La presión por la falta de vivienda continúa. Cada día existe más demanda por pisos de distinto tipo, ya sea asequible, de alquiler o compraventa; sin embargo, España se enfrenta a una escasez importante de oferta que diferentes agentes del sector han salido al paso para pedir que se tomen medidas al respecto. Es por esta razón que el sector inmobiliario también está a la búsqueda de suelos para explotar y según indica la empresa de capital inmobiliario, CBRE, en su último informe sobre las últimas tendencias en el sector 'living', España tiene actualmente 255 millones de metros cuadrados de suelo que se podrán absorber en los próximos 30 años para construir al menos 1,8 millones de viviendas.
El estudio específico de suelos realizado por la empresa, llamado ‘proyecto Terra’, identifica cuánto suelo hay disponible en el país tanto en gestión urbanística pendiente como los suelos disponibles para trabajar. Se trata de suelo residencial finalista y los que están en último estado de planeamiento y que en los próximos años se irán consumiendo para urbanizaciones. La idea es que se construya en este tipo de suelo para que luego se pueda comercializar en viviendas, pero el problema, según comentan los expertos, está en que gran parte de estos terrenos están en manos de la administración pública y dependerá de ellos si quieren comercializarlos o no.
Estos terrenos están repartidos por diferentes partes de España, pero si se asocia en función a en cuánto tiempo van a desaparecer y se ‘gastarán’ zanjan que en las grandes ciudades como Barcelona, Madrid, Valencia y Málaga tiene una mayor absorción y se necesitarán menos años para dar salida a esas viviendas. Esto coincide en que en donde más demanda hay y más absorción hay menos suelos disponibles quedan para edificación. “Lo que nos interesa saber es cuánto suelo queda para esa producción de vivienda y si la vivienda se sigue consumiendo a este ritmo hay zonas que acabarán con estos terrenos en menos tiempo de lo pensado y puede llegar a ser un grave problema”, indican desde CBRE.
El problema de estos suelos es que algunos no están en ubicaciones “muy líquidas”, por lo que su construcción puede variar entre 2,5 años hasta más de 60 años. Una vez construido habrá que ver si estos suelos son comercializables “en el sentido que se puedan vender”. La urbanización de estos terrenos permiten construir vivienda y ampliar la poca oferta que existe actualmente. Para ello, la empresa hace un llamamiento a que los procesos se hagan con mayor colaboración público-privada: “Abogamos por la colaboración porque así podremos generar más soluciones al problema actual que vive el país con el déficit de pisos”.
En cuanto a la nueva Ley de Vivienda, CBRE destaca que la organización es parte de la ACI (Asociación de Consultoras Inmobiliarias), y que tienen una opinión consensuada entre todos los miembros de la asociación, y creen que la normativa aprobada por el Gobierno va en línea "incorrecta" según la situación actual del mercado. “Esta medida crea inseguridad jurídica de cara a la inversión, y al final nos posiciona en una clara desventaja de cara a otros países de la Unión Europa”, sentencian.
Respecto a la situación actual del mercado el vicepresidente de CBRE España, Javier Kindelan, precisa que “sigue estando estrangulado” y que el coste de construcción sigue subiendo. “Esa tensión del suelo a nivel de precio sigue provocando una situación donde los índices van al alza, hay mayores costes energéticos que hacen que la accesibilidad de la vivienda sea más difícil, y eso es lo que va a producir mayor descenso de vivienda”. Además, advierte que la vivienda de segunda mano será la más afectada en los próximos meses y que la vivienda nueva no notará tanto estos efecto porque “lo poco que se produzca será vendido”.
Por otro lado, el informe publicado asegura que el precio de la vivienda ha crecido ya más de un 6% en cinco provincias durante el primer trimestre respecto al mismo periodo del año pasado y destacan que la demanda de 2022 fue de 718.000 viviendas vendidas, una cifra "históricamente buena" y que no se veía desde 2007. "Este año se espera un ajuste del 33% en niveles de demanda y el dato destacado es que no alcanzarán las 500 mil viviendas vendidas", señalan. En 2022 se apreció un mercado en expansión; sin embargo, en 2023 se espera una desaceleración a nivel nacional.
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