Debate internacional

Pfizer y J&J, las firmas menos afectadas por una eventual liberación de patentes

Las negociaciones no van a ser nada fáciles, dada la complejidad del tema y la necesidad de alcanzar un consenso entre los 164 países miembros de la Organización Mundial del Comercio

Las farmacéuticas se juegan millones en ventas con la patente de la vacuna Covid
Las farmacéuticas se juegan millones en ventas con la patente de la vacuna Covid
Agencia EFE

El debate sobre las propiedad intelectual de las vacunas contra la Covid-19, que ha impulsado recientemente Estados Unidos y que han liderado en origen los gobierno de India y Sudáfrica, está plagado de claroscuros. Por un lado, la financiación de las vacunas ha contado en algunos casos con dinero público, como en el caso de BioNTech, que recibió 375 millones de euros de ayudas públicas del Gobierno alemán y un préstamo de 100 millones del Banco Europeo de Inversiones. Además, la liberación de las patentes respondería a una situación excepcional y a la gravedad con la que la segunda ola de la pandemia está golpeando determinadas zonas del mundo. 

Por otro lado están los intereses corporativos que apuntan a la necesidad de mantener incentivos a la investigación en nuevos medicamentos, y la complejidad real de aumentar de manera masiva la producción de las vacunas de ARN mensajero que requieren un nivel tecnológico muy complejo. Para poder fabricar este tipo de vacunas haría falta, además, una colaboración activa por parte de las farmacéuticas que han desarrollado y patentado los inyectables.

Pese a que la decisión podría tardar en tomarse meses, la cotización de las farmacéuticas implicadas ya se ha visto afectada en los últimos días. Los sectores que están atentos a la decisión sobre las patentes son el farmacéutico y el biotecnológico, si bien ese escenario no sería igual para todas las compañías. El impacto sería en principio menor en el caso de dos de las estadounidenses Johnson & Johnson (se ha disparado un 3,55% en Wall Street en la semana en que este asunto ha saltado a las portadas) y Pfizer (cuyos títulos han avanzado un 2,4% semanal). El motivo es que se trata de multinacionales con mayor diversificación de productos y, por tanto, menos expuestas a lo que tenga que ver con las vacunas.

En el caso del resto de compañías implicadas, la situación se percibe de forma bien distinta. Así, las acciones de Novavax se han precipitado un 25,72% en la semana y las de Moderna se han hundido un 8,76%. Se da la circunstancia de que las dos fueron las más alcistas el pasado ejercicio a raíz de los avances en las vacunas y pese a que la primera de las dos ni tan siquiera ha sido aprobada aún. En las sesiones posteriores al pronunciamiento del Ejecutivo de Washington, los títulos de BioNTech han retrocedido un 2,4%. 

Los títulos de AstraZeneca se anotan apenas un 1,4% en la semana. La farmacéutica británica concedió hace unos meses una licencia de fabricación de su vacuna al Serum Institute de India para que éste pudiera suministrarla a un total de 92 países -alrededor de 4.000 millones de personas- a través de la iniciativa Covax. 

Partidarios y detractores en el debate de la liberación

El Gobierno de Estados Unidos anunció el pasado miércoles que apoyará la propuesta de la Organización Mundial del Comercio para renunciar temporalmente a las protecciones de propiedad intelectual para las vacunas contra el coronavirus en un giro sin precedentes. El objetivo, aumentar el suministro global y el acceso a las vacunas para reducir la brecha entre países ricos y pobres. Bien es cierto que EEUU ha hecho la propuesta cuando tiene vacunadas a más de 200 millones de personas con al menos una dosis. 

Los socios de la UE, que han discutido la propuesta este mismo viernes en Portugal, han encontrado en la canciller Merkel una firme opositora. La líder germana advierte de los problemas que traería esa decisión y considera que es la escasez de materias primas la que realmente está limitando la producción de vacunas. Italia, Francia y España sí se han mostrado a favor de esa liberación de patentes. Mientras que la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, que se había abierto en principio a sondear esta posibilidad, aseguraba anoche que liberalizar la patente de las vacunas no permitirá aumentar la producción de dosis "en el corto y medio plazo".

La India y Sudáfrica han incidido en el riesgo que supone el hecho de que haya países con baja tasa de vacunación porque, entre otras cosas, crece el riesgo de que proliferen nuevas cepas y de que las vacunas actuales vayan perdiendo eficacia contra ellas a medida que la mutación sea mayor. Como recuerdan desde la consultora MacroYield las negociaciones no van a ser nada fáciles, dada la complejidad del tema y la necesidad de alcanzar un consenso entre los 164 países miembros de la OMC. 

"Existen muchas otras limitaciones para la puesta en marcha [de la liberación], que van desde el suministro de materias primas para las vacunas hasta la logística de distribución, pasando por las tasas de aceptación de la vacunación por parte de la población", asegura Ben Laidler, estratega de mercados globales de eToro. Tras siete meses y diez reuniones, el organismo  no ha alcanzado hasta la fecha ningún avance en este sentido. Según puso en evidencia la propia organización el lunes, de los 700 millones de vacunas administradas en todo el mundo, solo el 0,2% se ha distribuido en países con pocos ingresos

Mostrar comentarios