"Siempre pagamos los mismos... a los mismos"

El 'muro de las lamentaciones' de las eléctricas: "El Gobierno nos traiciona"

El sector se siente engañado en un proyecto que consideraba "conjunto y compartido" y que se basaba en un calendario razonable y retribuido para la nuclear a cambio de un cierre ordenado de las centrales.

La vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera
La vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera
Europa Press

Como un jarro de agua fría. Así ha sido la sensación que ha recorrido las plantas nobles de las grandes eléctricas del país. La razón son los 9.000 millones que el Ministerio de Transición Ecológica "ha arrancado al sector", situándolo como el gran 'paganini' del cambio de modelo energético con el que España se ha propuesto llegar a 2050. Las declaraciones de todos los directivos consultados por La Información tienen un tronco común, que se resume en un sentimiento de traición hacia un proyecto que consideraban "conjunto y compartido" y que se basaba en un calendario razonable y retribuido para la nuclear a cambio de un cierre ordenado de las centrales previsto para 2035 y un escenario de cambio tecnológico de aquí a 2050.

De entre todas las empresas contactadas por este diario, puede decirse que Endesa ha sido sin lugar a dudas la principal impulsora de un pacto entre caballeros y damas que, sin embargo, puede saltar por los aires si el Gobierno mantiene su intención de minorar la retribución a las plantas no emisoras de CO2 anteriores a 2005.

Las estimaciones del Ejecutivo cifran en unos 1.000 millones de euros la cantidad que dejarían de recibir las empresas que operan los siete reactores que existen en España y que se reparten entre Iberdrola, Endesa, Naturgy y EDP (estas dos últimas con menor exposición que las primeras). Almaraz, Ascó, Cofrentes, Vandellos y Trillo han sido siempre el máximo exponente del poder nuclear. “Cualquiera que vea nuestras cuentas comprenderá que el negocio nuclear dejó de ser rentable hace mucho tiempo en España”, resume un experto de una de estas compañías, que sostiene que la opinión pública "no deja de machacarnos con los beneficios caídos del cielo", pero realmente las cifras del negocio distan mucho de las rentabilidades que ofrecen otras tecnologías como la eólica o, incluso a estas alturas, la fotovoltaica.

Cada vez que hay un debate sobre la energía en España nos acusan de lo mismo: de ganar dinero sin fin, pero no es cierto. No se dan cuenta de las continuas inversiones en seguridad que nos piden y del sometimiento a las energías renovables, y se les está yendo de las manos. En algún momento tendremos que cerrar por la insostenibilidad económica de nuestra central y no creo que eso llegue a 2035 con la nueva regulación que plantean", añade el directivo, quien al igual que el resto de las fuentes consultadas pide mantener el anonimato.

Otro directivo de una de las grandes eléctricas del país manifiesta sin tapujos su incredulidad: "Hasta cierto punto, nos han traicionado. No esperábamos que algo así se planteara en este momento, sobre todo después del apoyo que hemos prestado al Gobierno en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima o en las continuas llamadas para que estemos presentes en los grandes planes nacionales que se están presentando".

Tras ello, las relaciones entre el Gobierno y el sector eléctrico, al menos entre las empresas contactadas por La Información, van a cambiar "como no puede ser de otra manera". No se entendería, señalan, "que además de hundirnos, encima tengamos que poner buena cara”. Y es que a los 1.000 millones de recorte se unirán otros 6.500 dedicados a aligerar los costes que provocan los incentivos a las energías renovables y que pagarán (de nuevo y en parte) las empresas tradicionales y alejadas en el pasado del negocio eléctrico, como Repsol o Cepsa.

"El Gobierno parte y reparte, pero aun no sabemos quién se queda con la mejor parte". Esta es la reflexión de un analista de una de estas empresas, que insiste en mantener en el “máximo anonimato” sus declaraciones. En el pasado ya advirtieron que no se les podía hacer pagar la fiesta de otros, pero es que “realmente están dividiendo al sector”.

"Primero nos crearon un fondo para pagar el coste de las renovables. Las eléctricas se frotaban las manos ya que nosotros, que somos en el fondo competidores, íbamos a costear su negocio. Ahora, los mismos que aplaudían le han visto las orejas al lobo y se la han jugado. En el fondo, pagamos siempre los mismos… y a los mismos", concluye.

Ribera y el azote de las eléctricas

La derivada política no deja de surgir en cada conversación. Por un lado, los principales afectados del último recorte acusan (y comprenden) al Ministerio de rendirse a los postulados del “otro socio de gobierno”: el azote de las eléctricas en el pasado y al que todos apuntan como el detonante que ha presionado a Ribera para tomar una medida de este calado, con el objetivo de parar el indudable incremento del precio de la electricidad en las últimas semanas.

"Habrá que ver si sirve para algo. Hay muchas tecnologías que se están aprovechando de esta decisión y el gobierno no se da cuenta de que detrás de ella también hay empresas y que, en muchos casos, somos los mismos que simplemente invertimos en otros negocios, tanto renovables como nucleares o eólicos. Así que se va a dar la paradoja que la misma empresa sea tanto pagador como receptor", señalan las fuentes mencionadas.

"¿Quién asigna los fondos europeos? Entonces, ¿quién se va a mover en la foto? Nos jugamos mucho y lo peor es que nos lo jugamos siempre".

Preguntados por la tibieza de la respuesta, al menos pública, por parte del sector, la contestación es también unánime: "En primer lugar, la fuerza de la asociación (Aelec) no es la misma que hace unos años. Hemos perdido peso en conjunto debido a la remodelación del mercado y eso se nota a la hora de responder de manera conjunta. Por otra parte, el Gobierno sigue teniendo la sartén por el mango. Somos un sector regulado y ya se sabe: el BOE manda".

Otro de los directivos consultados es más directo. “Hemos presentado proyectos por valor de miles de millones de euros para los fondos europeos… ¿Quién los asigna? ¿Quién se va a mover en la foto? Nos jugamos mucho y lo peor es que nos lo jugamos siempre".

Es cierto que, en el pasado, una acción gubernamental de este calibre hubiera movido cielos y saltado escaletas en telediarios, periódicos y radios. Sin embargo, la actualidad manda y con un escenario de subida exponencial del precio de la electricidad y con las empresas luchando por más de 4.500 millones procedentes de Europa para el sector renovable, la táctica más adecuada puede ser encajar el golpe, pasar página y tratar de ganar en los despachos lo que se pierde (y mucho) en las centrales.

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