Entre el 5 y el 6%

Cabify ultima la venta de sus acciones en Glovo por 50 millones para hacer caja

  • La startup española cierra los últimos flecos de una operación que le dará liquidez después de un año 2019 con pérdidas y sin una gran ronda.
Juan de Antonio, fundador de Cabify
Juan de Antonio, fundador de Cabify
EFE

Cabify necesita caja. Y ultima una operación para ganar liquidez en sus cuentas sin tener la necesidad de negociar una nueva ampliación de capital en el mercado del capital riesgo. La startup española, cuyo máximo accionista es el gigante japonés Rakuten, trabaja en los últimos flecos de la venta de las acciones que tenía en Glovo desde hacía tres años por una cantidad que supera los 50 millones de euros. De esta forma, esquiva así la ronda y se asegura dinero en efectivo suficiente para sus operaciones a lo largo de este año 2020.

La compañía acabó el año con necesidad de reforzar el capital. Quemó el 60% de su caja -más de 25 millones de dólares- hasta dejarla en algo más de 15. ¿La razón? Las pérdidas operativas de más de 15 millones, el pago de los intereses de su deuda, las inversiones en I+D y en compañías de VTC, según adelantó La Información. No fue suficiente el primer tramo del préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que en total era de 70 millones de dólares. Esa era la situación a finales de 2019. Había que buscar más dinero.

En ese análisis, Cabify se dio cuenta de que tenía varias alternativas: acudir al mercado o vender activos. La primera de ellas se intentó en la primera parte del pasado año, sin éxito. La segunda era la más factible. Entre las posibilidades se encontraban las licencias VTC (que, debido al 'decreto Ábalos' tenían un valor muy a la baja), los negocios en los diferentes países latinoamericanos o las acciones que tenía en Glovo. Finalmente esta es la opción que más está cuajando en el seno del consejo de la startup, en la que junto a Rakuten también está el fondo español de capital riesgo Seaya Ventures, ambos accionistas destacados también de la plataforma de repartidores.

En total, Cabify -desde la cual no han querido hacer ningún comentario- contaba con un participación de entre el 5% y el 6% de Glovo. ¿De dónde proceden esos títulos? Básicamente del aterrizaje de la plataforma de repartidores en Latinoamérica. Se apoyó en Cabify, creando una 'joint-venture' en la que ésta contaba con el 33%. Se deshizo y le correspondieron esas acciones de todo el grupo. Ahora, está cerrando los últimos flecos de su venta por una cantidad que superaría los 50 millones de euros, según confirman varias fuentes conocedoras. Se trataría de una valoración similar a la que se fijó en las transacciones entre accionistas existentes y otros en el mercado secundario tras la última ronda.

Glovo cerró en diciembre una nueva ronda de financiación -que llegaba sólo ocho meses después de la anterior- con la que dio entrada al fondo de Abu Dabi Mubadala de 150 millones de euros con una valoración final de más de 1.000 millones. Las compraventas de acciones sin aportación de capital nuevo entre socios fijaron el 'precio' en esos 1.000 millones, según adelantó La Información a finales de noviembre. Y ese es el nivel que se ha tomado como referencia.

Este movimiento financiero llegará después de que la startup española haya tenido dificultades para encontrar un 'caballero blanco' que lo financiara en una nueva ronda. La última que recibió fue a principios de 2018: 160 millones de dólares. La práctica totalidad de esa ampliación, que lo colocó como un 'unicornio' tecnológico por superar los 1.000 millones de valoración, la aportó el gigante japonés Rakuten. Desde esa fecha ha inyectado varias decenas de millones de euros en diferentes préstamos convertibles. El pasado año 2019 no acudió. Pese a ser el máximo accionista, con en torno a un 40% de los títulos, no aportó más capital. No hay que olvidar que también es el máximo accionista del archirrival de Uber en EEUU, Lyft, cuya caída tras el estreno en bolsa le ha pasado factura.

En este contexto, Cabify se ha concentrado en los últimos meses en mejorar sus números ante el giro del mercado en favor de la rentabilidad de las startups y ante los problemas en bolsa de sus dos 'pares': Lyft y Uber. Sobre todo en la última parte de 2019, hubo una llamada a un ajuste de cinturón en gastos en los diferentes equipos, con una rebaja de la plantilla de más del 7%, según los datos adelantados por este medio. Una plantilla que, a nivel global, se quedó en los 1.300 trabajadores. La división financiera y el equipo directivo son los que han sufrido un recorte proporcional mayor.

Con esos ajustes logró tener un Ebitda positivo de 3 millones en el último trimestre. Pero hay que tener muy en cuenta que en ese ratio la compañía no incluye los gastos en I+D (ni Capex), ni tampoco las compras de VTC, ni, obviamente, el repago de la deuda y los intereses financieros. Es decir, sigue quemando dinero de la caja. Y, mientras trata de ajustar, analiza si finalmente acaba estrenándose en bolsa (se lo había propuesto para la última parte de este año) o si se plantea una venta. Ya hace casi dos años dijo 'no' a una oferta de compra de casi 2.000 millones porque se pagaba en su mayoría con acciones y no con dinero en efectivo.

La batalla contra los gigantes del sector no está siendo sencilla. España supone ya más del 40% de todo su negocio, convirtiéndose en plaza clave, al contrario de lo que sucedía hace varios años, antes de que Uber o la china Didi aterrizara en Latinoamérica. En este continente ha perdido algo de pie, sobre todo en las dos grandes plazas para ellos -México (-38%) y Brasil (-62%)- con una subida en Argentina y en Perú que no ha sido suficiente para compensar.

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