Iberdrola ha conquistado la 'pole position' en la carrera por los fondos Next Generation. El liderazgo de la energética que preside Ignacio Sánchez Galán, que ha presentado proyectos por valor de 30.000 millones que aspiran a la ayuda de Bruselas, responde en buena medida a la apuesta del grupo por aupar a España a la cabeza de la industria del hidrógeno verde, un vector clave para la descarbonización de la economía. El Ejecutivo ha tendido a la compañía su alfombra roja, inclinando a favor de Iberdrola la balanza en la encarnizada batalla que el grupo mantiene con Endesa por los 140.000 millones del pastel de la ayuda europea que le corresponden a España.
Iberdrola presentó este lunes un proyecto en alianza con la estadounidense Cummis para levantar una planta de electrolizadores (tecnología que permite producir hidrógeno mediante un proceso químico) en Guadalajara. Galán logró reunir en un mismo acto a la flor y nata del Ejecutivo. A la vicepresidenta cuarta y titular de Transición Ecológica, Teresa Ribera, y la ministra de Industria, Reyes Maroto, se unió a última hora el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. La comitiva contrasta con la cuantía del proyecto, cuya inversión ronda los 50 millones. También con el estado embrionario de la propuesta, de la que aún no se ha decidido el emplazamiento preciso, más allá de que se alzará en algún lugar de la provincia manchega.
Los 50 millones presupuestados para construir la planta de electrolizadores correrán a cargo del socio norteamericano de Iberdrola, mientras que la empresa que dirige Galán suministrará la energía renovable necesaria para su funcionamiento, que saldrá de las placas fotovoltaicas que el grupo tiene instaladas en Puertollano (Ciudad Real). El presidente de Iberdrola deslizó que, por el momento, las inversiones (de la fotovoltaica de Puertollano) las están haciendo "a pulmón aunque esperamos que pueda recibir la ayuda de los fondos europeos". Todo hace indicar que el proyecto, que daría lugar a la primera (y la mayor) planta de generación de hidrógeno verde para uso industrial de Europa, recibirá la ayuda pública necesaria para salir adelante.
Iberdrola fue, junto con Seat (Grupo Volkswagen), la primera triunfadora en la lucha por los seis PERTE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica) incluidos en el Plan de Recuperación. Se trata de media docena de apuestas económicas clave, identificadas en base a las manifestaciones de interés presentadas y los planes de desarrollo de las CCAA, e ideadas bajo un modelo de colaboración público-privada a largo plazo. El consorcio formado por Seat, Iberdrola y el Ejecutivo montará una de las primeras plantas de baterías para vehículos eléctricos de la UE, tal y como anunció el Gobierno en marzo.
La asignación del primer PERTE levantó ampollas en los sectores de la automoción y la energía. El Gobierno se saltó varios de los pasos marcados, por el propio Consejo de Ministros y por la UE, para garantizar una gestión eficaz de la ayuda europea. La gran alianza para impulsar el coche eléctrico no contó con el consentimiento de Bruselas y se zanjó sin concurso público, pese al mantra que incluyó el Ejecutivo en el citado Plan de Recuperación. "Los procesos de selección responderán a los principios establecidos por las normas comunitarias (...) basado en la transparencia y la libre competencia. Además se habilitarán instrumentos para garantizar la participación de las pymes", recoge el documento.
Iberdrola ha presentado 53 proyectos vinculados al hidrógeno verde, un negocio que acaparará 9.000 millones de los 140.000 que la UE concedió a España
La sintonía entre el Gobierno y la energética se ha hecho más evidente en las últimas semanas. El presidente de Iberdrola fue uno de los pocos directivos del Ibex 35 que acudió a la convocatoria de Pedro Sánchez del pasado jueves en el Museo Reina Sofía. Galán apenas coincidió con el presidente del BBVA, Carlos Torres, y con su homólogo de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, en el acto que organizó el Gobierno para presentar el Plan España 2050. Ausencias como la del presidente de Repsol, Antonio Brufau, o la del CEO de Endesa, José Bogas, rechinan todavía más si se tiene en cuenta el momento de expectación que experimenta el sector, máximo beneficiario del maná de los fondos europeos.
La lucha de gigantes por el pastel europeo ha amainado. Endesa anunció proyectos por 19.000 millones para acogerse a las ayudas Next Generation, cifra que Iberdrola elevó a 21.000. La energética de José Bogas revalorizó su apuesta hasta los 23.300 millones distribuidos en un total de 122 proyectos. El grupo de Galán respondió al envite y aumentó la apuesta a 30.000. Lejos quedan los 14.000 millones del centenar de proyectos de Naturgy y los 6.400 millones de la treintena de iniciativas de Repsol. Uno de los vectores que ha permitido a Iberdrola tomar ventaja es su impulso al desarrollo del hidrógeno verde, un área de negocio que acaparará casi 9.000 millones de los 140.000 de la inyección europea.
En concreto, Iberdrola ha presentado 53 proyectos relacionados con el hidrógeno verde, tal y como han actualizado fuentes de la compañía consultadas por La Información, que activarían inversiones de 2.500 millones de euros para lograr una producción anual de 60.000 toneladas. La capacidad de producción de hidrógeno verde equivaldría al 20% del objetivo nacional, que aspira a una capacidad instalada de 4GW en 2030, y aseguraría que alrededor del 25% del hidrógeno que actualmente consume España no generaría emisiones de CO2.
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