenAI tanteó a mediados del año pasado a varios países europeos para instalar su sede en el continente, tratando de anticiparse precisamente a la nueva ley que regula este sector. "Si tuviéramos que elegir sólo por el mayor talento investigador en IA elegiríamos Francia", aseguraba su consejero delegado, Sam Altman. España trató de posicionarse en esa carrera. Finalmente, la tecnológica eligió, al igual que otros grandes grupos, a Irlanda.

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