Los investigadores que trabajan en la vacuna que desarrolla AstraZeneca junto a Oxford han anunciado que su antídoto tiene una efectividad del 70% este lunes. El profesor Andrew Pollard, investigador jefe del ensayo de vacunas de Oxford, ha celebrado que los hallazgos "muestran que tenemos una vacuna eficaz que salvará muchas vidas. El anuncio de hoy solo es posible gracias a los muchos voluntarios de nuestro ensayo y al talentoso y trabajador equipo de investigadores que tenemos en todo el mundo".
La empresa ha asegurado en un comunicado que comenzará "de inmediato" a preparar la presentación de los datos a las autoridades reguladoras para su aprobación de urgencia. Además, la Compañía buscará formar parte de la lista de usos de emergencia de la Organización Mundial de la Salud para acelerar la disponibilidad de vacunas en los países más desfavorecidos.
Pascal Soriot, director ejecutivo de la empresa ha asegurado que este es "un hito importante en nuestra lucha contra la pandemia. La eficacia y seguridad de esta vacuna confirman que será muy eficaz contra la Covid y tendrá un impacto inmediato en esta emergencia de salud pública. Además, la cadena de suministro simple de la vacuna y nuestra promesa y compromiso sin fines de lucro de un acceso amplio, equitativo y oportuno significa que será asequible".
En Twitter, el ministro británico de Empresa, Alok Sharma, ha calificado de "muy prometedores" los resultados preliminares anunciados: "Estamos en la cúspide de un enorme avance científico que podría proteger millones de vidas". El Reino Unido ha encargado 100 millones de dosis de esta vacuna producida con la sueco-británica AstraZeneca -elaborada con un virus de resfriado que afectaba a chimpancés modificado genéticamente-, lo que serviría para vacunar, dada la necesidad de varias dosis, a la mayoría de la población británica.
El anuncio llega después de que Pfizer y Moderna anunciaran la semana pasada que sus fármacos tienen una eficiencia por encima del 90%. Los políticos y científicos han hecho un llamamiento a la calma ante la euforia desatada por las noticias ya que ambos fármacos se encuentran todavía en fase de ensayo y pueden registrar efectos adversos que retrasen los plazos estimados para su llegada a todos los países.
De hecho, la distribución de la vacuna de Pfizer trae consigo dificultades logísticas importantes ya que precisa de una cadena de frío a 80 grados bajo cero para ser transportada en condiciones óptimas. Amesh Adalja, investigador del Centro Johns Hopkins para la seguridad de la salud, advirtió hace una semana que éste será "un desafío en todos los entornos porque los hospitales, incluso en las grandes ciudades, no tienen instalaciones de almacenamiento para una vacuna con esa temperatura tan baja".
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