El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias ultima una de sus obras clave para reducir las incidencias en buena parte de la red convencional, por la que circulan los trenes de Cercanías, Media Distancia y mercancías. Se trata de la renovación del puesto de mando que ejerce de 'cerebro' de todos aquellos servicios que recorren las vías del centro del país. Las obras llegan en un momento de presión por las sucesivas incidencias que han condicionado el normal funcionamiento del servicio de Cercanías Madrid, el más usado de España.
De esta forma, Adif invertirá 9 millones de euros en renovar los sistemas de control del tráfico centralizado situados en Chamartín (Madrid) y Manzanares (Ciudad Real), que controlan los trenes que circulan por las vías convencionales de Madrid, Ávila, Segovia, Soria, Burgos, Toledo, Cáceres, Ciudad Real y Córdoba. La actualización de este sistema es, a efectos prácticos, una revolución en la gestión de la red.
Una cirugía grave para un sistema obsoleto
El gestor ferroviario acepta que este tipo de sistemas ya tienen un elevado grado de obsolescencia y superan los diez años de antigüedad, algo que redunda en más incidencias y dificultades para adaptarse a las nuevas aplicaciones. Por ello, ha ido planteando una renovación paulatina para evitar la dependencia del 'hardware' y descentralizar la arquitectura de estos sistemas, al tiempo que reduce su número, al pasar de 20 a seis, más homogéneos y disponibles.
La migración de este sistema, que equivaldría a realizar una cirugía al corazón de la red ferroviaria, se realizará sin afectar a la explotación ferroviaria ni a los sistemas que gestionan hoy la red. Con ello, Adif espera garantizar "la total disponibilidad, funcionalidad y fiabilidad de las instalaciones" y lograr mejoras en la prestación de servicios en la zona centro de la Península Ibérica, a falta de repetir esta operación en Andalucía y completar otras pequeñas integraciones. Esto ya se realizó en las zonas del norte, este, noroeste y noreste de la red.
Objetivo: Menos incidencias en la red
Esta actuación llega en un momento delicado tanto para Adif como para Renfe, operador de los servicios de Cercanías en la provincia de Madrid y que también se extienden hasta Guadalajara, Ávila o Segovia. En las últimas semanas, la infraestructura madrileña ha sufrido varias incidencias relevantes, de distinto grado y con distintas responsabilidades, que han afectado al funcionamiento normal del servicio, generando retrasos en los trayectos y molestias a los usuarios.
El momento más tenso tuvo lugar el pasado viernes 31, coincidiendo con el inicio de la Semana Santa. Una avería de infraestructura en la estación de Atocha se saldó con retrasos en tres líneas distintas, a lo que los viajeros de un tren próximo al entorno de la estación reaccionaron abriendo las puertas y optando por dirigirse a la misma caminando por las vías, pese a no estar cortado el tráfico del resto de trenes.
En los últimos diez días, el núcleo de Cercanías de Madrid ha registrado al menos diez incidencias importantes, a lo que hay que sumar otra incidencia en Chamartín el mismo día, causada por el enganchón de un tren con la catenaria que paralizó la circulación por la red de alta velocidad durante varias horas.
Los sistemas de control de tráfico centralizado (CTC) de la red de Adif cuentan con todos los sistemas de comunicaciones para ejercer su labor de seguimiento y enrutamiento de trenes, además de gestionar las alarmas y emergencias o intercambiar información con sistemas externos. Operan 24 horas los 365 días del año y son los primeros responsables de que los trenes circulen por las vías sin incidencias y de garantizar la fluidez de los tráficos.
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