Gana un 147% más

Ferrovial dispara sus beneficios hasta 460 millones tras elevar sus ingresos un 13%

El buen comportamiento de las autopistas, y el crecimiento en sus activos de carreteras y construcción se han visto reflejados en 741 millones en dividendos de proyectos de infraestructuras, que representan un alza del 56%.

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E.P.

Ferrovial cosechó un beneficio neto de 460 millones de euros en 2023, que supone un 147% más que los 185,7 millones registrados en el ejercicio anterior, cuando no contabilizó extraordinarios. El buen comportamiento de las autopistas, y el crecimiento experimentado en sus activos de carreteras y la mejora del negocio de construcción se han visto reflejados en el incremento del 56% de los dividendos generados por los proyectos de infraestructuras, que se elevaron hasta los 741 millones de euros en 2023. En conjunto, los ingresos de la constructora experimentaron un aumento equivalente al 13,3% en los ingresos, alcanzando los 8.514 millones de euros

Por unidades de negocios, los ingresos de la división de autopistas registraron un alza del 42,1% con respecto al ejercicio anterior, llegando a alcanzar los 1.085 millones de euros. Gran culpa tiene de este aumento el negocio estadounidense de la compañía, que contribuye al 83% de esta suma. Esta unidad de negocio ha conseguido un resultado bruto de explotación ajustado de 799 millones de euros.

En el último año, la rama de aeropuertos anotó un crecimiento del tráfico en todos sus activos. Heathrow recibió a 79,2 millones de pasajeros, el tercer dato más alto de su historia, lo que representa un aumento del 28,6% respecto a 2022. Al mismo tiempo, AGS experimentó una evolución positiva en el tráfico en comparación con 2022 (+13,5%). Por su parte, Dalaman continúa con la tendencia de crecimiento con 5.2 millones de pasajeros, con un crecimiento del 15,5% interanual. El aeropuerto alcanza así su máximo histórico, superando incluso los niveles de 2019 previos a la pandemia (+6,8% vs. 2019).

La compañía deja atrás un año donde su cartera de construcción registró su máximo histórico y cerró el año en 15.632 millones de euros,  sin incluir contratos pre-adjudicados por un importe aproximado de 1.900 millones de euros. Esta división alcanzó unos ingresos de 7.070 millones de euros, experimentando un aumento del 9,9% en términos comparables respecto al pasado ejercicio. Un crecimiento, que se atribuye principalmente a los resultados positivos de Budimex y al sólido comportamiento de la división en España

Para el consejero delegado de la constructora, Ignacio Madridejos, la satisfacción de la compañía es máxima con el crecimiento de la facturación en el área de construcción y su cartera que se situó en niveles récord gracias al "desempeño en Norteamérica, Polonia y España". El CEO de la firma también valora el "muy buen comportamiento de las autopistas norteamericanas" donde la entidad ha finalizado el año con ingresos de dos dígitos en todas ellas.

De cara a 2024, Madridejos prevé que la empresa mantenga la senda de crecimiento en los ingresos en sus principales activos de infraestructuras y espera expandir su cartera de nuevos activos. El directivo confía en ver progresos con el proceso de desinversión de sus acciones en el aeropuerto londinense de Heathrow y reitera el deseo de Ferrovial de empezar a cotizar en el parqué estadounidense una vez obtenga la luz verde del regulador (SEC).

Reparto masivo de dividendos

La presentación de estos resultados tiene lugar un mes después de que la compañía presidida por Rafael del Pino y dirigida por Ignacio Madridejos presentase la hoja de ruta de su negocio ante los inversores estadounidenses. Con motivo de su Día de los Mercados de Capitales, la constructora apostó por un reparto masivo de dividendos para seducir a los fondos de inversión del país y señaló que espera percibir 2.200 millones de euros con su portfolio actual de activos hasta 2026 y retribuir al accionista con 1.700 millones.

Fue allí, en la sede del Nasdaq, donde su presidente Rafael del Pino esgrimió sus intenciones de "crecer en Estados Unidos". Un hito, que la constructora lleva persiguiendo desde que trasladó su sede social a Ámsterdam para facilitar el salto a Wall Street, y que ya ha solicitado de manera formal al regulador a través de un informe extenso donde analiza los factores de riesgo actuales a los que se expone su negocio, un procedimiento habitual para las empresas extranjeras que quieren cotizar en la Bolsa de Nueva York.

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