Hasta un 2% de gasto militar

Indra asume el reto de Sánchez y apunta a un plan de consolidación en Defensa

Traslada a la plantilla la intención de crecer en compras después de que el presidente del Gobierno señalara la "fragmentación" de la industria como una debilidad. Todo en pleno clima bélico por la invasión de Ucrania.

De izquierda a derecha: Cristina Ruiz, consejera delegada de Minsait, Mar Murtra, presidente no ejecutivo del grupo, e Ignacio Mataix, consejero delegado de la rama de Transporte y Defensa en la junta de accionistas del grupo, celebrada este miércoles. INDRA 30/6/2021
Cristina Ruiz (Minsait), Mar Murtra e Ignacio Mataix (Defensa).
INDRA

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lanzó un reto a la industria de la Defensa en Europa y España: hay que ganar tamaño para evitar la “fragmentación” actual. Indra lo asume y apunta a un crecimiento en compras en el área de Defensa, tal y como avanzó el pasado viernes en un encuentro con la plantilla el consejero delegado de este área, Ignacio Mataix. La potencial entrada como socio clave en ITP Aero es una de las aspiraciones del propio Ejecutivo, pero también habría otras posibles adquisiciones de compañías más pequeñas en España y otras más relevantes fuera. Estos movimientos se enmarcan en un clima especialmente tenso tras la invasión de Ucrania y con la intención de elevar de manera importante el gasto público en armamento.

Frente a otras industrias europeas, la española siempre ha estado especialmente fragmentada. Indra es la cabeza más visible, pero hay un ramillete de empresas pequeñas y muy especializadas. La compañía presidida por Marc Murtra ha tenido una política de compras que no ha sido muy agresiva en el área de Defensa, centrando buena parte del crecimiento inorgánico en la división tecnológica (Minsait). Ahora se busca potenciar esta estrategia en Defensa. Como adelantó La Información, la compañía ya ha puesto los ojos sobre el fabricante de motores y turbinas ITP Aero con Constantino Méndez, quien fuera secretario de Estado, como uno de los ‘pesos pesados’.

En el discurso ofrecido por Mataix a su equipo no se ofrecieron pistas sobre transacciones, según explican fuentes conocedoras del encuentro celebrado el viernes. Simplemente se refirió a que crecerían a través de adquisiciones y que se estaban analizando todas las posibilidades. Esa consolidación en el sector es algo a lo que han aspirado todos los gobiernos españoles en los últimos años, sin que se haya conseguido claramente. Hubo un intento en el pasado de fusionar la propia Indra con Navantia, algo que no llegó a buen puerto por la complejidad de la operación. Ahora desde el Gobierno se empuja a la unión con ITP Aero, aunque esto no resolvería totalmente esa fragmentación a la que se refería Sánchez.

En los últimos años no ha habido compras relevantes por parte de la semipública en el área de Defensa y Transporte. Hay que remontarse al año 2012 para ver una de las transacciones destacadas de los últimos años. Se trata de la empresa noruega Park Air System, especializada en sistemas de gestión de tráfico aéreo. Más recientemente, la compañía pujó por el 25% de Hensoldt, el fabricante alemán de sensores militares en manos entonces del fondo KKR, durante el primer semestre del año pasado. También estaban los grandes rivales europeos de Indra: Leonardo, Saab y Thales. Finalmente fue la primera, con sede en Italia, la que se llevó el gato al agua por 600 millones y dejó fuera a España. Este fue un caso especialmente sangrante porque la adquirida es una empresa socia de la española en el programa europeo de avión de combate FCAS, mientras que la que sacó la salió ganadora forma parte de Tempest, el otro programa impulsado por Reino Unido.

En España todos los ojos están puestos en ITP, ante la intención del fondo Bain Capital de sumar un núcleo de accionistas españoles liderados por la propia Indra. No es la única transacción potencial. Hay un grupo de pequeñas compañías que podrían ser aspirantes. Las clásicas: Santa Barbara, Sapa, Escribano o GMV (esta última es la más grande, aunque está en manos de la familia Martínez Walter). La unión con Navantia, pretendida en el pasado, sería especialmente compleja por los tamaños de ambas empresas. También existen otras posibilidades fuera de las fronteras españolas, para reforzar áreas en las que Indra es menos potente. Respecto a sus homólogos en Italia, Francia o Alemania, la española se ha planteado ganar capacidades como plataforma y no sólo como 'dueño' de los sistemas.

Sánchez busca incrementar hasta el 2% del PIB el gasto militar en España, lo que daría más relevancia a Indra

Justo ahora que Indra mira con mejores ojos el crecimiento inorgánico en Defensa, el presidente del Gobierno defiende claramente la necesidad de huir de la fragmentación. Durante la entrevista en La Sexta la pasada semana insistió en que el Ejecutivo español estaba defendiendo en Europa la necesidad de unir fuerzas, evitando duplicidades y reforzando la base industrial y tecnológica. La potencial llegada de Marc Murtra como presidente ejecutivo de la compañía tras la junta general de accionistas que tendrá lugar en los próximos meses podría allanar más este camino en un consejo de administración que hoy por hoy está controlado por los representantes independientes, nombrados por su antecesor, Fernando Abril-Martorell.

Todos estos movimientos de piezas se producen en un momento en el que el clima bélico se ha intensificado tras la invasión de Ucrania por Rusia en la primera demostración clara de sus ansias expansionistas. El propio Sánchez trató de hacer un guiño a la OTAN, incidiendo en que su plan es incrementar de manera significativa el gasto militar de cara a los próximos Presupuestos Generales del Estado. En concreto, insistió en que cuando llegó al Ejecutivo se destinaba el 1,25% del PIB a Defensa y que actualmente ese porcentaje se sitúa en torno al 1,4%. El objetivo es alcanzar el 2% que reclaman la Organización del Tratado del Atlántico Norte, algo a lo que ya se ha opuesto parte del equipo de su socio de gobierno, Podemos. Esas seis décimas implican cerca de 7.000 millones de euros 'extra'.

Un consejo por reconstruir

Este momento clave llega con el consejo de administración aún por reconstruir en la empresa semipública. La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) anunció hace varias semanas su intención de llegar al 28% de las acciones sin dar más detalles sobre cómo lo conseguiría. Esto permitiría decantar el máximo órgano de decisión hacia el Ejecutivo y un mayor control de la compañía. Hay que recordar que sigue habiendo un sillón vacío que fue abandonado por el representante de la Corporación Financiera Alba (March) y que no fue ocupado por ningún representante de Sapa después de que no haya superado el 7% de los títulos -se quedó en el 5%-.

Entre los accionistas existe un cierto recelo por este mayor control por parte del Estado, algo que sí que sucede en otras grandes empresas del sector como la italiana Leonardo o la francesa Thales, que cuentan con posiciones estatales del 25,6% y el 30,2%. En la última conferencia de analistas, varios de éstos preguntaron por la gobernanza y el papel que tendrá el Ejecutivo tras la reorganización. La Sepi fue muy clara en su anuncio: “Responde a la importancia de reforzar la participación del Estado como accionista de referencia en una compañía estratégica para el país, especialmente en el ámbito de seguridad y defensa”.

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