Los sindicatos velan armas ante la negociación del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para 1.900 empleados previsto por Banco Sabadell. Al igual que en el resto de procesos de reestructuración tramitados este año en banca, movilizar a los trabajadores para salir a la calle será un elemento central. La representación laboral asegura que perseverarán para lograr las mejores condiciones posibles y, sobre todo, para evitar por todas las vías las medidas forzosas y traumáticas.
Este martes tendrá lugar la cuarta y última reunión previa entre la representación laboral y los responsables de recursos humanos y de relaciones laborales de la entidad. Esta fase está regulada por el Estatuto de los Trabajadores, pero en ella no suele solucionarse nada, por lo que puede entenderse más bien como una primera toma de contacto. Está previsto que la dirección de Banco Sabadell responda a las medidas alternativas defendidas la semana pasada por la sección de los trabajadores, que giran sobre todo en torno a las prejubilaciones, y que proponga un calendario para el inicio del periodo formal de las negociaciones. Fuentes sindicales creen que estos encuentros podrían arrancar este mismo jueves, 16 de septiembre.
En cualquier caso, los sindicatos cuestionan que el banco ahora dirigido por César González-Bueno piense que le sobran 1.900 empleados cuando hace apenas tres trimestres han salido 1.800 en un plan de prejubilaciones, que derivará en ahorros de 140 millones de euros. "Aún no ha dado tiempo a que llegue el dinero de ese ajuste", han deslizado desde uno de los sindicatos presentes en las reuniones que han tenido lugar hasta ahora. Los trabajadores han reprochado que Banco Sabadell solo sepa salir de su crisis buscando la rentabilidad mediante la partida de gastos, despidiendo empleados y eliminando oficinas, y no por la vía de los ingresos.
Los sindicatos critican a Sabadell porque solo sabe salir de su crisis buscando rentabilidad recortando gastos
De hecho, calculan que la plantilla actual cuenta con unas 2.000 personas prejubilables, por lo que el ERE que plantea se podría saldar con un plan como el acordado en diciembre de 2020. Otra medida sería dilatar en el tiempo el ajuste, puesto que cada año entran en la pirámide de edad con opción a prejubilación unas 500 personas. "Aunque el anterior plan de bajas voluntarias fue austero, ya que no contenía las mejores condiciones del mercado, la gente se fue porque quería y contenta", han señalado. Por ahora, la única fórmula que ha ofrecido el banco es la recolocación, lo que hace pensar que tiene poco interés por hacerlo voluntario.
Banco Sabadell ha aludido al cambio en el modelo de negocio, la automatización y la simplificación de los procesos, pero lo crucial para sus altos mandos es lograr una mejora de la rentabilidad, que actualmente está por debajo del coste de capital. Prometió a inversores que llegaría a un ROE del 6% en 2023. Así, su intención es alcanzar un ahorro de costes de, como mínimo, 100 millones de euros. Dado el número de afectaciones planteadas, es posible que el importe sea mayor. No obstante, las redundancias calculadas por la empresa tienden a ser menores a las inicialmente propuestas gracias a la fuerza negociadora. El grupo catalán ya tiene el dinero para financiar las salidas: utilizará las plusvalías de la venta de carteras de bonos.
La idea es deshacerse de 496 oficinas en el marco del plan de reestructuración, lo que supone el 30% de las 1.539 que tiene repartidas por todo el territorio español. De las clausuras, buscará reconvertir 176 de ellas en Cajas Avanzadas, es decir, un local con un cajero automático. Esto afectará a 1.900 trabajadores, mientras que quiere que la plantilla de la red asuma el 86% de los despidos. Los 260 afectados restantes saldrían de Centros Corporativos y Servicios Centrales. Este recorte supone en torno a un 12,5% de la plantilla que la entidad tiene en España, de 15.000 trabajadores. Con todo ello, pretende rebajar la base de costes a 2.900 millones de euros a finales del trienio.
La dirección de eficiencia y proyectos corporativos, bajo la dirección de Elena Carrera Crespo y en dependencia directa del consejero delegado, está siendo el área encargada de diseñar el plan de reestructuración. Carrera ha tenido que realizar una exhaustiva revisión de los costes para contribuir y guiar a la entidad en la consecución de los objetivos definidos en el Plan Estratégico presentado el pasado mes de mayo. El banco ha manifestado a los sindicatos que bajo estas circunstancias operativas y sin recortar los costes podría llegar a ser inviable en un futuro.
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