Wall Street ha seguido pulverizado sus máximos históricos al calor de los resultados que se han ido publicando del tercer trimestre. Los ingresos del medio millar de compañías que más valen de la bolsa de Nueva York, las que integran el S&P 500, se mantienen de momento muy por encima de la media histórica, y la banca, cuyos datos sirven para tomar el pulso de la economía, ha encadenado tres meses más de aumento de los beneficios.
La crisis de suministros global, el fuerte encarecimiento de las materias primas en general y de la energéticas en particular, el temor a una inflación que no da síntomas de querer remitir, la escasez de semiconductores, la recuperación en marcha o el miedo a otro traspié... En medio de un contexto complejo, la gran banca estadounidense ha sacado partido al despegue tras la crisis y a la reducción de las provisiones que tuvieron que aprobar con el estallido de la pandemia.
Bank of America y Morgan Stanley han publicado ganancias récord en el segmento de banca de inversión, mientras que la mayor entidad norteamericana, JP Morgan Chase, ha disparado un 123% su beneficio hasta septiembre, en relación al mismo periodo de un año antes. Citigroup ha impulsado sus ganancias un 48% gracias a la fuerte mejora de su actividad comercial... y en éste, que es el tercer banco más grande de EEUU nos detenemos para bucear en la historia de su actual responsable, Jane Fraser, la primera mujer CEO de uno de los gigantes de la banca en Wall Street. Esta directiva ha querido implantar desde su nombramiento un modelo de trabajo más flexible para sus empleados. Es un giro de timón evidente en relación a las prácticas que mantienen sus principales competidores.
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