El autoconsumo eléctrico ya no es solo una alternativa para ahorrar en la factura de la luz. Las empresas lo están convirtiendo en un nuevo valor del que presumir ante su compromiso con los criterios ESG, en inglés ‘Environmental, Social and Governance’, (ambiental, social y de gobernanza). Como ejemplo, García- Carrión, primera bodega de Europa y cuarta del mundo, ya publicita en televisión que parte de la producción de sus marcas, entre las que destaca Don Simón, se realiza gracias a la energía que generan sus placas solares.
La compañía tiene como objetivo acabar con la huella de carbono asociada a la elaboración de sus productos y para ello selló una alianza con la filial de servicios energéticos de Endesa (Endesa X), que consiste en la instalación de autoconsumo solar en nueve de sus centros. Las plantas solares suman una potencia total de unos 18 MWp y 33.637 módulos fotovoltaicos, el equivalente a 13 campos de fútbol.
Con todas las instalaciones ya conectadas a la red eléctrica, García-Carrión cubre un 30% de la energía que necesita para sus procesos de producción con energía solar de kilómetro 0, pues todos los gigavatios hora (GWh) que produzcan en cada uno de los centros serán consumidos íntegramente para autoconsumo en las mismas naves. Para cubrir el resto de sus necesidades energéticas, ha firmado un PPA (Power Purchase Agreement, en inglés) con Endesa hasta 2032.
PortAventura cuenta con la mayor planta de un 'resort'
Otro ejemplo reciente es el de PortAventura World. El parque de atracciones inauguró este verano PortAventura Solar, la mayor planta fotovoltaica de autoconsumo de un complejo turístico en España y una de las más grandes de Europa.
Con una capacidad de 6,05 MWp, genera unos 10 GWh por año. Esto es el consumo de 3.000 hogares y un tercio de las necesidades energéticas del 'resort'. La instalación evitará la emisión a la atmósfera de 4.000 toneladas de CO2 al año. La segunda fase de construcción, ya en marcha, tendrá una capacidad de 3,1 MWp)y proporcionará 5,6 GWh adicionales por ejercicio. La inversión total se sitúa en alrededor de ocho millones de euros.
Pero ejemplos como los anteriores se dan actualmente en España casi a diario y no es fruto de la casualidad. Las empresas son conscientes de que apostar por las energías limpias no solo les es rentable por conseguir una energía más barata, sino también porque es una nueva manera de atraer clientes. De hecho, seis de cada diez consumidores estarían dispuestos a pagar más por un producto más sostenible, según el III Observatorio Cetelem sobre Consumo y Sostenibilidad.
La forma de pensar tanto de los que producen como la de los que consumen está cambiando y las energías limpias se están convirtiendo en uno de los pilares de las políticas de responsabilidad social corporativa (RSC) y ESG de las empresas. Además, como destacan desde Opengy, firma especializada en nuevas soluciones de suministro (autoconsumo, autogeneración y PPAs), la sostenibilidad también es importante también para los inversores.
Los clientes valoran cada vez más la sostenibilidad
Bajo este contexto, la percepción de los consumidores y de los inversores cada vez es más positiva hacia aquellas empresas que se caracterizan como sostenibles y que, entre otras cosas, consumen energía limpia. Una de las iniciativas más destacadas es RE100, por la cual las empresas más influyentes del mundo se comprometen a que su energía sea 100% renovable antes de 2050. Y una buena forma de hacerlo es a través de la instalación de autoconsumo fotovoltaico en la cubierta de una empresa o firmando un contrato de compraventa de energía a largo plazo.
La energía solar sirve así como herramienta a las empresas para ahorrar en la factura de la luz al tiempo que minimizan las emisiones de CO2 y renuevan su imagen corporativa. Gigantes como Ikea y Amazon también dieron hace tiempo el paso. Y uno de los proyectos más sonados el que pondrá en marcha Iberdrola para Sabic en Cartagena. La compañía que preside Ignacio Sánchez Galán levantará en la localidad murciana la mayor planta fotovoltaica de autoconsumo de Europa, con una potencia de 100 MW y una inversión de más de 60 millones de euros.
Para estos casos, la fórmula de contratación estrella es la de PPA 'on-site': el suministro de energía eléctrica se produce desde una instalación fotovoltaica montada 'ad hoc' en las instalaciones del cliente y conectada a su red interior. El desarrollador renovable realiza la inversión, diseña, monta, opera y mantiene la instalación, mientras que la energía generada por los paneles es energía que el cliente deja de demandar de la red y el desarrollador la ofrece a un precio más competitivo. Cuando el contrato finaliza (8-15 años), la energía pasa a ser gratuita y la instalación a manos del cliente.
Los grandes de la distribución también aprovecharon la cresta de la ola del autoconsumo y empresas como El Corte Inglés comenzaron a vender soluciones en sus centros. MediaMarkt, Fnac, Ikea o Leroy Merlin también apuestan por la venta de paneles solares para los hogares y empresas.
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