Fumata blanca dos años después. La Comisión Europea ha aceptado las concesiones planteadas por Orange y Másmóvil y, por tanto, autoriza la fusión entre ambas operadoras de telecomunicaciones con una 'joint venture'. Entiende que la venta de espectro radioeléctrico a Digi y el acuerdo de roaming con la firma rumana despeja las dudas y mantendrá un sector "competitivo" en España. Ahora sólo queda la más que previsible 'luz verde' por parte del Gobierno español. Según las previsiones que apuntó hace unos días el grupo francés, esperan estar operando como una sola entidad a finales de este primer trimestre del año 2024.
Después de meses de recopilar la opinión de una "amplia" variedad de participantes en el mercado, el organismo entiende que la transacción "no plantearía problemas de competencia" siempre y cuando se cumplan con las condiciones planteadas por ambas operadoras en España. Los compromisos propuestos "abordan plenamente los problemas de competencia identificados y preservan un mercado competitivo, tanto en términos de precio como de calidad". Un administrador independiente, bajo la supervisión de Bruselas, analizará de cerca la implementación que se tendrá que llevar a cabo durante los próximos meses.
En concreto, hay dos acuerdos que se deberán ejecutar ahora. Uno es el relacionado con la venta a Digi de licencias de espectro de determinados bloques de frecuencias (dos paquetes de 10 megahercios en la banda de 1,8Ghz, dos en la de 2,1Ghz y un paquete en la de 3,5 Ghz) por un precio de 120 millones de euros -aunque con un componente condicional de otros 20 millones extra-. El otro tiene que ver con el acceso de red. La operadora rumana tendrá la opción de un contrato de servicio de roaming nacional con Orange que permitiría "acceder a todas las tecnologías disponibles en la red móvil".
Sobre la elección de Digi frente a otros operadores pequeños aspirantes, la Comisión asegura que se ha tomado tras una "cuidadosa revisión" del plan de negocios de Digi con la ayuda de un asesor independiente. El rumano es un "comprador adecuado" para el espectro, pues es el operador móvil virtual "más grande y de más rápido crecimiento en España". "Tiene experiencia como operador de redes móviles en otros Estados de la UE; tiene una red de fibra relativamente grande que continúa construyendo, en consecuencia, los compromisos no incluyen ningún activo fijo de banda ancha", concluye el organismo.
La consejera delegada de Orange, Christel Heydemann, ha asegurado que esta luz verde marca "un momento decisivo" para el grupo en Europa. "La joint venture creará un actor único, más fuerte y sostenible en España; al unir fuerzas, podemos disponer de mayor escala, podemos innovar y podemos impulsar la inversión en las redes", ha apuntado. Su homólogo en Másmóvil, Meirnad Spenger, ha insistido en que están comprometidos en crear "una empresa unificada y diferencial, capaz de generar impacto positivo".
Esta operación se ha colocado por analistas, rivales y autoridades como uno de los termómetros para medir el cambio de sentimiento en la Comisión Europea sobre las fusiones y la consolidación en las telecomunicaciones. El hecho de que la autorización cuente con concesiones importantes a Digi ya es un signo de que sigue siendo una 'regla' mantener cuatro operadores fuertes con red en el país. Pero la 'luz verde' era esperada por todo el sector, que espera precisamente una nueva oleada de uniones tras años de una fuerte competencia y de una gran presión regulatoria.
Gigante de 18.600 millones
Esta fusión generará un gigante de las telecomunicaciones, que superará la barrera de los 7.500 trabajadores, pero para dar respuesta a más de 31 millones de clientes conjuntos -más de 24 millones de líneas móviles y unos 7 millones de banda ancha fija-. La fusionada generará un grupo de una valoración de 18.600 millones de euros. Orange aportará sus activos sin deuda, por lo que recibirá una mayor parte del 'megadividendo' que se repartirán. En total tomará 4.200 millones (frente a los 1.650 millones para Másmóvil). El cuarto operador aportará un pasivo relevante.
Como apuntó la compañía gala recientemente, reservará esos 4.200 millones de euros del 'megadividendo' con el objetivo de abordar una potencial toma de control a partir del año 2026, tal y como queda reflejado en el pacto de socios de la 'joint venture'. El fin último del grupo dirigido por Heydemann y participado por el Estado francés es recuperar la mayoría accionarial a través de una recompra o en una potencial salida a bolsa en el futuro.
