Combustible limpio para cruceros

Puja por el GNL: Barcelona, el principal puerto de la lista... pero llega Marsella

El gas natural licuado es la apuesta de las navieras para reducir la contaminación. Aunque la infraestructura portuaria de la ciudad condal es la más desarrollada para su suministro, han aparecido competidores. 

Puerto Barcelona EFE
Puja por el GNL: Barcelona, el principal puerto de la lista... Pero llega Marsella.
EFE

Sin GNL (gas natural líquido) no hay futuro para el sector de los cruceros. Se trata del combustible más limpio que se conoce para accionar los buques y el único capaz de cumplir con los objetivos de reducción de CO2 impuestos por la Organización Marítima Internacional (OMI) para 2030. Barcelona, en palabras de Alfredo Serrano, presidente de la filial española de CLIA (Cruise Lines International Association), "es uno de los puertos de Mediterráneo con  una mejor infraestructura para su suministro y el que más tenían en cuenta las navieras para proveerse de GNL... antes de la pandemia". Lo que pasará cuando se retomen los trayectos es difícil de predecir, pero la hegemonía de Barcelona podría verse discutida. También según Serrano, "los puertos españoles han sido menos hospitalarios que otros de Europa cuando más lo ha necesitado la industria" y eso ha obligado a las compañías crucerísticas a buscar nuevos socios para realizar actividades "que antes hacían en puertos como el de Barcelona". El suministro de GNL podría ser una de ellas.  

El puerto de Marsella es el que, en opinión de Serrano, está en disposición de ejercer de principal competidor al de la ciudad condal. En mayo, realizó el primer traspaso de GNL entre cruceros ship-to-ship (de barco a barco) de la historia de Francia, lo cual constituye un avance significativo. Todavía se encuentra, en ese sentido, muy lejos de Barcelona, que durante el último año realizó hasta 18 operaciones de ese tipo (el 60% de las que se produjeron en todo el país). Sin embargo, al presidente de CLIA España le preocupa que el principal puerto español "pierda la ventaja que se había granjeado". A mediados del mes pasado saltó la noticia: el primer barco de Costa Cruceros propulsado con GNL –el 'Costa Smeralda'– escogía el puerto de Marsella para repostar. Seis meses antes, en diciembre de 2019, la compañía había llevado a cabo la primera recarga de combustible del buque en Barcelona, donde, hasta que lo bloquearon en Italia por el virus, hacía escala de forma habitual.

Las condiciones portuarias de la capital catalana son idóneas para liderar el mercado de suministro de dicho combustible. Fuentes del puerto señalan que la planta de Naturgy al lado del complejo les va como anillo al dedo y que, además de eso, disponen de "un atraque de la terminal de ENAGAS para poder suministrar GNL a buques pequeños" y de gabarras –un tipo de barco con el que se transportan materiales pesados– para posibilitar "el servicio de 'bunkering'", es decir, el abastecimiento de combustible para barcos. 

Sin embargo, el campo en el que destaca especialmente, según Alfredo Serrano, es en el del 'bunkering' para cruceros. En conversación con este diario, desde el puerto se esmeran en recordar que no "se trata de una competición, sino de colaborar entre estaciones portuarias y navieras para conseguir la 'descarbonización' del transporte marítimo". Serrano, por su parte, desliza que a Barcelona "no le debe de hacer mucha gracia que le salgan competidores" en un ámbito en el que aún es el líder; pero Port de Barcelona mantiene que está en "contacto permanente con las principales navieras para planificar la reactivación". 

Un mercado muy reducido, pero en expansión

La OMI ha propuesto dos horizontes para consolidar la 'descarbonización' de las embarcaciones: en 2030, deberían haberse reducido las emisiones de CO2 en un 40%; y, en 2050, hasta un 70%, muy en sintonía con el marco de la Unión Europea (UE). Hoy por hoy, el GNL es el mejor aliado para lograrlo. En datos de Puertos del Estado, elimina el 100% de las emisiones de óxidos de azufre (SOX), entre el 80% y el 90% de óxidos de nitrógeno (NOX) y entre el 20% y el 30% de CO2. En el Port de Barcelona lo saben y se enorgullecen de haber apostado por el GNL: "Hemos promovido su uso y hoy somos uno de los pocos puertos europeos que ofrecen el servicio". No obstante, el mercado de GNL para cruceros es todavía muy pequeño, toda vez que solo dos compañías disponen en la actualidad de barcos propulsados por dicho combustible. Esto es porque se trata de una tecnología muy moderna, cuya primera experiencia data del año 2019, cuando, a raíz de un contrato firmado diez años antes entre Carnival Corporation y AIDA Cruises, zarpó el pionero 'AIDA Nova'. 

La otra compañía que ya tiene en navegación un barco que funciona con GNL es, como se ha citado líneas arriba, Costa Cruceros. A los dos buques se sumarán, en los próximos años, dos embarcaciones más de AIDA Cruises, previstas para 2021 y 2023; otra de Costa, para 2021; dos de P&O Cruises UK y dos más de Carnival Cruise Line. Todo, por supuesto, está sujeto al devenir de la pandemia de coronavirus. Pero la virginidad del mercado es lo que preocupa a Alfredo Serrano: "Por eso es tan importante que Barcelona no pierda la delantera". El presidente de CLIA España asevera que "todavía no hay una gran demanda de gas natural licuado en el Mediterráneo" y que, "teniendo en cuenta que los cruceros repostan una vez a la semana o cada 15 días", sería suficiente que hubiera "uno o dos puertos en cada itinerario con capacidad para administrar GNL".

España, a la cabeza de Europa en GNL

A pesar de todo, y por mucho que la pandemia haya podido cambiar la lógica del sector, Barcelona sigue siendo puntera en el suministro de GNL para cruceros y España es líder de Europa en cifras totales (las que conglomeran todos los tipos de barco). En palabras de Salvador de la Encina Ortega, presidente de Puertos del Estado, recogidas por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, "España tiene el 40% de la capacidad total europea para GNL de toda Europa y el 5,35% del mundo". Puertos como los de País Vasco, Huelva o Valencia, aunque no trabajan el suministro con cruceros, sí que lo hacen con otro tipo de buques. En nuestro país, se realizaron en 2019 hasta 195 operaciones (más del triple que en 2018) con las que se ha proveído a los distintos buques de 81.704 m3 de GNL. De ellas, 165 fueron truck-to-ship (de camión a embarcación) y 30 ship-to-ship.

Las condiciones geoestratégicas de España y sus sólidas infraestructuras la  hacen apta para liderar el sector del combustible limpio para cruceros y cualquier tipo de embarcación en toda Europa. Las previsiones señalan que se podrán reducir entre dos y cuatro millones de toneladas de CO2 antes de 2030 y el Port de Barcelona, que, tal y como afirma Serrano, ha demostrado sobradamente sus competencias "desde principios de siglo" –de igual forma que el resto de zonas portuarias nacionales– tiene el apoyo gubernamental para perseverar en la continua mejora de sus instalaciones y de su oferta. En todo el mundo existen ya 314 buques propulsados por GNL o derivados y la cifra no para de aumentar año tras año, según la asociación Gasnam. Lo único de lo que deben asegurarse las autoridades españolas es de que la pandemia no trastoque el buen ritmo que marcan los puertos del país. 

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