Queda apenas un mes para el Mobile World Congress (MWC) en la tercera edición tras la suspensión de 2020 por la pandemia global del coronavirus. Y la organizadora, GSMA, pone a punto todos los preparativos. Los precios de las entradas han vuelto a niveles 'pre-Covid', al igual que también algunos servicios adyacentes como los alojamientos, aseguran fuentes del sector de las telecomunicaciones. Lo que se ha mantenido relativamente estable es el coste de la ocupación del espacio, en el que desaparecen prácticamente todas las grandes restricciones sanitarias, incluida la mascarilla.
Hace justo un año, la GSMA decidía mantener una tarifa especial de 20 euros para profesionales locales, aunque con limitaciones -heredada de la dura edición del verano de 2021-. Y además congelaba el resto de precios de las entradas, que adquieren empresas y demás organizaciones.. Ahora, para este 2023 los precios se reorganizan y vuelven a subir. Se reducen de cuatro a tres niveles y la puerta de entrada se eleva de los 699 euros sin IVA a los 799 euros previos a la Covid. Para los VIP sólo queda una de 4.500 euros, cuando el año pasado se dividía en dos. En 2021, la más elevada era de 4.195.
Esta es una de las vías de ingresos de la organización, pero no es la única. Hay una actividad fundamental: el alquiler del espacio en el recinto ferial de Hospitalet de Llobregat en Barcelona. Las grandes compañías gastan cientos de miles de euros en hacerse con el espacio y construir su propio expositor. Según explican fuentes del sector de las telecomunicaciones, los precios se han mantenido más o menos estables en este capítulo, pues lo que suele ser habitual es que la factura se abone justo tras la celebración de la anterior edición. Y ahí no hubo subida significativa.
Los hoteles han sido, tradicionalmente, un dolor de cabeza para las empresas expositoras y los profesionales que acuden a Barcelona debido a la dificultad para encontrar espacio y los altos precios pagados. La Covid cambió radicalmente esto y se pusieron sobre la mesa precios nunca vistos en el evento. Ahora, según explican las mismas fuentes, se están incrementando. Y ante la ausencia de incertidumbre por la Covid, las reservas se han adelantado de manera relevante respecto a un 2022 en el que la variante Omicron seguía haciendo estragos. Explican que los precios están al alza respecto a la edición pasada. Las "mejores opciones" para tres noches que ofrece la agencia oficial de la GSMA, B-Network, van desde los 865 euros a 1.560 euros.
Esta es la primera edición desde el estallido de la pandemia en la que no habrá ningún tipo de restricción, tal y como queda reflejado en la información legal de la web del evento. En 2022, la GSMA exigía el certificado de vacunación o de haberse recuperado de la enfermedad o una prueba de antígenos negativa. Además se exigía llevar mascarilla de tipo FFP2 para acceder. Ahora, su información de 'Salud y Seguridad' que incluye a los expositores está encabezado por un lema claro: "Abierto para los negocios". "Estamos emocionados por darle la bienvenida a todos de vuelta al negocio, de manera segura y sin restricciones", apunta. Los ojos están puestos en el gigante chino, donde las últimas semanas se ha vivido una oleada de casos.
La duda de la asistencia
Respecto a las grandes compañías asistentes, en estas fechas del año pasado ya se habían puesto sobre la mesa puntuales bajas presenciales como las de Lenovo o Sony. En esta ocasión, la ausencia de problemas en el terreno sanitario hace que no se esperen anuncios de este tipo. Al igual que sucediera en años anteriores, estarán presentes en las ponencias los principales ejecutivos de las grandes operadoras de telecomunicaciones. Abrirán fuego el presidente ejecutivo de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, y su homóloga en Orange, Christel Heydemann. No está confirmado, al menos por ahora, el CEO de Deutsche Telekom o el de ninguna teleco china. En Vodafone siguen con su CEO interina.
La edición de 2022 se cerró con una asistencia que superó las expectativas. En total asistieron más de 60.000 personas, el triple que las del verano de 2021, muy marcada por la pandemia. Este volumen representaba la mitad del que se había registrado antes de la pandemia. En esta ocasión se espera una recuperación de los asistentes. Pero será la prueba de fuego de lo que supone un evento físico tras lo sucedido en 2020. La duda reside en si se lograrán los niveles previos. Aún queda tiempo para ver cómo evoluciona en los próximos años, pues el consejo de administración de GSMA renovó el contrato -por el que ingresan casi 10 millones de euros- para mantener el evento en Barcelona hasta 2030.
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