Entre el 7 y el 10 de abril

Los pilotos de TAP convocan huelga en Semana Santa para presionar al Gobierno

El Sindicato de los Pilotos de la Aviación Civil ha sido el encargado de promover el paro y señalar que el Ejecutivo todavía no ha ratificado el acuerdo para mejorar las condiciones laborales al que llegaron con la aerolínea.

Los pilotos de TAP convocan huelga en Semana Santa para presionar al Gobierno.
Los pilotos de TAP convocan huelga en Semana Santa para presionar al Gobierno.
Europa Press

Los pilotos de la aerolínea portuguesa TAP han convocado una huelga para Semana Santa, en concreto, entre el 7 y el 10 de abril. El paro sólo se cancelará en caso de que el Gobierno ratifique un acuerdo alcanzado con la empresa que les permite mejorar las condiciones laborales. Ha sido el Sindicato de los Pilotos de la Aviación Civil (SPAC) el encargado de promover la huelga y señalar mediante una nota que el Ejecutivo aún no ha ratificado el acuerdo al que llegaron con TAP, que está a punto de estrenar nueva cúpula.

Por su parte, el Estado portugués es el accionista único de TAP, lo que implica que sin su ratificación las medidas recogidas en el pacto no se pueden aplicar. Estas ideas acordadas, aunque no constituyen el escenario más "deseado" por los pilotos, son "suficientes para reponer alguna justicia y algún poder de compra".

TAP ya sufrió una huelga de los tripulantes de cabina los días 8 y 9 de diciembre de 2022, que llevó a la cancelación de 360 vuelos, con 50.000 usuarios afectados y un impacto financiero para la compañía de unos 8 millones de euros. La aerolínea es propiedad del Estado portugués, que tiene actualmente en sus manos el 100% del capital tras aumentar su posición para salvarla tras los daños sufridos por la pandemia, aunque pretende reprivatizarla. Han sido el grupo hispano-británico IAG -matriz de Iberia, British Airways y Vueling-, Air France y Lufthansa quienes ya han manifestado interés en este proceso, mientras que el Gobierno portugués ha anunciado que pretende mantener una posición en el accionariado para defender los intereses "estratégicos" del país.

Por otro lado, TAP, que cerró 2022 con resultados positivos por primera vez desde hace cinco años, se ha visto envuelto en un escándalo ya que el Gobierno tuvo que cesar este mes a la consejera delegada de TAP, Christine Ourmière-Widener, y al presidente del consejo de administración, Manuel Beja, tras detectar irregularidades en una indemnización pagada a una exadministradora.

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