Primera salida tras los escándalos

El director del programa 737 Max deja Boeing por los problemas con el modelo

Ed Clarck deja su cargo con efecto inmediato como director del programa 737 Max tras los accidentes en los vuelos de Alaska Air y supone el primer gran cambio dentro de la dirección de la compañía estadounidense.

El director del programa 737 Max deja Boeing por los problemas con el modelo
El director del programa 737 Max deja Boeing por los problemas con el modelo
DPA vía Europa Press

El director del programa 737 Max de Boeing ha abandonado la empresa tras la explosión en pleno vuelo de un panel de un avión de Alaska Air, que ha llevado a un severo escrutinio del modelo más importante del fabricante de aviones. Ed Clark deja su cargo con efecto inmediato, poniendo fin a casi 18 años en Boeing, según informó la empresa el miércoles. 

Katie Ringgold sucederá a Clark como vicepresidenta y directora general del programa 737 y de la fábrica de Boeing en Renton (Washington). La medida supone el primer cambio en la dirección desde que la empresa se sumiera en una crisis tras la explosión de un panel del fuselaje de un 737 Max casi nuevo el 5 de enero. 

Los reguladores estadounidenses han enviado equipos de inspectores a las fábricas de Boeing para revisar los controles de calidad y los del proveedor que fabrica la mayor parte del fuselaje del 737 Max. 

Reordenación en Boeing

La salida de Clark forma parte de una reorganización más amplia anunciada por el jefe comercial Stan Deal en una nota interna. Elizabeth Lund ha sido nombrada vicepresidenta senior de calidad de Boeing Commercial Airplanes. 

Anteriormente, Lund había supervisado la producción de todos los aviones comerciales de Boeing, incluido el 737, como vicepresidenta sénior de programas de aviones de la empresa. Mike Fleming sucede a Lund como vicepresidente senior y director general de programas de aviones.

El personal de la Administración Federal de Aviación de EEUU está realizando una auditoría de seis semanas sobre las prácticas de Boeing, cuyos resultados se espera que sirvan de base para las recomendaciones de reforma de la empresa. 

El organismo regulador también inició una investigación sobre Boeing tras el accidente de Alaska y ha destinado más personal a las fábricas de la compañía estadounidense como parte de una mayor vigilancia tras el accidente y una serie de otros fallos de calidad. Los investigadores han señalado que el panel del avión de Alaska debería haber estado sujeto por cuatro pernos de sujeción, pero esas piezas críticas faltaban en la aeronave cuando salió de la fábrica de Boeing en Renton.

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