BlackRock, el gestor de activos estadounidense, ha anunciado este viernes que en el primer trimestre del año ha obtenido un beneficio de 1.157 millones de dólares (1.048 millones de euros), lo que supone un 19% menos interanual, respecto a 2022, cuando obtuvo 1.436 millones de dólares.
El gigante de la inversión con sede en Nueva York redujo su facturación un 10% entre enero y marzo, hasta los 4.243 millones, según ha señalado la compañía este viernes. El principal ejecutivo de la compañía, Larry Fink, describió BlackRock como "una fuente de estabilidad y optimismo para los clientes".
“BlackRock está ayudando a los clientes a aprovechar las oportunidades que surgen durante este período de transición, impulsando 110.000 millones de dólares de ingresos netos totales y un crecimiento positivo de la tarifa base orgánica anualizada en el primer trimestre".
Sube en Wall Street tras el anuncio
De cara al futuro, Fink dijo que cree que "la actual crisis de confianza en el sector bancario regional acelerará aún más el crecimiento de los mercados de capital" y que "BlackRock será un actor central". Los resultados, publicados antes de la apertura de Wall Street, tuvieron una buena acogida y el gigante se anotan más de un 3% en los primeros compases de la última sesión de la semana.
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