Acuerdo en otro caso

Hacienda aprieta en su pelea fiscal con Microsoft y abre otro frente de 19 millones

La compañía tecnológica firma tres actas recibidas el pasado año tras la inspección que se lanzó a finales de 2020. Se suma a las otras tres que el fisco le ha abierto durante los últimos años.

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Hacienda aprieta en su pelea fiscal con Microsoft y abre otro frente de 13 millones.
Europa Press

La Agencia Tributaria aprieta más en su pugna fiscal con el gigante tecnológico Microsoft en España y le abre un nuevo frente por los precios pagados a sus matrices por los servicios prestados en el país y por diversos impuestos. La última inspección lanzada fue concluida a lo largo del pasado año, tal y como ahora desvela la empresa en las cuentas de su holding español. En total, tres 'facturas' que suman algo más de 19 millones de euros, incluidos intereses de demora. Este caso, que llega después del cambio de modelo por el que la compañía factura desde la filial local los servicios a los clientes en este mercado y no desde Irlanda, se suma a los otros tres que han vivido ambas partes en los últimos años

En diciembre de 2020, como avanzó La Información, la Agencia Tributaria arrancó una investigación sobre el Impuesto de Sociedades y otros como el IVA para el periodo entre 2015 y 2019. Hay que tener en cuenta que ahí se incluye el cambio de modelo de facturación de la compañía, que genera la mayor parte de los ingresos para clientes corporativos desde la filial local. La primera de las facturas llegó el 1 de marzo de 2022: 2,29 millones de euros. La empresa la firmó en disconformidad. El 5 de septiembre de ese año firmó otra con conformidad de 4,19 millones. Tres semanas después llegó el golpe definitivo: 12,8 millones de euros. No ha provisionado en sus cuentas ninguna de las cantidades, pues se trata de resoluciones no firmes y entienden que el riesgo de pérdida "no es probable".

Una parte de esta inspección se refiere al periodo en el que se ejecutó un cambio de modelo. Desde abril de 2018, la filial española gestiona el negocio de distribución de software y hardware a través de licencias (Windows, Office...) de manera directa y factura desde el país, junto con el de soporte y consultoría a clientes corporativos. Pero mantiene una serie de contratos con la matriz irlandesa para la ayuda a ventas que se siguen haciendo desde ese país, cuya fiscalidad es sensiblemente mejor a la española en cuanto a Impuesto de Sociedades se refiere. 

En concreto, de los 990 millones declarados en 2022 de ingresos en España (un 43% más debido a esa modificación en la estructura de facturación), más de 152 millones eran comisiones cobradas principalmente a la empresa en Dublín. Pero la clave realmente radica en que la propiedad intelectual sigue estando en tierras irlandesas, por lo que las compras se siguen haciendo allí. Si ese precio de transferencia es demasiado elevado, provoca que la factura fiscal en España se reduzca. De hecho, la parte más cuantiosa de las actas levantadas tras esta última inspección tiene que ver con esos precios.

El equipo fiscal de Microsoft sigue teniendo mucho trabajo con la Agencia Tributaria. En 2017 le abrió una inspección que acabó con el pago de otros 17 millones, junto con los intereses, por diferentes impuestos y de los periodos entre 2012 y 2015. Debido a que la empresa planteó un procedimiento amistoso con la empresa por una de esas actas levantadas, la Agencia Tributaria comunicó el pasado mes de marzo de 2022 que se acumulaban todas las reclamaciones vinculadas a este caso y arrancaba una negociación. El resultado de la misma no se ha comunicado porque, previsiblemente, aún no ha concluido.

En el ejercicio 2022 apenas pagó 14,7 millones de Impuesto sobre Sociedades tras facturar 990 millones de euros

Las otras dos inspecciones 'históricas' de Microsoft también fueron perdidas por la empresa, aunque con resultados diferentes. Una acabó en el Tribunal Supremo en 2018 y era de 11,9 millones de euros. Ahí el precio de transferencia discutido entre Hacienda y la empresa era el que cobraban desde la filial a Irlanda por el soporte (no por la venta) de los servicios en España. La otra se abrió en diciembre de 2012 y acarreó una liquidación de 18 millones. La empresa se lanzó a pleitear pero finalmente acabó firmando un armisticio con la AEAT en 2018. Cuatro años después, en abril de 2022, se firmó la paz con una reducción hasta los 10,6 millones.

Con todo este historial fiscal sobre sus espaldas, Microsoft es una de las compañías más señaladas por Hacienda en su pugna contra los gigantes tecnológicos. Oracle también mantiene numerosos pleitos con decenas de millones de euros exigidas. Otras firmas relevantes también han decidido pactar para tratar de ponerse al día. Fue el caso de Facebook, que hasta el pasado año 2019 había pasado desapercibida para la AEAT decidió pasar por caja. En total abonó 34 millones de euros por una deuda cuyo origen no desveló. El desembolso lo hizo a través de una sociedad extranjera del grupo. Ha habido otros casos menores de Google o Amazon y algunos relevantes en las filiales de Apple.

Dividendos a EEUU

Más allá de los pleitos fiscales, durante el ejercicio 2022, que acabó en junio, la cifra de negocios declarada por la filial Microsoft International Holding en España es de 990 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 43%. Precisamente, la empresa atribuye este incremento al cambio de modelo de negocio, incrementando los ingresos correspondientes de soporte y consultoría. En concreto, se ha pasado de 268 millones por la venta de software en la nube a casi 490 millones en tan solo un año. En el año pagó apenas 14,7 millones de euros de Impuesto sobre Sociedades.

Otro capítulo fiscal de la operativa de Microsoft tiene que ver con los dividendos. La empresa dueña de Windows fue una de las que constituyó una ETVE -Entidad de Tenencia de Valores Extranjeros-, una figura que se constituyó en uno de los gobiernos de Felipe González para dar facilidades fiscales a las multinacionales. De ese holding llegaron a colgar muchas sociedades europeas. Finalmente fue vendiendo estos activos pero mantuvo el pago de dividendos a la matriz estadounidense libre de impuestos. En el ejercicio 2021, 'apuró' la caja abonando 344 millones justo tras la puesta en marcha de la ley fiscal del Gobierno de Trump. En 2022, como reza en sus cuentas, apenas envío 3,2 millones.

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