La aerolínea irlandesa de bajo coste Ryanair ha informado este lunes de los resultados registrados en el tercer trimestre fiscal de 2023, con unas ganancias inferiores a las publicadas en el mismo periodo del año anterior. La compañía 'low cost' registraba un beneficio de 15 millones de euros entre octubre y diciembre de 2023, frente a los 211 millones acumulados en 2022.
La compañía atribuye la caída en las ganancias al aumento del coste del combustible, entre otros factores, ya que sus ingresos aumentaron un 17% entre ambos periodos, hasta los 2.700 millones de euros.
Ryanair indicó que su tráfico de pasajeros y reservas de billetes también registraron un repunte en el tercer trimestre respecto al del anterior ejercicio, sin embargo, se vio obligada a abaratar las tarifas después de que la Comisión Europea (CE) ordenara a las agencias de viajes en línea (OTA) que retiraran sus ofertas de vuelos de la aerolínea.
La compañía radicada en Dublín transportó 41,4 millones de pasajeros entre los pasados octubre y diciembre, un 7% más, mientras que el factor de carga, mide el porcentaje de asientos ocupados en cada vuelo, cayó un punto, hasta el 92%.
Fin a las páginas web pirata
Su consejero delegado, Michael O'Leary, celebró la decisión adoptada a final del pasado año por el Ejecutivo comunitario sobre las "páginas web pirata OTA", a las que acusó de agregar a los billetes "costes extra ilegales".
En su informe de resultados, Ryanair advirtió hoy de que esa medida, que calificó de "repentina, pero positiva", podría tener cierto impacto en la "rentabilidad por pasajero" durante el resto del presente año fiscal, que finaliza el 31 de marzo.
Estimaciones optimistas desde la dirección
Según O'Leary, la aerolínea, líder el Europa del sector de bajo coste, prevé obtener unas ganancias de entre 1.850 y 1.950 millones de euros para todo el ejercicio, ligeramente por debajo de los pronósticos efectuados el pasado noviembre, cuando la horquilla era de entre 1.850 y 2.050 millones de euros. Sus estimaciones más conservadoras aún permitirían a Ryanair lograr unos beneficios récord y superar el máximo de 1.450 millones de euros alcanzado en 2018.
