El fabricante estadounidense de coches eléctricos, Tesla, ha retomado su actividad este miércoles en su planta situada en Grünheide, cerca de Berlín, después de más de una semana de parón provocado por el incendio iniciado por unos desconocidos en una torre de alta tensión que facilitaba suministro de eléctrico a la gigafactoría.
"Las máquinas fueron revisadas y arrancaron de forma segura, de manera que el turno de mañana puede ponerse a trabajar de nuevo", confirmó en declaraciones a la emisora regional rbb24 Inforadio la presidenta del comité de empresa, Michaela Schmitz. Agregó que los empleados y la dirección de la planta se comportaron de manera profesional tras el ataque incendiario y que los trabajadores cobraron su salario íntegro durante la interrupción de la producción.
"En mi opinión, también esto fue ejemplar. En otras empresas quizás ya se habría hablado de jornada reducida", dijo. El director de la gigafactoría de Tesla en Alemania, André Thierig, afirmó el pasado martes, día del ataque contra la torre de alta tensión, revindicado por un grupo de extrema izquierda "Vulkansgruppe" , que la obligada paralización de la producción costará al fabricante estadounidense cientos de millones de euros. Desde el 29 de febrero, varias decenas de activistas acampan cerca de la fábrica en tiendas de campaña y casas en los árboles para impedir que se tale el bosque para ampliar la fábrica.
Según informaciones de los medios, el fundador de Tesla, Elon Musk, tiene previsto visitar hoy la planta de Grünheide y reunirse también con el jefe de Gobierno del estado federado de Brandeburgo, Dietmar Woidke, y su ministro de Economía, Jörg Steinbach.
