La picaresca española ha vuelto a aparecer para arrasar con la gratuidad de los trenes de Cercanías y Media Distancia que el Gobierno ha puesto en marcha entre el 1 de septiembre y el 31 de diciembre para usuarios recurrentes. La necesidad de reserva de plaza en muchos trayectos ha hecho que decenas de viajeros optasen por garantizar su asiento a muy largo plazo e incluso adquiriendo sitios para varios horarios, lo cual ha dado lugar a una situación delicada para la imagen de la compañía: trenes vacíos pero con todas sus plazas llenas, complementados con las quejas de muchos viajeros.
La ausencia de penalizaciones por no presentarse en el asiento indicado ha sido utilizada por muchos viajeros para bloquear asientos en varios trenes en un mismo día, dando lugar a un importante descontento por parte de los usuarios que sí que necesitan hacer uso de estos trenes, dando lugar a una oleada de quejas a través de redes sociales y los canales de comunicación de Renfe.
La operadora, por su parte, ya se ha percatado del fallo y desde ayer, viernes 16 de septiembre, ha modificado las condiciones de uso de estos abonos gratuitos para evitar los abusos de una medida gratuita destinada a fomentar el transporte público y evitar el uso del coche. Por esta razón, Renfe limitará las formalizaciones de billetes (la reserva de plazas) a un máximo de cuatro diarias, dos de ida y dos de vuelta, para no perjudicar a aquellos usuarios que van a comer a sus domicilios o tienen jornada partida.
Al mismo tiempo, han limitado la formalización de los billetes de vuelta hasta que no se haya producido el viaje de ida, aunque los usuarios tendrán un margen de tiempo razonable para ejecutar esta reserva. "Es una limitación para conseguir un buen uso de la medida", apuntan desde Renfe, que aunque no descartan implantar nuevas medidas en un futuro, esperan "que sea suficiente" para atajar estos comportamientos y maximizar el número de personas que se vean beneficiadas por los abonos gratis.
Desde Renfe aseguran que el objetivo siempre ha sido "bonificar al usuario recurrente" dada la situación económica actual, y prueba de ello es la buena acogida de la medida, que se ha saldado con más de un millón de abonos adquiridos por los usuarios. Por ello, desde el primer día pusieron en marcha un plan de monitorización y seguimiento diario "tren a tren", con el que se percataron de este "mal uso" de los títulos gratuitos, "perjudicando al resto de ciudadanos que querían desplazarse", según un portavoz de la compañía.
Hasta el pasado lunes 12 de septiembre, Renfe había emitido más de un millón (1.011.131) de abonos gratuitos de Cercanías y Media Distancia convencional con validez hasta fin de año. El 77% de ellos correspondían a los distintos núcleos de Cercanías. A eso se suma la venta de 14.800 títulos con descuentos del 50% sobre los precios habituales de los abonos recurrentes de los servicios AVE y Avant de la compañía.
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