Produce tanta electricidad como la que consume

La España de la 'rebelión' energética: viaje al pueblo que nunca apaga la luz

En Manzanal la electricidad apenas cuesta 10 euros por Mw gracias a una iniciativa que fomenta la "independencia" con paneles solares. La plataforma en la que está integrado cuenta con 200 localidades.

La España de la 'rebelión' energética: viaje al pueblo que nunca apaga la luz
La España de la 'rebelión' energética: viaje al pueblo que nunca apaga la luz
Diego Crescente

Darse un paseo por Manzanal de Arriba supone aterrizar en otro mundo. No es que este pueblo, situado en la comarca de La Carballeda (Zamora), sea ajeno a los graves problemas que ha traído consigo la pandemia - la crisis económica o la despoblación- pero sí aparenta ser un remanso de paz: de paz 'eléctrica'. Aquí, la luz, lejos de ser un problema, comienza a ser un bien asequible y seguro para sus 358 habitantes.

Como si de una irreductible aldea gala se tratara, este pueblo situado en plena sierra de la Culebra, a apenas un puñado de kilómetros de la frontera con Portugal, se ha unido a la iniciativa de la Agrupación Europea de Cooperación Transfronteriza (AECT) Duero-Douro que busca fomentar la "independencia energética" a través de la instalación de paneles solares en edificios públicos. El sistema permite ofrecer precios muy bajos, en algunos casos a coste cero, en especial cuando la factura de la electricidad para el resto de los mortales casi triplica a la que pagan los manzalinos adheridos a la iniciativa.

El efecto lógico de un precio de la electricidad bajo es el aumento del consumo, por lo que aquí no se vive pendiente de la hora a la que se debe poner la lavadora o esperar a las diez de la noche para cenar. Por el contrario, la vida en Manzanal de Arriba no entiende de horas valle o punta, permitiendo que la normalidad de una comunidad no se vea alterada por la dictadura del contador eléctrico.

José Luis González Delgado es el secretario del Ayuntamiento de Manzanal de Arriba. Cuando uno tiene la oportunidad de conversar tranquilamente con él puede comprobar la cantidad de talento energético que escapa al control capitalino. Se le nota abrumado desde que su nombre saltara a los medios de comunicación cuando, en declaraciones a la agencia EFE, relató el calvario que tuvieron que pasar para poner en marcha la iniciativa. Sin embargo, él, junto al alcalde y resto de integrantes del Consistorio, no dudo en llevar adelante una auténtica cruzada contra todos los obstáculos, empresariales y legales, con los que se encontraron. El esfuerzo conjunto del Ayuntamiento es el que ha permitido que el pueblo pueda contar en un futuro muy cercano con la ansiada independencia energética.

La España de la 'rebelión' energética, un viaje a la localidad que nunca apaga la luz
La España de la 'rebelión' energética, un viaje a la localidad que nunca apaga la luz

EFE

José Luis reconoce a La Información que los lugareños "somos pacientes y aguantamos, pero cuando explotamos somos terribles". Con esta misma determinación, el Ayuntamiento ha lidiado su batalla contra el sistema eléctrico gracias al autoconsumo. Su objetivo: verter a la red la energía sobrante de los más de 50 paneles solares que encontramos en Manzanal.

Como ‘exsufridor’ eléctrico y “presentador de los papeles”, José Luis se queja de las dificultades técnicas y administrativas que ha encontrado para poder inyectar electricidad en el sistema y recibir una retribución a cambio. Esta última es una operación que aun no ha podido realizar. Falta "un último trámite" que, en este caso, depende de la distribuidora a la que parece costarle la vida presentar el último trámite ante Red Eléctrica para que la luz no sólo sea casi gratis en Manzanal de Arriba, sino que además pueda proporcionar dividendos a los vecinos reconvertidos en cooperativistas.

Lo que más le crispa es la irracionalidad de que te paguen 10 euros por cada kilovatio sobrante en tu propia red, independientemente de la hora del día en la que produzcas ese excedente. Si tenemos en cuenta la imposibilidad de producir por la noche, no queda más remedio que producir durante las horas más caras del día. "Esa energía no está al ‘pool’ (precio) de ese día, sino que ya entra en el 'derecho de pernada', que son los peajes y recargos. No te la pagan al mismo precio que te la cobran y además la compensación se produce a mes vencido", asegura. En el fondo el sistema es como las patatas: "Si no las has consumido, se pudren".

Desde la minúscula carretera que transcurre por Manzanal se pueden observar las placas que decoran el tejado del Ayuntamiento. Hoy parecen lucir más que nunca gracias al despejado cielo que regala la Sierra de la Culebra. La sede del Consistorio, junto al Centro de interpretación de la Miel de Sagallos y el salón social de Codesal, fueron las primeras instalaciones de Manzanal de Arriba capaces de verter el excedente de electricidad a la red. El Ayuntamiento invirtió 45.000 euros y estima que recuperará la inversión en cuatro años, una vez que se solucionen las "trabas impuestas" que restan para que puedan recibir una retribución por la energía sobrante que producen.

El Ayuntamiento ya ha conseguido producir tanta electricidad como la que consume. A todos los efectos, la amortización, en especial con el precio de la luz por las nubes, ya se ha realizado así que, a partir de aquí, podrá ofrecer energía con beneficios. Para el consistorio, con su alcalde al frente, este hecho supondrá una profunda transformación del pueblo y de toda la zona, tanto desde un punto de vista económico como social. De alguna manera paliará un proceso que ha sido “largo y tedioso”, pero que podría provocar la llegada de empresas o establecimientos comerciales a la zona en busca de una energía más barata. Todo eso siempre que la distribuidora lo permita.

Un proyecto europeo

Manzanal no es el único pueblo que disfruta de esta independencia. La plataforma AECT Duero - Douro cuenta con más de 200 localidades vecinas repartidas en la frontera hispano portuguesa de Zamora y Bragança. Todas están interesadas en montar instalaciones fotovoltaicas de hasta 15 kilovatios. El fin principal del proyecto es reducir al máximo el impacto medioambiental y a la vez proporcionar energía barata tanto a edificios públicos como a domicilios privados y empresas con implantación en la zona.

Al tratarse de una iniciativa que engloba a dos países comunitarios, el proyecto se reparte a partes iguales entre las localidades asociadas de España y Portugal. Durante la presentación de la iniciativa en julio, José Luis Pascual, director de la AECT Duero-Douro, señalaba que el objetivo es “promover el desarrollo rural a través de la eficiencia energética y el desarrollo sostenible”. Junto a la vertiente energética y medioambiental, se busca también la empresarial para convertir a estas comunidades en “un polo de atracción de empresas y, por extensión, la creación de empleo”.

A priori el sistema y procedimiento es sencillo. Se basa en la selección de edificios públicos con poco uso capaces de albergar una pequeña instalación fotovoltaica en sus tejados. De esta manera se genera energía eléctrica, que se incorpora a la red de distribución. Es el autoconsumo el que permite compensar la generación propia de energía con el gasto realizado. Una vez que haya sido amortizada la inversión, la iniciativa permitirá que los municipios adheridos puedan declarar, esperemos que no unilateralmente, su independencia energética.

De momento, la AECT Duero - Douro ha realizado una inversión global de 3.500.000 euros, ejecutando 49 actuaciones que se encuentran en funcionamiento en la zona de la Sierra de la Culebra. Según datos de la asociación se estima que las instalaciones podrían producir anualmente 5.000 Mw/h, reduciendo las emisiones de CO2 en 4.537,42 toneladas al año y generando un ahorro en la factura de 1.176.323 euros cada año para el conjunto de ayuntamientos, empresas y particulares beneficiados por la iniciativa.

Junto a la generación eléctrica la asociación trata de cerrar el círculo con la creación de una comercializadora en forma de cooperativa energética: un modelo muy utilizado en las zonas rurales. Así, ya en 2017 fueron los primeros en crear "la primera cooperativa europea de ámbito transfronterizo de comercialización de energía". La cooperativa, constituida en su mayoría por capital público, aunque también está abierta a empresarios, particulares y otras entidades locales, no tiene ánimo de lucro. Esta figura legal permite que la energía producida por las instalaciones fotovoltaicas pueda ser consumida por los clientes, públicos y privados, que opten por la energía producida en sus localidades a un coste muy reducido, puesto que se excluyen casi el 40% de la factura que representan los cargos e impuestos. Este hecho, unido al bajo coste de producción, hace que en Manzanal la luz tenga un precio de apenas 10 euros por Mw, mientras que en el resto de España el coste asciende a los 150 euros. El origen está en una directiva de la UE que privilegia la creación de este tipo de comunidades siempre que atiendan a aspectos medioambientales y sociales.

Una vez que haya sido amortizada la inversión, la iniciativa permitirá que los municipios adheridos puedan declarar su independencia energética

Por el momento, tan solo cuatro manzalinos son clientes de la comercializadora. José Luis es uno de ellos y ha pagado tan solo 30 euros de electricidad el mes pasado, frente a los 80 de media en España durante el mes de agosto o los 100 con los que probablemente nos sorprenderá septiembre. Su satisfacción con el servicio es total, sin tener que vivir pendiente de las horas en las que la electricidad es más o menos cara. "Es cierto que nos falta un departamento de marketing", pero las previsiones para sumar más cooperativistas son buenas. Incluso otros pueblos de Castilla y León, como el abulense de Poyales del Hoyo, se han puesto en contacto con el Consistorio para solicitarles más información. Buscarán su apoyo para hacer posible que el tortuoso círculo de generar, distribuir y comercializar energía en España sea una realidad.

Ana es otra de los manzalinas que es cliente de esta comercializadora. Una de las condiciones para poder disfrutar del servicio es vivir o trabajar a una distancia inferior a los 500 metros del transformador. En la provincia de Zamora esto no es un obstáculo insalvable, ya que las dimensiones de los pueblos suelen ser reducida y no existe normalmente más que uno por cada núcleo de población. Aún así, su casa dista unos 400 metros desde el que da servicio a todo el pueblo. Ella es una de esos miles de personas que disfrutan en los pueblos zamoranos de una vida más tranquila y, sobre todo, más barata gracias al irrisorio precio de la luz.

Manzanal de Arriba se prepara para la ‘macrogranja’ solar

No es la única apuesta de Manzanal de Arriba por las energías renovables. El Consistorio defiende la construcción de un proyecto de paneles solares en una extensión de 135 hectáreas que contribuiría, aún más, a reducir la factura de la luz tanto de sus vecinos como de los pueblos aledaños que pudieran engancharse a la producción solar. Sin embargo, el proyecto cuenta con el voto en contra de Ecologistas en Acción. La organización considera que su construcción sería “incompatible con la filosofía de la reserva y que no tiene sentido promover grandes proyectos energéticos de renovables en un paraje de alto valor ecológico que hipotecan el futuro en la zona”.

Los argumentos ecologistas se basan no tanto en el apoyo a fuentes de energía limpias y renovables, imprescindibles para la lucha contra el cambio climático, sino a su ubicación en "un paraje de alto valor ecológico, en suelos no industriales o alejados de las zonas de consumo”. Para el Consistorio el proyecto continúa en tramitación. Una simple vista a los terrenos sobre los que presumiblemente se construiría la planta basta para darse cuenta del escaso impacto ambiental que tendría. La teoría de la hipoteca sobre el futuro de la tierra cae por su propio peso, ya que, pese a ser la zona de España con mayor densidad de lobos, se sitúa en una zona completamente despezada y proporcionaría a este lugar la oportunidad de ofrecer energía muy barata a aquellos empresarios locales o vecinos que decidan ubicar su actividad en los municipios circundantes. El proyecto continúa en trámite, habiéndose aprobado en Pleno sacarlo a licitación. El Consistorio pretende además establecer una salvaguarda para que pasados 20 años la planta sea cedida al Ayuntamiento.

La actitud del Consistorio de Manzanal de Arriba choca con aquellos otros ayuntamientos que simplemente se niegan a pagar la luz. Al menos aquí, lejos de centrarse en cuestiones políticas, lo que prima es el servicio al cliente o, mejor dicho, al vecino. Cae la tarde y por el espejo retrovisor se puede observar que aun quedan unas pocas luces encendidas en la sierra de la Culebra. Será una paradoja o no, pero lo cierto es que todas están en Manzanal, un pueblo en el que la luz no parece apagarse nunca. Igual los 10 euros por Mw que cuesta la luz tiene algo que ver.

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