Sin prórroga

CCOO y UGT hacen frente común y exigen a Telefónica negociar un nuevo convenio

CCOO se suma a la petición de un nuevo texto, descartando la prórroga. Las dos organizaciones exigen la "apertura urgente" de la mesa negociadora ante un nuevo plan de bajas en España.

Telefónica
CCOO y UGT hacen frente común y exigen a Telefónica negociar un nuevo convenio.
Agencia EFE

Había ciertas dudas sobre si habría unidad de acción entre los dos grandes sindicatos. El retraso en las conversaciones sobre un potencial plan de bajas y lo planteado en el 'Investor Day' del pasado día 8 ha llevado a que tanto CCOO como UGT unan fuerzas y exijan la "apertura inmediata" de la mesa de negociación de un nuevo convenio colectivo. Hubo cierto debate sobre si plantear una prórroga o un texto nuevo. Finalmente se ha optado por la segunda opción ante los planteamientos de un nuevo plan de bajas y la incertidumbre generada por la regulación, la entrada de nuevos accionistas o las fusiones en el sector.

UGT siempre puso sobre la mesa la necesidad de un nuevo texto. En CCOO hubo más debate interno sobre si sumarse a ese llamamiento o plantear una prórroga para negociar un texto definitivo tras las celebraciones del centenario del grupo y después de aclarar cómo queda el panorama tras esas fusiones y operaciones corporativas como la de Orange-Másmóvil y la de Vodafone (Zegona) o la entrada del gigante saudí STC y otros nuevos accionistas. Esto implicaba una falta de unidad justo a las puertas de la decisión sobre el convenio. Finalmente, irán de la mano.

Ambos han comunicado formalmente a la dirección de la empresa en España, comandada por Emilio Gayo, que se abra de manera "urgente" la mesa de negociación para dar inicio al pacto del tercer convenio colectivo de las tres principales filiales (Telefónica España, Móviles y Soluciones). "Dicho foro es el ideal para ejercer el diálogo social que ambas partes hemos desplegado durante décadas", apuntan en el comunicado también enviado a la plantilla. Entre las tres suman más de 13.000 empleados.

Para las dos organizaciones ha pasado "un tiempo prudencial" desde la celebración del llamado 'Investor Day' el pasado 8 de noviembre. "La empresa debe clarificar la afectación que podría tener el plan estratégico presentado para las personas trabajadoras", advierten. En este sentido, recuerdan los llamamientos hechos por la cúpula respecto a la "obtención de eficiencias que ayuden a reducir la estructura de costes" o la "reducción del tamaño de la organización".

Esto, según ellos, se suma a la "incertidumbre existente" por la regulación del sector, la entrada de nuevos accionistas (tanto de STC como el interés por entrar de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) o las fusiones de compañías y su posible afectación  al mercado y a la posición del grupo como operador dominante. "Estamos obligados a apuntalar nuestros derechos en materia laboral, atajando así las inquietudes existentes", apostillan.

600 millones de ajuste

En dicha jornada con inversores para presentar el plan estratégico la teleco prometió un crecimiento del 2% anual en el resultado bruto de explotación (Ebitda), uno de los caballos de batalla. Esta mejora de la rentabilidad sería gracias a la subida de los ingresos y un programa para reducir costes indirectos y "neutralizar los efectos de la inflación" que se valoraba en unos 600 millones de euros.

Planteaban una optimización de los 'leasings', reducción de los costes de la energía, una automatización de las redes y una reducción del tamaño de la estructura del grupo. Previsiblemente en esta cantidad se incluya el plan de bajas incentivadas (PSI) que está perfilando para las tres principales filiales españolas. Esto se producirá después de reducir un 18% la plantilla global y un 31% en puestos ejecutivos, de acuerdo a sus propias cifras.

Como avanzó La Información, la empresa pospuso a después del Investor Day la primera reunión de negociación con la que apuntalar ese plan de bajas. En las llamadas previas a las principales organizaciones del comité de empresa se les indicó que, en cuanto hubiera un plan totalmente cerrado, serían convocados. Entre las líneas maestras se situaba un programa más 'verticalizado' por áreas y no tanto por edad -se quiere aprovechar el cierre de las centrales de cobre en 2024 para llevar a cabo la reducción de puestos de trabajo-. Y sería plurianual, con varias ventanas 

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