Nueva sede del Mom Culinary Institute

Un convento madrileño del siglo XIX se reconvierte en una escuela de alta cocina

Una fundación inglesa invierte 3,5 millones de euros en adquirir y renovar un inmueble propiedad de la Orden de la Inmaculada Concepción en El Pardo para instalar un centro de formación en gastronomía y artes culinarias. 

Un convento del siglo XIX en Madrid se reconvierte en una escuela de alta cocina
Un convento del siglo XIX en Madrid se reconvierte en una escuela de alta cocina
MOM Culinary

Un antiguo convento del siglo XIX situado en el madrileño barrio de El Pardo será la nueva sede de Mom Culinary Institute, un centro de formación en alta gastronomía que aspira a revitalizar este pequeño enclave turístico situado a las afueras de la capital que cada fin de semana atrae a cientos de personas hasta sus restaurantes. El edificio, construido entre 1803 y 1810, fue durante más de 160 años el hogar de las Madres Concepcionistas Franciscanas, que lo vendieron en 2020 ante el cada vez más menguante número de residentes, según se explica en un portal del barrio

La adquiriente fue la fundación británica Country Hall Arts, quien se hizo con el inmueble y su parcela, que suman más de una hectárea de superficie, por unos 3,5 millones de euros, según desvelan sus cuentas anuales. También ha comprometido otra inversión de 6,4 millones para su reforma y puesta en marcha, cuantía que comparte con otro proyecto de formación musical en San Sebastián. Esta entidad es la patrona de la escuela de formación en alta cocina Mom Culinary Institute, que abrió sus puertas en 2021 en un palacete del centro de Madrid, en el distrito de Salamanca. 

FP, grados y postgrados universitarios

La dirección de la escuela corre a cargo de Laura Morcillo, abogada y también fundadora del proyecto. Según cuenta en conversación con La Información, el centro de El Pardo abrirá sus puertas en septiembre como una escuela de gastronomía que acogerá formación profesional de grado medio y superior, así como titulaciones universitarias de grado y postgrado. Estos se dedicarán a las áreas de dirección de cocina, servicios de restauración, sumillería o pastelería, entre otras. 

A día de hoy cuentan con cerca de 150 alumnos en su centro de Serrano, pero esperan aumentar este número con una clara apuesta por la formación profesional: "Es el camino natural de formarse en gastronomía, restauración u hostelería. Luego, si quieres dar un paso más allá, seguir formándote y dedicarte a la gestión y dirección, continúas haciendo un grado universitario", señala. 

El antiguo convento de clausura no sólo será espacio formativo, sino que también dispondrá de una pequeña residencia con 23 habitaciones individuales para los estudiantes. La oferta se complementa con un restaurante especializado en brasas y arroces a la leña muy enfocado a la celebración de eventos y que permite completar la formación teórico-práctica del alumnado con el trabajo del día a día. 

El huerto, la joya de la corona

Para la directora, sin embargo, la joya de la corona es la huerta del convento, en la que ya se han plantado árboles frutales y hortalizas. "Tenemos muchísimo arraigo a la tierra, a la vuelta a los orígenes, y el claustro se compró, sobre todo, porque tenía huerto. Apostamos por edificios que tienen historia, que tengan algo que decir. En el de El Pardo lo primero que hicimos fue fijarnos en las posibilidades del espacio para jugar con la tierra, con la agricultura...", explica. 

Además, se convertirá de forma temporal en la sede del Madrid Culinary Campus, una iniciativa privada de la Universidad Pontificia de Comillas y Vocento con la que comparte fines y valores. Apadrinado por el chef Ferrán Adriá, busca replicar en la capital la fórmula del Basque Culinary Center de San Sebastián, financiado con fondos públicos. Los planes de este nuevo campus culinario pasan por tener su propia sede en el entorno de la estación de Chamartín, según desvelaron en marzo. 

Por su parte, la fundación Country Hall Arts es una organización benéfica del Reino Unido dedicada a la formación en artes, "en particular en las artes del teatro, la danza, la música, el cine y las artes culinarias", según figura en el Registro de Organizaciones Benéficas del gobierno británico. 

La entidad defiende su papel como generador de artes y cultura, y asegura proveer un importante número de becas educativas para formación en sus áreas de interés. Morcillo reseña que, pese a ser un centro privado de FP reglada, estas becas financian entre el 30% y el 100% del coste de los cursos gracias al patrocinio de distintas marcas privadas que pagan los estudios de los alumnos. 

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