Dará margen el año que viene

El fin de las aportaciones a los fondos 'de garantía' compensa el impuesto a la banca

Las entidades financieras no tendrán que realizar más aportaciones, salvo que la base de depósitos crezca, al Fondo de Garantía de Depósitos y al Fondo Único de Resolución en 2024, un año con más desafíos para el sector. 

Nadia Calviño
La banca llena las 'huchas' de los depósitos y gana margen para afrontar el impuesto
Europa Press

La banca española encarará 2024 liberada de los pagos recurrentes al Fondo Único de Resolución (FUR) y al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) después de haberlos prácticamente completados en este ejercicio. La ausencia de estas contribuciones (de ejecutarse serían menores que las recurrentes) sería apreciada por el mercado como un catalizador. Sin embargo, para los bancos esconde una lectura adicional positiva en tanto en cuando les permitiría compensar el pago del impuesto el próximo ejercicio si finalmente el Gobierno optara por prorrogarlo, cuando los bancos no tengan el apoyo de la subida de tipos en el margen de intereses, y ante la posibilidad de prorrogar su temporalidad.

Con respecto al FUR, el fondo cerrará en torno a los 77.600 millones de euros fijados, una cifra que se ha logrado durante el periodo transitorio 2016-2023, y que se ha ido adaptando. Este importe permitiría cubrir el 1% de los depósitos en Europa por lo que a partir del 1 de enero de 2024 las entidades estarían liberadas de estos cargos y sólo deberían aportar si los recursos financieros del FUR cayeran por debajo de ese nivel, si aumentan o si el fondo se utiliza, explican fuentes del sector a La Información

La contribución al FUR se realizó en el primer semestre. En total, 91 entidades realizaron aportaciones por un total de 1.005 millones de euros, un 11,3% menos que los 1.133 millones de euros del ejercicio pasado. Las entidades españolas han aportado a esta "hucha" 7.500 millones de euros, lo que supone casi el 10% del total. Por ejemplo, y según la información recogida en los correspondientes informes financieros, Banco Santander abonó al FUR 205 millones a cierre del semestre, Caixabank hizo lo propio con 169 millones de euros, mientras que para Banco Sabadell el pago ascendió a 76 millones de euros. BBVA, por su parte, cargó 185 millones de euros aproximadamente. 

Asimismo, estos importes ya fueron inferiores a los aportados en 2022. Banco Santander tuvo que afrontar un incremento, al igual que Banco Sabadell, que se situó en los 100 millones de euros. Caixabank abonó 159 millones de euros en 2022, mientras que en 2021 el pago ascendió a 181 millones de euros. 

En cuanto al Fondo de Garantía de Depósitos, también esperan las entidades terminar con las contribuciones este año. Según la propia institución, a 31 de diciembre de 2022, el volumen de recursos financieros se situó en los 6.609 millones de euros, lo que suponía cubrir el 0,7% de los depósitos garantizados. Teniendo en cuenta que el objetivo está fijado en el 0,8%, apenas quedaría un 0,1% por cubrir, por lo que no sería extraño que hubiera alguna aportación adicional el próximo año. En concreto, bancos como Santander realizaron en diciembre del año pasado 300 millones de euros, mientras que la contribución de Caixabank se situó en los 407 millones. Finalmente, para Sabadell este importe se situó en los 114 millones de euros la contribución. En el caso de la entidad que preside Carlos Torres el incremento previsto para este año sería similar al anterior: 245 millones de euros.

Palanca positiva que compensaría el pago del impuesto

La ausencia de estas contribuciones debería ser positivo para el sector bancario más si cabe cuando la ministra en funciones de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha admitido la posibilidad de prorrogar el impuesto extraordinario al sector, que grava los ingresos a partir de 800 millones de euros y que supuso un cargo a la banca de 1.300 millones de euros anuales. La liberación de estos pagos permitiría a las entidades, entre otros aspectos, hacer frente al pago del gravamen en un entorno más complicado para el sector financiero para lograr aumentar los ingresos.

Esto sería así porque la repreciación del crédito prácticamente ya habrá terminado (el euríbor podría marcar a finales de año el techo en el 4,10%), y la persistencia de tipos altos frenará la concesión del crédito, mientras que los bancos deberán seguir haciendo frente al tributo. No hay que olvidar que la entidad que preside Ana Botín abonó 224 millones de euros por el 'impuestazo', una cantidad en línea con el pago al FUR, pero sensiblemente inferior al realizado al FGD. Lo mismo para Caixabank, que es la entidad más perjudicada por el impuesto , y Banco Sabadell.

En ese sentido, contar con dos pagos menos le daría un mejor punto de entrada a los bancos que sólo tendrían que hacer frente al impuesto. Además, los analistas admiten que la ausencia de estos cargos permitirían apuntalar el margen bruto de las entidades, y elevar la rentabilidad de las mismas. 

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